“‘Cuando pequéis por inadvertencia y no cumpláis todos estos mandamientos que Jehovah ha dado a Moisés
Y cuando errareis. Lev 4:2, Lev 4:13, Lev 4:14, Lev 4:22, Lev 4:27; Lev 5:13, Lev 5:15-17; Sal 19:12; Luc 12:48.
Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico
si el pecado fue hecho por yerro con ignorancia: Algunos sacrificios se ofrecían a favor de toda la nación, porque siempre existía la posibilidad de un pecado sin intención o por ignorancia en la vida del pueblo. Tales pecados podían cometerse por el pueblo en general (vv. Núm 15:24-26) o por una sola persona (vv. Núm 15:27, Núm 15:28).
Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe
cuando errareis. Las ofrendas por yerro se prescribían siempre que se desobedecieran involuntariamente algunos de los mandamientos del Señor, esto es, por descuido u omisión no intencionados. En los vv. Núm 15:24-26 se describen las ofrendas por toda la comunidad. En los vv. Núm 15:27-29 se describen las ofrendas para la persona individual que pecase sin intención.
Fuente: Biblia de Estudio MacArthur
Lev 4:22 ss.
Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana
Errores y pecado deliberado. Las leyes anteriores confirman la promesa de Dios acerca de Canaán, mientras que esta sección trata con el obstáculo del pecado. Hay una distinción primordial entre fallar inadvertidamente (error) y pecar deliberadamente (la expresión idiomática en heb. dice: “con mano alta”). El fracaso inadvertido es un pecado cometido sin conciencia de ello; se hace sin darse “cuenta de ello” (v. 24), ya sea por la comunidad como un todo o individualmente (v. 27). El perdón estaba disponible para un pecado como tal, y otra vez también se aplica al extranjero. El perdón se aplicaba cuando el pecado no era cometido deliberadamente. No había posibilidad de perdón para ninguna persona que pecara con altivez (vv. 30, 31).
La distinción que se hace aquí corre por toda la Biblia. La blasfemia contra el Espíritu Santo no puede ser perdonada ni en la presente edad ni en la eternidad (Mat. 12:22-32). Este pecado involucra rechazar el testimonio del Espíritu respecto de Cristo. Por supuesto, Cristo Jesús advirtió a los judíos que no creían en él que su culpa permanecía porque ellos decían no tener conocimiento alguno (Juan 9:39-41). Su pecado era la incredulidad; el rehusar creer en el Hijo de Dios. Otras advertencias en cuanto a la imposibilidad de ser restaurados se encuentran en Heb. (Heb. 6:4-8) y Juan nos prohíbe orar por un pecado semejante, el cual conduce a la muerte (1 Jn. 5:13-17). Todo este asunto es de vital importancia para el pueblo de Dios en cualquier tiempo. Esto nos estimula a crecer en la fe y a “despojarnos de la vieja naturaleza” con su espíritu quejumbroso y de incredulidad.
Fuente: Nuevo Comentario Bíblico Siglo Veintiuno
REFERENCIAS CRUZADAS
u 828 Sal 19:12; Stg 4:17
Fuente: Traducción del Nuevo Mundo
Estos versículos describen las ofrendas indicadas cuando uno pecaba por yerro o ignorancia.