Jehovah favoreció a Sara, como había dicho. Jehovah hizo con Sara como había prometido,
Visitó Jehová a Sara. Gén 50:24; Éxo 3:16; Éxo 4:31; Éxo 20:5; Rut 1:6; 1Sa 2:21; Sal 106:4; Luc 1:68; Luc 19:44; Rom 4:17-20.
e hizo … como había hablado. Gén 17:19; Gén 18:10, Gén 18:14; Sal 12:6; Mat 24:35; Gál 4:23, Gál 4:28; Tit 1:2.
Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico
Nace Isaac, y es circuncidado, Gén 21:1-5.
Sara, Gén 21:6-7.
Isaac es destetado, Gén 21:8.
Agar e Ismael son expulsados, Gén 21:9-14.
Agar en aflicción, Gén 21:15-16.
El ángel le ofrece alivio y consuelo, Gén 21:17-22.
Abimelec, Gén 21:23-34.
Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico
Visitó Jehová a Sara: En la Biblia se enfatiza que la concepción proviene de Dios, o sea que los niños son un regalo del Señor (Sal 127:3). El verbo visitó esta extraordinariamente bien elegido, ya que nos indica que Dios se interna directamente en los asuntos de su gente. Y esto mismo fue lo que hizo con Sara.
Como había hablado: Esta oración habla de la perfecta realización de la promesa a Abraham (Gén 17:21) y a Sara (Gén 18:14).
Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe
21. Nacimiento de Isaac.
Nacimiento de Isaac (1-8).
1Visitó, pues, Yahvé a Sara, como le dijera, e hizo con ella lo que le prometió; 2y concibió Sara, y dio a Abraham un hijo en su ancianidad, al tiempo que le había dicho Dios. 3Dio Abraham el nombre de Isaac a su hijo, el que le nació de Sara. 4Circuncidó Abraham a Isaac, su hijo, a los ocho días, como se lo había mandado Dios. 5Era Abraham de cien años de edad cuando le nació Isaac, su hijo. 6Y dijo Sara: “Me ha hecho reír Dios, y cuantos lo sepan reirán conmigo.” 7Y añadió: “¿Quién había de decir a Abraham: Amamantará hijos Sara? Pues yo le he dado un hijo en su ancianidad.” 8Creció el niño, y le destetaron, y dio Abraham un gran banquete el día del destete de Isaac.
Por fin llega el ansiado cumplimiento de la promesa 1, pues visitó Yahvé a Sara, es decir, le otorgó su gracia y bendición2. El niño Isaac fue circuncidado al octavo día, como estaba prescrito en el pacto3. El nombre de Isaac es relacionado con la risa de Sara, según la etimología popular (Yisjaq: “Yahvé se rió”), que ya hemos visto4. Esta risa es fruto de la alegría, pero también es irónica, pues no deja de ser curioso tener hijos a tan avanzada edad. Sara se había reído de la promesa, porque no la había creído factible: “¿Quién había de decir a Abraham: Amamantará Sara hijos?” (v.7). Para celebrar el destete del niño hubo fiesta de familia y banquete (v.8). Todavía entre los nómadas se celebra con un banquete este suceso, a los dos o tres años de nacido el niño5. En el caso de Abraham existía un motivo especialísimo, pues Dios le había cumplido la promesa del vástago deseado.
Expulsión de Agar E Ismael (9-21).
9Y vio Sara al hijo de Agar, la egipcia, el que había ella parido a Abraham, burlándose (de su hijo Isaac); 10y dijo a Abraham: “Echa a esa esclava y a su hijo, pues el hijo de una esclava no ha de heredar con mi hijo, con Isaac.” 11Muy duro se le hacía esto a Abraham, por causa de su hijo; 12pero le dijo Dios: “No te dé pena por el niño y la esclava; haz lo que te dice Sara, que es por Isaac por quien será llamada tu descendencia. 13También al hijo de la esclava le haré un pueblo, por ser descendencia tuya.” 14Se levantó, pues, Abraham de mañana y, cogiendo pan y un odre de agua, se lo dio a Agar, poniéndoselo a la espalda, y con ello al niño, y la despidió. Ella se fue y erraba por el desierto de Bersabé. 15Se acabó el agua del odre, y echó al niño bajo un arbusto, 16y fue a sentarse frente a él a la distancia de un tiro de arco, diciéndose: “No quiero ver morir al niño”; y se sentó enfrente del niño, que lloraba en voz alta. 17Oyó Dios al niño, y el ángel de Dios llamó a Agar desde los cielos, diciendo: “¿Qué tienes, Agar? No temas, que ha escuchado Yahvé la voz del niño, que ahí está. 18Levántate, toma al niño y cógele de la mano, pues he de hacerle un gran pueblo.” 19Y abrió Dios los ojos de Agar, haciéndola ver un pozo, adonde fue y llenó el odre de agua, dando de beber al niño. 20Fue Dios con el niño, que creció y habitó en el desierto, y de mayor fue arquero. 21Habitó en el desierto de Farán, y su madre tomó para él mujer de la tierra de Egipto.
La historia se continúa y la poligamia continúa dando sus frutos. Sara, ya madre de un hijo, que, según el derecho, ha de ser el heredero único de su padre, no ve con buenos ojos en su casa al hijo de la esclava y pide al marido que le eche de casa junto con su madre. La ley de Hammurabi no autoriza esto 6, pero establece que el hijo de la esclava no podía heredar a su padre, el cual sólo está autorizado para hacerle los legados que le plazca. Los herederos serán sólo los hijos de la esposa7. No obstante, si el padre en vida les dijo: “Vosotros sois mis hijos,” entonces se los considerará como hijos de la esposa para los efectos hereditarios, pues partirán los hijos de la esposa y esos de la esclava, declarados hijos del padre, la herencia por igual8. En cambio, si el padre en vida no ha dicho a los hijos de la esclava: “Vosotros sois mis hijos,” éstos, después de la muerte del padre, no tendrán derecho a la herencia, sino que serán declarados libres con su madre la esclava9. Es justamente lo que quiere Sara al echar a Agar, pues tiene miedo que Abraham declare a Ismael “hijo suyo,” con derecho a la herencia10. Pero, en el caso de Abraham, el autor sagrado trata de presentarnos a Isaac no tanto como el heredero de su hacienda cuanto de las promesas mesiánicas, de las que el padre era depositario11.
Sin embargo, Ismael es también hijo de Abraham, y, en atención a éste, Dios le prometió también una bendición muy estimada de todo oriental: le hará un gran pueblo12. Abraham sentía cariño hacia su hijo, pero por indicación divina accedió al deseo de Sara. Siempre el patriarca vive de la fe y de la Providencia divina, y aquí cumple sus misteriosos planes en contra del afecto de su corazón (v.12)13. Amonestado por Dios, y viendo en ello misteriosos designios, y para conservar la paz doméstica, el patriarca expulsa a Agar de casa, dándole como viático pan y un odre de agua para las primeras necesidades, dejando lo demás a la providencia divina. En el v.14 se dice que le puso el hijo sobre las espaldas de Agar; pero sabemos por 16:21 y 21:5 que Ismael tenía ya diecisiete años. Otra anomalía planteada por el documento es que, según éste, Ismael asistió al entierro de Abraham con Isaac, lo que supone que no fue expulsado de la casa paterna14. Estas anomalías muestran la diversidad en los detalles de tradiciones que flotaban en el ambiente.
La escena de Agar por el desierto con su hijo al hombro es sumamente emotiva. Cansada de caminar y agotadas las provisiones de comida y de agua, se echa bajo un arbusto lejos de su hijo, para no verle agonizar de sed y de hambre (v.15). Según el TM, Agar se puso a llorar, mientras que, según los LXX, es el niño el que llora. Podemos suponer que han sido los dos. Dios oyó los gritos de ambos15, y por su ángel le comunicó a la madre que la habría de ayudar. Agar debe seguir su ruta, pues Dios suscitará de su hijo un gran pueblo (v.19). Reanimada, vio cerca un pozo de agua, donde pudo calmar su sed y la de su hijo. Después el autor sagrado dice que Ismael creció en la dura vida del desierto, llegando a ser un arquero (v.20). La tribu de Cedar, descendiente de Ismael, era famosa por sus “arqueros.”16 En otra ocasión, el ángel había dicho que Ismael sería un “onagro de hombre.”17 Es la definición del beduino independiente, que vive de la razzia y de la astucia. Ismael se casó con una egipcia, como su propia madre. Los moradores del desierto de Farán, donde habitaba (al sudeste de Cades), tenían relaciones con los habitantes limítrofes de Egipto.
Algunos autores han propuesto que este relato de la expulsión de Agar con su hijo es un duplicado, según otro documento, de la expulsión de Agar confortada por el ángel, narrada en 16:1-14. Se dan muchas semejanzas: ambas parecen querer explicar el nombre de Ismael18 y su género de vida, como antepasado de los belicosos beduinos19; los mismos personajes: Sara, Abraham, Agar y el ángel consolador. Pero hay también divergencias en ambos relatos, que para muchos comentaristas son una prueba de diferentes episodios de la misma vida de Agar.
Valor Profético del Relato.
Para entrar en la mente del autor sagrado en esta historia de los hijos de Abraham, es preciso tener en cuenta que su intención era mostrar la voluntad de Dios en los orígenes del pueblo escogido. Dios había prometido a Abraham que su descendencia poseería la tierra de Canaán. Además, que esta descendencia sería fuente de bendiciones para todos los pueblos. Finalmente, que esta descendencia formaría el pueblo de Dios, así como Dios será el Dios de esa descendencia. Pero ¿quiénes son los que constituyen la descendencia del patriarca? ¿Será Ismael, su primogénito, Isaac, que vino después, o aquellos otros que luego nos cuenta nacidos de Quetura? Atendiendo a las leyes humanas, habría mucha materia de discusión. El autor sagrado nos va mostrando que la ley por la que esta herencia se atribuye es la voluntad de Dios. Pues su voluntad es la que excluye a Ismael, aunque, en atención a los méritos del padre, se le promete llegar a ser padre de una prole numerosa20. Tampoco se cuentan los otros hijos de Abraham, que luego se mencionan21. El heredero señalado por Dios es Isaac; él es el hijo de la promesa. Según el derecho babilónico, sería preferido por la condición de su madre; pero luego veremos que Esaú es excluido a pesar de ser hijo de Rebeca como Jacob; y, en cambio, los hijos de éste son admitidos todos a la herencia paterna, no obstante ser varios hijos de esclava. Todo esto es para que aparezca, por encima de las razones humanas, la elección libre de Dios. San Pablo verá en esta historia la ley que se extenderá a la elección mesiánica, y verá figurada en la descendencia de Agar, la esclava, la nación israelita, que, aferrada a la Ley mosaica y a su historia, rechazó la libertad del Evangelio, y como hijos de Sara, la esposa libre, a los que con la fe abrazaron el Evangelio para formar el pueblo mesiánico, continuador de aquellos que en los siglos pasados, imitando la conducta de su padre Abraham, preferían la fe a la letra de la Ley, o procuraban informar la letra de la Ley con el espíritu de la fe22. Con estas consideraciones se resolverán fácilmente las dificultades que ofrece la historia del patriarca y se entenderán las razones de la voluntad divina, por la que el autor sagrado se guía en la narración de su historia.
Alianza de Abraham con Abimelec (22-34).
22Sucedió por entonces que Abimelec y Picol, jefe de su ejército, dijo a Abraham: “Dios está contigo en todo cuanto haces. 23Júrame, pues, ahora por Dios que no has de engañarme a mí ni a mis descendientes, y que, como te favorecí yo a ti, así harás tú conmigo y con la tierra por donde andas.” 24Y dijo Abraham: “Te lo juro.” 25Pero reconvino Abraham a Abimelec por causa de un pozo de aguas de que se habían apoderado los siervos de Abimelec, 26y contestó Abimelec: “No sé quién haya hecho eso; tú tampoco me habías dicho nada de ello, y nada he sabido hasta ahora.” 27Tomó, pues, Abraham ovejas y bueyes y se las dio a Abimelec, e hicieron entre ambos alianza. 28Apartó Abraham siete corderas del rebaño, 29y le preguntó Abimelec: “¿Para qué son esas siete corderas que has apartado?” 30Abraham le contestó: “Para que las recibas de mi mano y me sirvan de prueba de que he abierto este pozo.” 31Por eso se llamó aquel lugar Bersebá, 32porque allí juraron ambos, e hicieron alianza en Bersebá. Y se levantó Abimelec y Picol, jefe de su ejército, y se volvieron a la tierra de los filisteos. 33Abraham plantó en Bersebá un tamarindo, e invocó allí el nombre de Yahvé, el Dios eterno, 34y anduvo mucho tiempo Abraham por tierra de los filisteos.
Este Abimelec debe de ser el mismo de que se habla en el capítulo precedente, y sin duda también el mismo del c.26. Ya hemos visto en el c.14 cómo Abraham, acomodándose a la costumbre que siguen aún las tribus nómadas, se ligaba con los pueblos vecinos mediante alianzas para defenderse de posibles enemigos. Aquí la alianza es solicitada por Abimelec, el cual reconoce que Dios está con Abraham y le colma de bendiciones. No estará mal aliarse con personaje tan protegido por la divinidad23. Al presentarse Abimelec con el jefe del ejército, es que está dispuesto a acudir a las armas, si es necesario, para llegar a un acuerdo con Abraham sobre los intereses recíprocos. Le pide que en nombre de su Dios le jure que no le volverá a engañar, como lo hizo con ocasión de Sara. Además, debe prometer ser benevolente con los suyos, como Abimelec ha sido con Abraham y los suyos al entrar en aquella tierra. El patriarca accede a ello. Después la narración se centra en torno a un altercado entre ambos a propósito de los derechos sobre un pozo de aguas. Es el litigio habitual entre los jeques nómadas. Un pozo es la riqueza única de la estepa, y por eso los nómadas tienen regulado por derecho consuetudinario el uso alternativo del mismo. Abimelec acepta las protestas del patriarca y se excusa diciendo que no sabe nada. Y así, para asentar sobre buena base la amistad futura, es preciso acabar con las cuentas pendientes. En señal de sinceridad de su juramento, Abraham ofreció un obsequio de siete corderas (v.30). Con motivo de las alianzas era costumbre cambiarse regalos24. Al aceptar este regalo, Abimelec reconocía el derecho de Abraham sobre el pozo. Después el autor sagrado declara que aquel lugar se llamó Bersebá o Bersabé, que significa “pozo del juramento” – Ber-saba – o “pozo de las siete” -Ber-seba. En el texto actual hay como dos etimologías diferentes: una que deriva el nombre de saba – juramento, y otra de seba – siete. Sin duda que el autor bíblico quiere poner en claro que los pozos de Bersabé pertenecen a la descendencia de Abraham desde los tiempos patriarcales, frente a las reclamaciones de otros pueblos. En la tradición bíblica, el nombre de Bersabé quedará como límite meridional de la tierra prometida: “Desde Dan hasta Bersabé.”25 Abraham plantó allí un tamarindo como recuerdo, a cuya sombra vendrá Samuel a administrar justicia26. Abraham invocó allí a “Dios eterno” (v.33). Esta designación de El Olam, que puede traducirse “Dios eterno” o “Dios del mundo,” puede ser un epíteto de la divinidad local de Bersabé, cuyo título fue añadido al Dios de Abraham, como había ocurrido en otros santuarios con las expresiones El Saday27, El Elyon28 y El Roi29. Abraham habitó en aquella zona, y en la parte costera del territorio que había de ser ocupado más tarde por los “filisteos” (v.34). Aquí la mención de “país de los filisteos” parece una anticipación literaria del redactor posterior, ya que los filisteos no ocupan el litoral palestiniano hasta el siglo XII a.C.
1 Gen 18:10; Gen 18:14; Gen 17:15-19. – 2 Cf. 1Sa 2:21; Luc 1:68. – 3 Gen 17:22. – 4 Véase com. a Gen 17:17 y 18:12. – 5 Cf. 1Sa 1:22; 2Ma 7:27. Véase A. Jaussen, Coutumes des Arabes p.29. – 6 Cod. de Hammur. art.140. – 7 Ibid., art.171. – 8 Ibid., art.170. – 9 Ibid, art.171. – 10 San Pablo equipara a la suerte de Isaac la de los cristianos, herederos de las promesas: Rom 9:7. – 11 Cf. Rom 9:6-9; Gal 4:28s. – 12 Gen 17:18. – 13 Cf. Heb 11:18. – 14 Cf. Gen 25:9. – 15 En la expresión “Oyó Dios” (yisma Elohim) parece haber una alusión al significado de Ismael. – 16 Cf. Gen 25:13; Isa 21:16. – 17 16:12. Gén – 18 16:12 y 21:11. – 19 Gen 16:12 y 21:20. – 20 Gen 25:12-18. – 21 Gen 25:1-7. – 22 Rom 9:6-9; Gal 4:28; Heb 11;1s. – 23 También en este fragmento hay indicios de diversas fuentes; se repiten algunas cosas, y se dan dos etimologías de Bersabé. Se atribuyen al elohísta: v.22-24; 27; 31; al yahvista: v.25-26.28-30.323.33. El v.34 parece adición posterior, pues se menciona a los filisteos. – 24 Cf. 1Re 15:19; Isa 30:6; Ose 12:2. – 25 Cf. Jue 20:1; 1Sa 3:20; 2Sa 3:10; 1Re 5:5; 2Cr 30:5. – 26 Cf. 1Sa 8:2. – 27 Gén 16:1s. – 28 Gen 14:18-22. – 29 Gen 16:13.
Fuente: Biblia Comentada
Visitó Jehová a Sara. A la anciana pareja (vv. Gén 21:2; Gén 21:5; Gén 21:7) les nació un hijo, exactamente como les había sido prometido, y la espera de veinticinco años llegó finalmente a su fin, con la risa de la incredulidad dando paso al regocijo (v. Gén 21:6). Había terminado la esterilidad de Sara (Gén 11:26).
Fuente: Biblia de Estudio MacArthur
La genealogía de Taré (v. Gén 11:27).
Fuente: Biblia de Estudio MacArthur
— favoreció: Lit. visitó. Ver nota a Luc 1:68.
Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana
Se separan Isaac e Ismael
El nacimiento de Isaac se describe en forma sorprendentemente breve si lo comparamos con el espacio dedicado a la falta de un niño de Sara en lo relatado hasta ahora. Sin embargo, el triple recordatorio en los vv. 1, 2 (como había dicho … como había prometido … en el tiempo que Dios le había indicado) subraya la importancia del nacimiento. Sin un hijo, no se podía cumplir ninguna de las promesas a largo alcance que se habían hecho a Abraham (tierra, descendientes numerosos, bendición de las naciones). El nacimiento de Isaac a una pareja increíblemente anciana prueba la confiabilidad de las promesas de Dios y que nada es “cosa difícil” para el Señor (18:14). Así como se le había instruido (17:12), Abraham circuncidó a Isaac al octavo día después del nacimiento.
La risa de Sara expresó su alegría ante el nacimiento de Isaac y muestra lo apropiado de su nombre (“Isaac” significa “él ríe”; cf. 17:19). Desafortunadamente, el gozo de ella se tornó en amargura cuando vio a Ismael burlándose (lit. “isaqueando”) de Isaac. No es claro qué es lo que estaba haciendo el muchacho mayor. (Ismael debe haber tenido por lo menos 15 años en esta época, dado que el destete en la época bíblica ocurría cuando los niños tenían entre dos y tres años.) Pero parece probable que Ismael se estaba burlando de la posición de Isaac como heredero de Abraham. Por lo tanto, era culpable de desdeñar a Abraham y a su heredero; como el relato ya lo ha indicado con el rey de Sodoma, este era un asunto serio (12:3; 14:21). De modo que Dios apoyó la demanda petulante de Sara en cuanto a la expulsión de Ismael (10-12). Abraham, sin embargo, estaba muy apegado a Ismael (cf. 17:18) y se enojó mucho (preocuparon muchísimo es una manera muy suave de expresarlo) ante la propuesta de Sara (12). Sólo la afirmación de Dios de que Ismael sería una gran nación persuadió a Abraham para despedir a Agar y a Ismael, con tanta comida y agua como pudieron llevar.
Pronto se acabaron la comida y el agua; estaban perdidos y al borde de la muerte. Ismael comenzó a orar, quizá lamentando su comportamiento que lo había llevado a su expulsión. Su oración fue oída; un ángel del Señor (cf. 16:7-11) llamó a Agar, repitiendo las promesas (18) e indicando una fuente de agua.Como resultado, sus vidas fueron salvadas. Una vez más se demuestra lo adecuado del nombre Ismael (“Dios oye”); de la misma manera se muestra la disposición de Dios para responder a las oraciones de aquellos cuya necedad los conduce a senderos difíciles, si es que se vuelven a Dios en arrepentimiento. Al mismo tiempo, la posición de Isaac como el único hijo por medio del cual se cumplirían las promesas se convierte en algo inescapable.
Notas. 14 Beerseba está a unos 80 km. al sur de Jerusalén. 21 El desierto de Parán, el desierto más grande al sur de Canaán, cubre la mayoría de la península del Sinaí, el Néguev y el Arabá.
Fuente: Nuevo Comentario Bíblico Siglo Veintiuno
21.1-7 ¿Quién podía creer que Abraham tendría un hijo a los cien años de edad, y vivir para criarlo hasta la adultez? Sin embargo, hacer lo imposible es el oficio cotidiano de Dios. Nuestros grandes problemas no parecerían tan imposibles si permitiéramos que Dios los manejara.21.7 Después de repetidas promesas, una visita de dos ángeles, y la aparición de Dios mismo, Sara finalmente gritó con sorpresa y gozo al nacer su hijo. Debido a su duda, preocupación y temor, perdió la paz que pudo haber sentido cuando se cumplió la promesa maravillosa que Dios le había hecho. La forma de dar paz a un corazón atribulado es concentrarse uno en las promesas de Dios. Confíe que El cumplirá lo prometido.21.18 ¿Qué le sucedió a Ismael, y quiénes fueron sus descendientes? Ismael llegó a ser gobernador de una gran tribu o nación. Los ismaelitas eran nómadas que vivían en el desierto del Sinaí y Parán (al sur de Israel). Una de las hijas de Ismael se casó con Esaú, el sobrino de Ismael (28.9). La Biblia dice que eran hostiles con Israel y con Dios (Psa 83:6).ISAACUn nombre es algo bien importante. Te distingue de los demás. Evoca recuerdos. Cuando oímos el nuestro, nos llama la atención dondequiera que estemos.Muchos nombres bíblicos logran aun mucho más. Eran por lo general descripciones de hechos importantes del pasado y las esperanzas del futuro para uno. El nombre Isaac, «risa», debe haber provocado a Abraham y Sara muchísimos sentimientos cada vez que lo pronunciaban. En ocasiones debe haber traído a la memoria la risa nerviosa de Sara cuando Dios les anunció que serían padres a su avanzada edad. En otras ocasiones, debe haberles hecho volver a sentir el gozo de recibir la respuesta tan esperada a la oración por un hijo. Pero aún más importante, era el testimonio del poder de Dios al hacer realidad su promesa.En una familia de emprendedores vigorosos, Isaac era tranquilo y no le gustaba meterse en las cosas ajenas a menos que se le pidiera que actuara. Desde que Sara echó a Ismael hasta que Abraham arregló su matrimonio con Rebeca, Isaac fue el hijo consentido.En su propia familia, Isaac tenía la posición de patriarca, pero Rebeca tenía el poder. En lugar de mantenerse firme, Isaac halló más fácil transigir o mentir para evadir las disputas.A pesar de estas fallas, Isaac fue parte del plan de Dios. El modelo que su padre le había dado incluía un gran regalo de fe en el único Dios verdadero. La promesa de Dios de crear una gran nación a través de la cual serían bendecidas todas las naciones del mundo pasó a través de Isaac a sus dos hijos mellizos.Por lo general no es muy difícil identificarnos con Isaac en sus debilidades. Pero considere por un momento que Dios obra en su pueblo a pesar de las fallas y, a menudo, por medio de ellas. Cuando usted ore, ponga en palabras su deseo de estar disponible para Dios. Descubrirá que la disposición de Dios a utilizarlo es aún mayor que el deseo que tiene usted de ser utilizado.Puntos fuertes y logros :– Fue el fruto del milagro que ocurrió en Sara cuando tenía noventa años y en Abraham cuando tenía cien– Fue el primer descendiente en cumplimiento de la promesa que Dios hizo a Abraham– Parece que fue un esposo responsable y cuidadoso, al menos hasta que sus hijosnacieron– Demostró una gran pacienciaDebilidades y errores :– Bajo presión tenía la tendencia a mentir– En los conflictos evitaba los pleitos– Tenía favoritismos entre sus hijos y esto lo alejó un tanto de su esposaLecciones de su vida :– La paciencia siempre trae su recompensa– Tanto los planes de Dios como sus promesas son más grandes que la gente– ¡Dios cumple sus promesas! Permanece fiel aun cuando seamos infieles– El tener favoritismos provoca conflictos en la familiaDatos generales :– Dónde: El área llamada Neguev, al sur de Palestina, entre Cades y Shur (Gen 20:1)– Ocupación: Próspero ganadero– Familiares: Padres: Abraham y Sara. Medio hermano: Ismael. Esposa: Rebeca.Hijos: Jacob y EsaúVersículo clave :»Respondió Dios: Ciertamente Sara tu mujer te dará a luz un hijo, y lo llamarás Isaac; y confirmaré mi pacto con él y como pacto perpetuo para sus descendientes después de él» (Gen 17:19).La historia de Isaac se relata en Génesis 17.15-35.29. También se menciona en Rom 9:7-8; Heb 11:17-20; Jam 2:21-24. 21.31 Beerseba, la ciudad que estaba más al sur de Israel, localizada a orillas de un gran desierto, se extendía por el sudoeste hasta Egipto y por el sur hasta el monte Sinaí. La frase «desde Dan hasta Beerseba» se usaba a menudo para describir los límites tradicionales de la tierra prometida (2Sa 17:11). Abraham se estableció allí debido a que Beerseba estaba ubicada al sur y existían varios pozos en esa área. Además Beerseba era la tierra de Isaac, el hijo de Abraham.Abraham e Isaac viajaron de 80 a 100 km de Beerseba al monte Moriah en aproximadamente tres días. Fueron unos días muy difíciles para Abraham, ya que iba en camino a sacrificar a su amado hijo Isaac.
Fuente: Comentarios de la Biblia del Diario Vivir
REFERENCIAS CRUZADAS
a 811 Gén 18:10
Fuente: Traducción del Nuevo Mundo
Lit., hablado
Fuente: La Biblia de las Américas
[=] *Gn 17:16 *Gn 18:9
Fuente: Notas de la Biblia Latinoamericana
[2] Gal 4, 23; Hebr 11, 11.[4] Gen 17, 10-12; Luc 2, 21.[10] Gal 4, 30.[12] Rom 9, 7; Hebr 11, 18.