El que venza heredará estas cosas; y yo seré su Dios, y él será mi hijo.
21:7 — El que venciere heredará todas las cosas, y yo seré su Dios, y él será mi hijo — El que… cosas — Todas las promesas hechas a las siete iglesias de Asia (capítulos 2 y 3) fueron hechas a «vencedores». Véase también 12:11. Como Cristo venció (3:21; Jua 16:33), el cristiano por su fe vence (1Jn 5:4). La herencia (Mat 25:34) es solamente para vencedores.Fuente: Comentario al Nuevo Testamento por Partain
El que venciere. Apo 2:11, Apo 2:17, Apo 2:25.
heredará todas las cosas. 1Sa 2:8; Pro 3:35; Isa 65:9; Mat 19:29; Mat 25:34; Mar 10:17; 1Co 3:21-23; 1Pe 1:3, 1Pe 1:4; 1Pe 3:9.
y yo seré su Dios. Apo 21:3; Zac 8:8; Rom 8:15-17; Heb 8:10; 1Jn 3:1-3.
Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico
El que venciere no sólo heredará las promesas específicas de la Iglesia en Apo 2:7, Apo 2:11, Apo 2:17, Apo 2:26-28; Apo 3:5, Apo 3:12, Apo 3:21, sino todas las cosas. La parte más maravillosa de esta herencia es que el creyente será un hijo (una persona que es heredero legítimo) de Dios por siempre. La calidad de hijo, como concepto, abarca más que una relación que se basa en tener la misma naturaleza. Es un honor especial asociado con el pacto de David, que incluye una intimidad privilegiada y una autoridad de gobernar (2Sa 7:14). Aunque la adopción como un hijo es toda de gracia (Gál 4:5) y todos los cristianos son hijos adoptivos en virtud del nacimiento espiritual, no todos los hijos cumplen los requerimientos de un estado tan elevado (Mat 5:9, Mat 5:43-45). Una persona puede ser hijo y no necesariamente comportarse como hijo. Un hijo verdadero muestra una vida de obediencia (Jer 7:23; Jer 11:4). La disposición para ceder ante la dirección del Espíritu Santo es característica de los hijos de Dios (Rom 8:4).
Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe
EL QUE VENCIERE. Dios dice que las bendiciones del nuevo cielo y la nueva tierra las recibirán los que fielmente perseveren como vencedores de Cristo (véase Apo 2:7, nota). Los que no venzan el pecado y la impiedad serán arrojados al lago de fuego (véase la nota que sigue).
Fuente: Biblia de Estudio Vida Plena
El que venciere. Cp. 1Jn 5:4-5. Cualquiera que ejerza fe salvadora en Jesucristo (vea la nota sobre Apo 2:7). heredará. La herencia espiritual que todos los creyentes recibirán (1Pe 1:4; cp. Mat 25:23) es la plenitud de la nueva creación. Cp. Rom 8:16-17.
Fuente: Biblia de Estudio MacArthur
21:7 — El que venciere heredará todas las cosas, y yo seré su Dios, y él será mi hijo —
— El que… cosas — Todas las promesas hechas a las siete iglesias de Asia (capítulos 2 y 3) fueron hechas a «vencedores». Véase también 12:11. Como Cristo venció (3:21; Jua 16:33), el cristiano por su fe vence (1Jn 5:4). La herencia (Mat 25:34) es solamente para vencedores.
— y yo seré… hijo — Véase versículo 3, comentario. Se simboliza la relación eterna con Dios en el cielo.
Fuente: Notas Reeves-Partain
LA GLORIA Y LA DESHONRA
Apocalipsis 21:7-8
El que salga victorioso entrará en posesión de estas cosas, y Yo seré su Dios y él será Mi hijo; pero en cuanto a los cobardes, los infieles, los contaminados, los asesinos, los inmorales, los hechiceros, los idólatras y todos los mentirosos -su parte será el lago ardiendo con fuego y azufre, que es la segunda muerte.
La bienaventuranza no es para todo el mundo, sino solo para los que se mantienen fieles cuando todo se confabula para que abandonen su lealtad.
A esa persona le hace Dios la mayor de todas las promesas: «Yo seré su Dios y él será Mi hijo.» Esta promesa, u otra muy parecida, se hizo en el Antiguo Testamento a tres personas diferentes. La primera fue Abraham: «Establecerá Mi pacto contigo -le dijo Dios- y con tus descendientes… para ser tu Dios y el de tus descendientes» Ge 17:7 ). La segunda se le hizo al hijo que había de heredar el reino de David: «Yo seré su Padre -dijo Dios- y él será Mi hijo» (2S 7:14 ). La tercera se hizo en un Salmo que los maestros judíos interpretaron siempre que se refería al Mesías: «Yo también le pondré por primogénito, el más excelso de los reyes de la tierra» Sal 89:27 ). Aquí tenemos algo tremendo: la promesa de Dios a los que salgan victoriosos es la misma que hizo a Abraham el fundador del pueblo elegido, a David con referencia a, su hijo Salomón, y al mismo Mesías. No hay mayor honor en todo el universo que el que Dios otorga a la persona que Le es fiel.
Pero también se hace mención de los condenados. Los cobardes son los que amaban la tranquilidad y la comodidad más que a Cristo, y que en el día de la prueba se avergonzaron de mostrar Cúyos eran y a Quién servían. La antigua versión Reina-Valera daba una impresión falsa al traducir deilós por temerosos. No es el miedo lo que se condena, sino la cobardía, como ya corrigió la Versión Hispano-Americana (1916) y las revisiones posteriores de la Reina-Valera. La valentía más elevada se muestra cuando se está desesperadamente atemorizado, y sin embargo se hace lo que se debe y se mantiene la fidelidad. Se condena la cobardía de negar a Cristo para mantenerse a salvo. Los incrédulos (R-V) o infieles son los que se niegan a aceptar el Evangelio, o los que lo aceptan de labios para fuera, pero muestran en sus vidas que no lo han creído. Los contaminados son los que se han dejado saturar por las abominaciones del mundo. Los asesinos puede que se refiera a los que mataban a los cristianos en las persecuciones. Los inmorales se refiere especialmente a la inmoralidad sexual, lacra del Imperio Romano y creciente asechanza en nuestro tiempo. Éfeso estaba lleno de hechiceros; Hch 19:19 nos dice que, al predicar el nombre de Cristo en los primeros días, los que habían practicado la magia quemaron sus libros. Los idólatras son los que dan culto a dioses falsos de los que está lleno el mundo. Los mentirosos son los culpables de falsedad, y del silencio que es a veces una mentira.
Fuente: Comentario al Nuevo Testamento
— al vencedor: Es la misma expresión que se repite siete veces al comienzo del libro en el mensaje a las siete iglesias de la provincia de Asia (Apo 2:7; Apo 2:11; Apo 2:17; Apo 2:26; Apo 3:5; Apo 3:12; Apo 3:21).
Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana
2Sa 7:14; Sal 2:7; Sal 89:26-27; Heb 1:5.
Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana
REFERENCIAS CRUZADAS
u 1029 1Co 15:28; Rev 3:12
v 1030 2Sa 7:14
Fuente: Traducción del Nuevo Mundo
El vencedor. Véase coment. en 2:7.
Fuente: La Biblia de las Américas
7 (1) Aquí el significado de la palabra venza es diferente del significado en los caps.2 y 3, donde se usa siete veces. Aquí significa vencer por la fe, como en 1Jn_5:4-5 . Vencer en los caps. 2 y 3 capacita a los creyentes vencedores para que disfruten del reino milenario como una recompensa particular en la administración dispensacional de Dios, mientras que aquí vencer capacita a todos los creyentes para que participen de la Nueva Jerusalén con todo su disfrute como la porción común que tendrán de la salvación eterna provista por Dios.
7 (2) El pueblo mencionado en el v.3 será las naciones del v.24. En el cielo nuevo y en la tierra nueva, ellos serán el pueblo de Dios y no Sus hijos. Vivirán en la tierra nueva, fuera de la Nueva Jerusalén, y disfrutarán las bendiciones comunes en el cielo nuevo y la tierra nueva. (Véase la nota 24 (1) .) En este versículo la palabra hijo no se refiere al pueblo de Dios, sino a los santos que Dios ha redimido a lo largo de todas las generaciones. Los hijos de Dios morarán en la Nueva Jerusalén, participarán de todo su deleite, servirán a Dios y al Cordero, y reinarán por la eternidad (22:3-5).
Fuente: Comentario Del Nuevo Testamento Versión Recobro
por hijo… → 2Sa 7:14; 1Cr 17:13.
Fuente: Biblia Textual IV Edición
O, El que venciere
Fuente: La Biblia de las Américas
g 2Sa 7:14; 1Cr 17:13.