Acuérdate de él antes que se rompa el cordón de plata y se destroce el tazón de oro; antes que el cántaro se quiebre junto al manantial, y la rueda se rompa sobre el pozo.
antes que. Ecl 12:1, Ecl 12:2.
la cadena de plata. Gén 20:16; 2Sa 8:2; 2Sa 17:13; 2Sa 22:6.
el cuenco de oro. Ecl 2:8; Gén 2:11, Gén 2:12; Gén 13:2-13; Cnt 5:11.
y el cántaro se quiebre. Gén 24:14-18, Gén 24:20, Gén 24:43; Isa 42:4.
junto a la fuente. Job 21:24; Isa 35:7; Isa 49:10.
y la rueda sea rota. Sal 83:13; Isa 5:28.
sobre el pozo. Gén 37:20; Gén 40:15; Gén 41:14.
Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico
Algunos sugieren que la cadena de plata se refiere a la médula espinal.
Y se rompa el cuenco de oro: Esto puede ser una referencia al cráneo.
y el cántaro se quiebre junto a la fuente: Se ha sugerido que esto es una falla cardíaca.
y la rueda sea rota sobre el pozo: El sistema de venas y arterias que salen del corazón puede haberle parecido a los antiguos como los rayos de una rueda. Una explicación alternativa a este versículo es que cada una de las cuatro imágenes representan la muerte. Es decir, no existe la intención de buscar una representación física en estas imágenes como se hace en los versículos Ecl 12:3-5. En lugar de esto, este versículo describe la destrucción de cuatro artículos importantes: una demostración del carácter definitivo de esta vida.
Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe
ARTÍCULO
La naturaleza humana
Ecl 12:6-7 Antes que la cadena de plata se quiebre, y se rompa el cuenco de oro, y el cántaro se quiebre junto a la fuente, y la rueda sea rota sobre el pozo; y el polvo vuelva a la tierra, como era, y el espíritu vuelva a Dios que lo dio.
De todas las criaturas que Dios hizo, el ser humano es con mucho la suprema y más compleja. Sin embargo, por causa del orgullo los seres humanos a menudo olvidan que Dios es su Creador, que son seres creados, y que por lo tanto son dependientes de Dios. Este ARTÍCULO examina la perspectiva bíblica sobre la naturaleza humana.
LA NATURALEZA HUMANA A LA IMAGEN DE DIOS.
(1) Las Escrituras declaran con claridad que la raza humana, por una especial decisión de Dios, fue creada a la imagen de Dios y conforme a su semejanza (Gén 1:26-27). Por lo tanto, Adán y Eva no fueron productos de la evolución (Gén 1:27; Mat 19:4; Mar 10:6; véase el ARTÍCULO LA CREACIÓN, P. 6 [Gén 1:1]). Por cuanto fueron creados a la semejanza de Dios, podían responder a Dios y tener comunión con El, y reflejar su amor, gloria y santidad (véase Gén 1:26, nota).
(2) Nótense al menos dos aspectos diferentes de la imagen de Dios en el género humano (véase Gén 1:26, nota): Adán y Eva poseían una semejanza moral con Dios, en que eran justos y santos (cf. Efe 4:24), con un corazón capaz de amar y de querer hacer lo que era bueno. Y poseían una semejanza con Dios en inteligencia, porque fueron creados con espíritu, mente, emociones y poder de elección (Gén 2:19-20; Gén 3:6-7; Gén 9:6).
(3) Cuando Adán y Eva pecaron, se alteró seriamente esa imagen de Dios en ellos, pero no se destruyó del todo,
(a) Es indudable que se alteró su semejanza moral con Dios cuando pecaron (cf. Gén 6:5), de modo que ya no eran perfectos ni santos, sino que ahora tenían una tendencia hacia el pecado que trasmitieron a sus hijos (cf. Gén 4:1-26; véase Rom 5:12, nota). El NT confirma la corrupción de la imagen de Dios cuando dice que los creyentes redimidos deben renovarse a la semejanza moral original de Dios (cf. Efe 4:22-24; Col 3:10).
(b) No obstante, los seres humanos pecadores todavía tienen muchos de los aspectos de la semejanza a Dios en inteligencia, con capacidad para la comunión y la comunicación con Él (cf. Gén 3:8-19; Hch 17:27-28). Esa dimensión de la imagen de Dios también fue dañada pero no totalmente borrada cuando Adán y Eva pecaron en el huerto del Edén (cf. Gén 9:6; Stg 3:9).
COMPONENTES DE LA NATURALEZA HUMANA. La Biblia revela que la naturaleza humana, hecha a la imagen de Dios, abarca tres componentes: el espíritu, el alma y el cuerpo (1Ts 5:23; Heb 4:12).
(1) Dios formó a Adán del polvo de la tierra (cuerpo), y sopló en su nariz aliento de vida (espíritu), y fue el hombre «un ser viviente» (Gén 2:7). Dios tenía el propósito de que al comer del árbol de la vida y al obedecer su mandamiento de no comer del árbol del conocimiento del bien y del mal, el género humano no moriría nunca, sino que viviría para siempre (cf. Gén 2:16-17; Gén 3:22-24). Sólo después que la muerte entró en el mundo como resultado del pecado humano se lee acerca de la separación de una persona en sus dos componentes: el polvo de la tierra y el espíritu que retoma a Dios (Gén 3:19; Gén 35:18; Ecl 12:7; Apo 6:9; véase el ARTÍCULO LA MUERTE, P. 678. [Job 19:25-26]). En otras palabras, la separación del cuerpo del espíritu y el alma es el resultado de la maldición de Dios sobre la raza humana por causa del pecado, algo que finalmente será reparado sólo en la resurrección del cuerpo en el día postrero (véase el ARTÍCULO LA RESURRECCIÓN DEL CUERPO, P. 1640. [1Co 15:35]).
(2) Pudiera definirse brevemente el alma (heb. nefesh; gr. psuje) como los aspectos no materiales de la mente, las emociones y la voluntad en la naturaleza humana que resultan de la unión del espíritu y el cuerpo. El alma junto con el espíritu humano sigue viviendo cuando muere una persona físicamente. El alma está tan estrechamente unida a la naturaleza humana interior de uno que a veces se emplea como sinónimo de «persona» (e.g., Lev 4:2; Lev 7:20; Hch 7:14; Rom 13:1). Pudiera definirse brevemente el cuerpo (heb. basar, gr. soma) como el componente material de una persona que vuelve al polvo cuando muere (a veces también se le llama «carne», Ecl 12:7). Pudiera definirse brevemente el espíritu (heb. ruaj; gr. pneuma) como el componente no material de la vida del ser humano, en que reside la capacidad espiritual y la conciencia; mediante ese aspecto es que se entra en mayor contacto con el Espíritu de Dios.
(3) De esos tres componentes que constituyen el «todo» de la naturaleza humana, sólo el espíritu y el alma son indestructibles y viven después de la muerte, ya sea en el cielo (Apo 6:9; Apo 20:4) o en el infierno (Mat 10:28; cf. Sal 16:10; Mat 16:26; Stg 5:20). Sin embargo, la Biblia insiste en que mientras estén vivos, los creyentes deben cuidar bien el cuerpo al mantenerlo libre de la inmoralidad y del pecado (Rom 6:6; Rom 6:12-13; 1Co 6:13-20; 1Ts 4:3-4) y al consagrarlo al servicio de Dios (Rom 6:13; Rom 12:1; véase el ARTÍCULO NORMAS DE MORALIDAD SEXUAL, P. 1794. [Heb 13:4]). También el cuerpo sufrirá transformación el día de la resurrección, de modo que la naturaleza humana sea plenamente redimida al fin y al cabo para los que están en Cristo Jesús.
LAS RESPONSABILIDADES DE LA NATURALEZA HUMANA. Cuando Dios creó a los seres humanos, les confió varias responsabilidades.
(1) Dios los hizo a su propia imagen para que El pudiera desarrollar una relación amorosa y personal con ellos por toda la eternidad y para que ellos lo glorificaran como Señor. Tanto deseaba Dios un pueblo que disfrutara de El, lo glorificara y viviera en justicia y santidad delante de El que, cuando Satanás tuvo éxito en tentar a Adán y a Eva para que se rebelaran contra Dios y le desobedecieran, el Señor prometió enviar a un Salvador para que redimiera al mundo (véanse Gén 3:15, nota, y el ARTÍCULO LA CREACIÓN, P. 6 [Gén 1:1]).
(2) Era la voluntad de Dios que los seres humanos lo amaran a Él sobre todas las cosas y amaran al prójimo como a sí mismos. Este doble mandamiento de amor resume toda la ley de Dios (Lev 19:18; Deu 6:4-5; Mat 22:37-40; Rom 13:9-10).
(3) También Dios estableció la institución del matrimonio en el huerto del Edén (Gén 2:21-24). Él tenía el propósito de que el matrimonio fuera monógamo, una relación vitalicia entre esposo y esposa (cf. Mat 19:5-9; Efe 5:22-33). Dentro del contexto del matrimonio, Dios le ordenó a la raza humana que fructificara y se multiplicara, y llenara la tierra (Gén 1:28; Gén 9:7). El hombre y la mujer debían reproducir descendencia piadosa en un contexto familiar, porque Dios considera una familia piadosa y la crianza de hijos dentro de las relaciones familiares saludables como una alta prioridad en el mundo (véase Gén 1:28, nota).
(4) También Dios les encargó a Adán y a todos sus descendientes que sojuzgaran la tierra y señorearan «en los peces del mar, en las aves de los cielos, y en todas las bestias que se mueven sobre la tierra» (Gén 1:28). Ya en el huerto del Edén a Adán se le dio la responsabilidad de cultivar y cuidar el huerto, y de dar nombre a los animales (Gén 2:15; Gén 2:19-20).
(5) Nótese que cuando Adán y Eva pecaron al comer de la fruta prohibida, parte de su dominio sobre el mundo lo perdieron y pasó a Satanás, que como «el dios de este siglo» (2Co 4:4) ahora domina este presente siglo malo (véase 1Jn 5:19, nota; cf. Gál 1:4; Efe 6:12; véase el ARTÍCULO LA PROVIDENCIA DE DIOS, P. 70. [Gén 45:5]). Pero Dios todavía espera que los creyentes cumplan su propósito divino cuidando bien su mundo, consagrándole todas las cosas en la tierra y administrando su creación de una manera que glorifique a Dios (cf. Sal 8:6-8; Heb 2:7-9).
(6) Por causa de la presencia del pecado en el mundo, Dios envió a su Hijo Jesucristo para redimir al mundo. La asombrosa tarea de llevar ese mensaje del amor redentor de Dios se le ha dado al pueblo de Dios, a quien Él ha llamado a ser testigo de Cristo y su salvación hasta lo último de la tierra (Mat 28:18-20; Hch 1:8) y a ser la luz y sal de la tierra (Mat 5:13-16).
Fuente: Biblia de Estudio Vida Plena
la cadena de plata se quiebre. Quizás esto ilustra una lámpara colgando de una cadena de plata, que se rompe con la edad, y la lámpara se rompe. Algunos sugieren que esto se refiere a la espina dorsal. cuenco de oro. Posiblemente esto se refiere al cráneo. cántaro … fuente … rueda. Los pozos precisaban de una rueda o polea para poder hacer descender el cántaro para recoger agua. Quizás esto describe la fuente de la sangre, el corazón. se quiebre … se rompa … se quiebre … sea rota. Todas estas acciones presentan la muerte como trágica e irreversible.
Fuente: Biblia de Estudio MacArthur
Aquí tenemos las imágenes de la muerte.
Fuente: Biblia de Estudio MacArthur
REFERENCIAS CRUZADAS
o 481 Jue 9:53
Fuente: Traducción del Nuevo Mundo
el hilo de plata…el cuenco de oro. La idea presentada aquí es la de un cuenco de oro atado con hilo de plata. Si se rompiera el hilo, el cuenco caería al suelo y se estrellaría. La rotura repentina del hilo recuerda el aspecto inesperado de la muerte.
el cántaro…la rueda. El cántaro es bajado al pozo sujeto a una rueda por una cuerda. Si se rompiera la cuerda, el cántaro se estrellaría contra el agua. Otra vez, se toma en cuenta el aspecto inesperado de la muerte.
Fuente: La Biblia de las Américas
la cadena de plata se quiebre. I.e., la pérdida de la fuente de la vida.
se rompa el cuenco de oro. I.e., el choque de la muerte.
el cántaro se quiebre junto a la fuente. I.e., la vida frágil se pierda.
la rueda sea rota sobre el pozo. I.e., el mecanismo que sostiene la vida se arruina.
Fuente: Biblia de Estudio Anotada por Ryrie
el cordón de plata… Prob. el hilo de la vida; el cuenco de oro… Prob. el cráneo; la rueda… Prob. el cuerpo como un todo. La rueda de la vida (la energía vital) que cae en el sepulcro.
Fuente: Biblia Textual IV Edición
Así en la versión gr. (Sept.); en heb., sea quitado
Fuente: La Biblia de las Américas
Prob. el hilo de la vida.
12.6 Prob. el cráneo.
12.6 Prob. el cuerpo como un todo.
12.6 Prob. la rueda de la vida (la energía vital) que cae en el sepulcro.