Entonces Jehovah habló a Moisés y le dijo:
Dios exigió que el pueblo se alejara de las tiendas de los rebeldes y así lo hizo. Coré, Datán y Abiram fueron aislados en sus tiendas con sus familias. Parece que Coré abandonó a los otros 250 rebeldes y estaba ahora al lado de Datán y Abiram en maligna solidaridad.