Comentario de Génesis 1:31 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

Dios vio todo lo que había hecho, y he aquí que era muy bueno. Y fue la tarde y fue la mañana del sexto día.

que era bueno en gran manera. Job 38:7; Sal 19:1, Sal 19:2; Sal 104:24, Sal 104:31; Lam 3:38; 1Ti 4:4.

y fue la tarde. Gén 1:5, Gén 1:8, Gén 1:13, Gén 1:19, Gén 1:23; Gén 2:2; Éxo 20:11.

Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico

Esta es la séptima vez que se utiliza «bueno» en la historia de la creación (Gén 1:4, Gén 1:10, Gén 1:12, Gén 1:18, Gén 1:21, Gén 1:25). Y esta es sólo una de las diversas palabras claves que se usan en múltiplos de siete en este texto.

Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe

bueno en gran manera. Lo que había sido declarado bueno individualmente (vv. Gén 1:4; Gén 1:10; Gén 1:12; Gén 1:18; Gén 1:21; Gén 1:25) era ahora llamado «bueno en gran manera» de forma colectiva. Las palabras anticipaban la conclusión de Dios de que «no era bueno» para el hombre estar solo (Gén 2:18), lo cual tuvo lugar en el día sexto.

Fuente: Biblia de Estudio MacArthur

Sal 104:24; Sir 39:33-35; 1Ti 4:4.

Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana

NOTAS

(1) Lit.: “un día, el sexto”.

REFERENCIAS CRUZADAS

c 56 Deu 32:4; Sal 104:24; 1Ti 4:4

Fuente: Traducción del Nuevo Mundo

bueno en gran manera. No había señal de maldad, desorden o imperfección en toda la creación de Dios. Isaías indica que el Mesías restaurará este orden en su reino (cp. Is 11:7; 65:25).

Fuente: La Biblia de las Américas

El día sexto… Nótese el artículo. Prob. se destaca por la creación del Hombre → §170 (Número 6).

Fuente: Biblia Textual IV Edición

Nótese el artículo.

Fuente: La Biblia Textual III Edición

[=] *Qo 3:11 *1Tim 4:4

[o] Génesis EL REFLEJO DE DIOS Dios vio que esto era bueno. No cabe duda de que bueno significa aquí en primer lugar: bien hecho, coherente, jerarquizado, apto para recibir a la humanidad y soportar la vida humana. Los hebreos no eran muy sensibles a la belleza de la creación, o si lo eran, no nos hablaron de ello. Fuera del Cantares, del libro de Job y de algunos salmos, es poco lo que encontraremos en la Biblia que delate una emoción ante la belleza de las criaturas. Y pasaron siglos antes de que el mundo cristiano diera importancia a la belleza como una revelación de Dios. En los últimos siglos, una cultura cientista llevó a los comentadores de Gén 1 a considerar primero al universo como una máquina inmensa. Se maravillaron de tantas leyes de la naturaleza, tan ordenadas, que manifestaban una tal sabiduría de su autor, y hablaron de él como del hacedor, o del arquitecto, o del ingeniero supremo. Tal vez los artistas se acercan más a lo que Dios es por el camino de la belleza: Dios artista, bailarín, amante y padre. La creación como un reflejo de Dios : el ser infinitamente rico, después de expresarse en sí mismo -y es el Verbo, o Hijo de Dios-, se refleja en una multitud de seres que son espíritus como él es espíritu, y libres y creadores de belleza, un poco como él es libertad y a cada momento crea cosas y situaciones y personas nuevas, hermosas e imprevisibles. Y, de reflejo en reflejo, de los espíritus a la materia, la belleza y creatividad se hace estrellas, seres vivientes y corazones humanos. En cuanto miramos a la creación como una participación y un reflejo de lo que es en Dios, no se nos hace difícil creer, como nos lo insinúa la Biblia, en una creación de un mundo espiritual del que depende el universo visible. Las relaciones que unen estos dos universos son tales, en realidad que no se deberían separar en una creación visible y una de los espíritus: el universo es uno. Si bien los israelitas veían preferentemente a los espíritus como mensajeros y portadores de los decretos de Dios (Is 37,36 ; Dan 9,21 ; Zac 1-2 ; Heb 1,7), tenemos el derecho de verlos como los dispensadores de la inteligencia y de la belleza en todas las areas del mundo de los seis días. El hecho de que Génesis 1 ponga un tal enfasis en Dios Creador no nos impide atribuirles un papel esencial en la creación. Dispusieron los agentes materiales que han plasmado nuestro planeta; se hicieron los artistas y los inspiradores de la tan misteriosa evolución de los seres vivos. Esta visión de los espíritus era la de los Santos Padres de formación platónica; en el siglo pasado el cardenal John Newman la defendía.

Fuente: Notas de la Biblia Latinoamericana