Comentario de Cantares 2:8 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

¡La voz de mi amado! El viene saltando sobre los montes, brincando sobre las colinas.

¡La voz de mi amado! Cnt 5:2; Jua 3:29; Jua 10:4, Jua 10:5, Jua 10:27; Apo 3:20.

Saltando. 2Sa 6:16; Isa 35:6; Jer 48:27; Luc 6:23; Hch 3:8; Hch 14:10.

sobre los montes. Isa 40:3, Isa 40:4; Isa 44:23; Isa 49:11-13; Isa 55:12, Isa 55:13; Luc 3:4-6.

Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico

saltando … brincando: Esta es la forma imaginaria en la que la novia recuerda la alegría que ella experimentó con la llegada de su esposo. Lo mismo es cierto de las palabras para él: el corzo … el cervatillo, animales que simbolizan virilidad.

ventanas … celosías: Esto es, Salomón estaba mirándola a través de una abertura en la pared.

Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe

Cnt 2:8-15; Cnt 3:1-5 : El segundo cantar está protagonizado casi íntegramente por la amada en el marco temporal de una jornada: al amanecer se la describe a la espera del amado (Cnt 2:8-9); después es requerida por su voz (Cnt 2:10) e invitada por él al encuentro amoroso con palabras que ella misma cita y evoca (Cnt 2:11-14); ya por la tarde se muestra expectante (Cnt 2:16-17); finalmente, llegada la noche, aparece lanzada a su búsqueda frenética (Cnt 3:1-3) que felizmente concluye en el abrazo apasionado (Cnt 3:4), paralelo al del primer cantar (ver Cnt 2:4; Cnt 2:6-7). Por sus valores poéticos sobresalen especialmente la descripción de la llegada de la primavera como tiempo del amor (Cnt 2:10-13) y la atrevida y dramática escena de la búsqueda nocturna (Cnt 3:1-4).

Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana

La visita del amado

8, 9 Aunque es verdad que el amor nunca debe ser estimulado equivocadamente, hay una compulsión respecto al verdadero amor. Cuando el momento es apropiado, el amado viene saltando y brincando. No puede esperar para volver a verla. Ella responde adecuadamente, gritando a quien quiera oír que él viene con la velocidad de un venado. Luego al llegar él mira por las ventanas, ansioso de verla, ansioso de hablarle.

10-13 No puede haber mejor tiempo del año para que expresen mutuamente su amor. Es la primavera, primavera en todo el sentido de la palabra. El ciertamente tenía la primavera en sus pasos cuando saltaba por las colinas para encontrarla. Ella tenía la primavera en su corazón al verle aproximarse y mirar a través de las ventanas con sus ansiosos ojos llenos de amor. ¡Qué tiempo para el amor! Las flores están brotando; las aves cantan sus propias canciones de amor; los frutales muestran su fruto; y el olor de las flores primaverales hace que el corazón palpite algo más ligero. No es sorprendente que el amor ha sido a menudo asociado con la primavera. Porque la primavera es el tiempo de nueva vida y vitalidad. ¿Y no debieran los cristianos anhelar una eterna primavera en su relación con Cristo? Del ser interior del creyente debieran correr ríos de agua viva. Nuevos frutos, nuevas flores y agradable fragancia debieran ser continuamente una expresión de nuestra vida con el Señor.

Todo se corona con la invitación a salir con su amado, los dos solos, a consumar su mutuo amor. Las palabras de la invitación son dichas dos veces, para énfasis (10, 13).

14, 15 El rey habla, y hay algo positivo y algo negativo en lo que dice. Positivamente, él busca una franqueza completa por parte de la Sulamita. Era característico de las palomas esconderse en las hendijas de las peñas para que nadie pudiese verlas u oírlas. Su pedido es que haya para él una revelación absoluta de toda su persona y carácter. Del mismo modo, nosotros debiéramos estar completamente abiertos a Cristo. Negativamente, él pide que cualquier cosa que pudiera echar a perder su relación (las zorras pequeñas) sea apresada y confrontada, no importa cuán pequeña pudiera parecer. Su amor mutuo debe ser puro y sin mezcla. Ya está floreciendo bellamente, ¡qué terrible si algo viniera a echar a perder la flor!

16, 17 Está llegando la culminación. Comprensible y bellamente comienza con una declaración de posesión mutua. Se pertenecen totalmente el uno al otro y, en cuanto se relaciona con su matrimonio, a ningún otro. Este es el modelo de Dios para el matrimonio, y en ese sentido de pertenecerse hay seguridad. El apacienta entre los lirios puede ser una referencia a la descripción que ella ha dado de sí mis ma como “un lirio del valle”. El encuentra su dehesa en aquella que él ama. Su último pedido en este párrafo es que estén toda la noche abrazados, hasta que raye el alba y el sol naciente haga que huyan las sombras. El pertenecerse total y espiritualmente tiene su expresión física.

Fuente: Nuevo Comentario Bíblico Siglo Veintiuno

REFERENCIAS CRUZADAS

p 48 Cnt 5:2; Jua 10:27; Rev 3:20

q 49 Rev 22:20

Fuente: Traducción del Nuevo Mundo

¡Una voz! La ansiedad de la espera termina al escuchar la voz del amado que viene (v. 5:2).

Fuente: La Biblia de las Américas