Jehovah habló a Moisés diciendo:
la ofrenda de la era: Al principio de la cosecha, el segador tenía que reconocer que su producto era un don de Dios. Con la primera torta hecha de los primeros granos de la estación, el adorador agradecía a Dios como el dador de todas las dádivas buenas.
Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe
Esta normativa pertenecía a la ofrenda de las primicias de la siega. Cuando el pueblo entrase en la tierra de Canaán y comenzase a gozar de sus frutos, debían mostrar su devoción al Señor presentándole al Señor una torta horneada de las primeras espigas segadas.
Fuente: Biblia de Estudio MacArthur
Estos versículos forman la segunda sección de este capítulo y tratan de las ofrendas por los pecados inadvertidos (vers. 17– 29) y también por los que pecan deliberadamente (vers. 30– 36).
Fuente: La Biblia de las Américas
[.] La invitación a ofrecer las primicias del pan, o sea, los primeros panes de la cosecha. El pueblo de Dios será pueblo bien educado y cortés, que no come sin dar gracias ni se sirve primero, sino que ofrece al levita o al pobre la primera parte, lo que es ofrecerla a Dios. 37. El hilo de color púrpura violeta se podría asemejar a las insignias que mucha gente hoy lleva. Signo exterior que vale en la medida en que corresponde a una disposición interior. Jesús se conformó con esta prescripción (Mt 9,20), pero critica a los que llevan grandes flecos para aparentar (Mt 23,5).