Comentario de Apocalipsis 21:15 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

El que hablaba conmigo tenía una caña de medir, de oro, para medir la ciudad, sus puertas y su muro.

21:15 — El que hablaba conmigo tenía una caña de medir, de oro, para medir la ciudad, sus puertas y su muro —

La gloria de esta «ciudad» merece que se mida con una caña de medir de oro.

Fuente: Comentario al Nuevo Testamento por Partain

una caña de medir, de oro. Apo 11:1, Apo 11:2; Éxo 40:3-5; Eze 41:1 etc; Zac 2:1.

Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico

La referencia a la caña de medir, de oro, para medir la ciudad recuerda a Eze 40:1-49; Eze 41:1-26, así como lo hace la referencia en Apo 11:1, Apo 11:2. La ciudad parece estar establecida en un cuadrado, puesto que la longitud, la altura y la anchura de ella son iguales. El cubo era símbolo de perfección en la antigüedad. El Lugar Santísimo en el tabernáculo del AT. y en el Templo tenía forma cúbica. Las medidas simétricas de la ciudad son tan grandes (doce mil estadios, alrededor de 2.240 km) y el muro es tan grueso (ciento cuarenta y cuatro codos, aproximadamente 67 metros) que casi sobrepasan la imaginación. Las imágenes indican que la ciudad es el lugar donde mora la presencia de Dios, tal como lo fueron el tabernáculo y el Templo. Es imposible estar seguros de si se deben aplicar medidas ordinarias en el estado eterno, aunque la referencia a medida de hombre (medida humana) puede indicar que sí.

Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe

caña de medir, de oro. Vea la nota sobre Eze 40:3. La caña tiene unos 3 m de largo y era un instrumento convencional de medida. medir la ciudad. Esta acción indica que el cielo pertenece a Dios y Él se dispone a medir lo que es suyo (cp. Apo 11:1; Eze 40:3).

Fuente: Biblia de Estudio MacArthur

21:15 — El que hablaba conmigo tenía una caña de medir, de oro, para medir la ciudad, sus puertas y su muro —
La gloria de esta «ciudad» merece que se mida con una caña de medir de oro.

Fuente: Notas Reeves-Partain

LA MEDICIÓN DE LA CIUDAD

Apocalipsis 21:15-17

Esta escena tiene un antecedente en Ez 40:3 .

(i) Debemos fijarnos en la forma de la ciudad. Era bastante corriente que las ciudades se edificaran en cuadrado; tanto Babilonia como Nínive eran así. Pero la Santa Ciudad no era simplemente cuadrada: era perfectamente cúbica: su longitud, su anchura y su altura eran iguales. Esto es significativo. El cubo es el símbolo de la perfección. Tanto Platón como Aristóteles se refieren al hecho de que en Grecia se decía que el hombre era «cúbico» (Platón, Protágoras 339 B; Aristóteles, Ética a Nicómaco 1.10.11; Retórica 3.11).

Lo mismo se daba entre los judíos. El altar de los holocaustos, el del incienso y el pectoral del sumo sacerdote tenían la forma de un cubo (Ex 27:1 ; Ex 30:2 ; Ex 28:16 ). Una y otra vez aparece esta forma en las visiones de la nueva Jerusalén y de su nuevo templo de Ezequiel (Ez 41:21 ; Ez 43:16 ; Ez 45:2 ; Ez 48:20 ). Pero, más importante aún: en el templo de Salomón, el Lugar Santísimo era un cubo perfecto (1R 6:20 ).

No deja lugar a dudas el simbolismo que se propone Juan. Trata de hacernos comprender que la totalidad de la Santa Ciudad es el Lugar Santísimo, la morada de Dios.
(ii) Debemos fijarnos en las dimensiones de la ciudad. Cada lado de la ciudad tiene doce mil estadios. Un estadio equivale a 180 metros; por tanto, cada lado tenía 2,160 kilómetros, el área de la ciudad era de 4,665,600 kilómetros cuadrados, y el volumen total de la ciudad era de 279,936,000 kilómetros cúbicos. La Jerusalén re-creada de los sueños rabínicos era ya bastante grande. Se decía que llegaría hasta Damasco y cubriría la totalidad de Palestina. Paro una ciudad como la Santa Ciudad llegaría casi desde Londres a Nueva York, y tendría aproximadamente la extensión del océano Atlántico Norte. No cabe duda que se nos quiere hacer ver que en la Santa Ciudad cabemos todos. Qué contraste con la tendencia humana a poner límites a las iglesias, a excluir a los que no creen o administran de la misma manera.

Es bastante sorprendente que las cosas son diferentes cuando se trata de la muralla. Tiene una altura de 144 codos, es decir, 64′ 80 metros, una altura muy considerable, pero no astronómica. La muralla de Babilonia tenía una altura de 90 metros, y los muros del Pórtico de Salomón del templo de Herodes, de 54 metros. No hay comparación entre la altura de la muralla y el tamaño de la ciudad. De nuevo encontramos aquí un simbolismo interesante. La muralla no puede ser para la defensa, porque todos los seres hostiles, humanos y espirituales, han desaparecido o han sido arrojados al lago de fuego. Lo único que se pretende de la muralla es que delimite el área de la ciudad; y el hecho de que sea relativamente baja muestra que la delimitación tiene una importancia relativa. Dios está mucho más interesado en incluir a más personas que en excluirlas. Y así debe ser Su Iglesia.

Fuente: Comentario al Nuevo Testamento

REFERENCIAS CRUZADAS

q 1052 Eze 40:3; Rev 11:1

r 1053 Eze 40:5

Fuente: Traducción del Nuevo Mundo

15 (1) Una caña se usa para medir, y se toman medidas cuando se va a tomar posesión ( Eze_40:5 ; Zac_2:1-2 ; Rev_11:1).

Dado que el oro representa la naturaleza de Dios, la caña de oro indica que la ciudad, sus puertas y su muro son medidas según la naturaleza de Dios. Todo lo que no concuerde con la naturaleza de Dios no puede pertenecer a la Nueva Jerusalén. Toda la ciudad, con sus puertas y su muro, puede pasar la medida y la prueba de la naturaleza de Dios; por consiguiente, puede ser Su posesión.

Fuente: Comentario Del Nuevo Testamento Versión Recobro

para medir…Eze 40:3.

Fuente: Biblia Textual IV Edición

Lit., una medida, una caña de oro

Fuente: La Biblia de las Américas

Lit. habla.

21.15 g Eze 40:3.

Fuente: La Biblia Textual III Edición