Comentario de 1 Juan 5:20 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

No obstante, sabemos que el Hijo de Dios está presente y nos ha dado entendimiento para conocer al que es verdadero; y estamos en el verdadero, en su Hijo Jesucristo. Este es el verdadero Dios y la vida eterna.

5:20 — Los gnósticos negaban la humanidad y la deidad de Jesucristo. Combatiendo este error prevaleciente, Juan termina su carta enfatizando la realidad y la obra de Jesucristo. Ha venido y nos ha revelado al Padre. Estamos en el verdadero Dios solamente al estar en su Hijo.

— “Pero sabemos que el Hijo de Dios ha venido,” Véanse 1:2; 3:8. Otra vez se afirma la encarnación de Jesucristo, cosa negada ardientemente por los gnósticos.

La frase “ha venido” también implica la existencia de Cristo anterior a su venida. La preexistencia y la encarnación son dos verdades básicas en esta primera carta de Juan.

— “y nos ha dado entendimiento” El Hijo de Dios nos ha dado sentido espiritual y habilidad para entender. Cristo nos ha dado dianoia (entendimiento). Cristo es la fuente de nuestro entendimiento (“discernimiento,” Versión Hispanoamericana) acerca de Dios y de su voluntad (Mat 11:25-30; Jua 1:18; Heb 1:2). Ya que los gnósticos negaban al Hijo (a Jesucristo), negaban al que da entendimiento respecto al verdadero Dios. Se quedaban, pues, con su dianoia falso e incompleto respecto a Dios. Esto mismo continúa hasta la fecha presente.

— “para conocer al que es verdadero;” Véanse Jua 17:3; 1Ts 1:9.

El resultado del sentido espiritual y la habilidad para entender, que el Hijo de Dios nos ha dado, es que conocemos (guinosko) al verdadero Dios. El verbo guinosko enfatiza la apropiación de conocimiento, y el verbo oida la posesión.

Es verdadero, y no espurio como lo son los ídolos de los hombres (versículo 21), o el dios del gnosticismo (pues los gnósticos no tenían al Padre, 2:22,23, y por eso su reclamación de tener comunión con Dios era una mentira, 1:6).

Nuestro conocimiento de Dios no se basa en teorías filosóficas, sino en la revelación de la voluntad de Dios confirmada milagrosamente (Heb 2:3-4).

— “y estamos en el verdadero, en su Hijo Jesucristo.” Estar en Dios (2:6; 3:24; 4:15,16) equivale a tener comunión (conexión espiritual) con él (1:3,6,7).

Estamos en el Verdadero (en Dios, en él que es Verdadero; véase la frase anterior de este versículo), en su Hijo Jesucristo. No se puede estar en el verdadero Dios aparte de estar en su Hijo. Estamos en Dios solamente cuando estamos en su Hijo (Jua 14:6). Son uno (Jua 10:30; Jua 14:9-10). Por eso no estaban los gnósticos en el verdadero Dios. Este es el punto principal de la epístola.

— “Este es el verdadero Dios, y la vida eterna.” Algunos aplican el pronombre “éste” a Dios el Padre, como también la frase “la vida eterna.” De éstos hay quienes creen en la Trinidad pero no entienden que Juan aquí se refiere al Hijo. Pero todos los antitrinitarios, deístas, y racionalistas, forzosamente tienen que negar que se haga referencia al Hijo.

Otros entienden que “éste” se refiere a Jesucristo, pues el pronombre “éste” sigue inmediatamente después de mencionado Jesucristo. Tal interpretación concuerda con 1:2 (y con Jua 1:1-3, y con otros pasajes respecto a la deidad de Jesucristo). Es la exégesis de los antiguos que empleaban en su controversia con Arrio, el unitario. (Véase alguna enciclopedia, artículo sobre Arrio).

Los unitarios, o antitrinitarios, se obligan a hacer que Juan se refiera a Dios el Padre al decir “éste.” Los deístas y racionalistas hacen lo mismo.

Hay comentaristas no unitarios que creen que el pronombre “éste” se refiere a Dios el Padre, y no emplean este pasaje contra los unitarios, pues hay otros muchos pasajes que enseñan la doctrina de la Trinidad.

El que es llamado “el verdadero Dios” en este versículo, también es llamado “la vida eterna.” Pero la frase “vida eterna”no se aplica en las Escrituras al Padre, (algunos citan Jua 17:3, pero allí no es llamado nadie la vida eterna; se hace referencia a la vida eterna que tenemos nosotros que conocemos al Padre y al Hijo, Jua 3:15-16), sino al Hijo (1:2; 5:11; Jua 1:4; Jua 14:6; Jua 11:25). El es Vida y la fuente de vida para nosotros.

Jua 5:24; Jua 5:26 se cita para probar que Dios es “la vida eterna” de 1Jn 5:20. Pero no es llamado Dios “la vida eterna,” como tampoco el Hijo, en Jua 5:26. El pasaje muestra por qué Cristo en 1Jn 5:20 es llamado “la vida eterna” por Juan: es porque tiene vida en sí que dar al hombre.

En Apo 3:7 Jesucristo se llama el “Verdadero.” Lo que se dice del Padre en este versículo que estamos comentando (“estamos en el verdadero”), y en Jua 17:3, se dice también del Hijo, pues ¿no son uno? (Jua 17:22).

El caso no es decisivo para mí, aunque me parece que se hace referencia al Hijo, o a las dos Personas a la vez, pues son Dios y son uno inseparablemente. De todos modos, la verdad de que hay tres personas en la deidad (Trinidad) no depende de este texto solo.

Fuente: Comentario al Nuevo Testamento por Partain

sabemos que el Hijo de Dios. 1Jn 5:1; 1Jn 4:2, 1Jn 4:14.

nos ha dado entendimiento. Mat 13:11; Luc 21:15; Luc 24:45; Jua 17:3, Jua 17:14, Jua 17:25; 1Co 1:30; 2Co 4:6; Efe 1:17-19; Efe 3:18; Col 2:2, Col 2:3.

al que es verdadero. Jua 14:6; Jua 17:3; Apo 3:7, Apo 3:14; Apo 6:10; Apo 15:3; Apo 19:11.

y estamos en el verdadero. 1Jn 2:6, 1Jn 2:24; 1Jn 4:16; Jua 10:30; Jua 14:20, Jua 14:23; Jua 15:4; Jua 17:20-23; 2Co 5:17; Flp 3:9.

Este es el verdadero Dios. 1Jn 5:11-13; 1Jn 1:1-3; Isa 9:6; Isa 44:6; Isa 45:14, Isa 45:15, Isa 45:21-25; Isa 54:5; Jer 10:10; Jer 23:6; Jua 1:1-3; Jua 14:9; Jua 20:28; Hch 20:28; Rom 9:5; 1Ti 3:16; Tit 2:13; Heb 1:8.

Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico

El entendimiento que Cristo da nos permite conocer a Dios en un sentido personal e íntimo.

Jesucristo es el verdadero Dios; conocerlo es tener vida eterna.

Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe

verdadero. La palabra significa «genuino» a diferencia de aquello que es falso (cp. el v. 1Jn 5:21). es el verdadero Dios, y la vida eterna. El hecho de que Jesucristo es el Dios verdadero es la quinta certeza cristiana. Este versículo constituye una síntesis de toda la carta de Juan. La certeza más grande de todas es la encarnación porque garantiza también la certidumbre de todas las demás. Este es el fundamento doctrinal del que se desprende el amor y la obediencia.

Fuente: Biblia de Estudio MacArthur

5:20 — Los gnósticos negaban la humanidad y la deidad de Jesucristo. Combatiendo este error prevaleciente, Juan termina su carta enfatizando la realidad y la obra de Jesucristo. Ha venido y nos ha revelado al Padre. Estamos en el verdadero Dios solamente al estar en su Hijo.
— “Pero sabemos que el Hijo de Dios ha venido,” Véanse 1:2; 3:8. Otra vez se afirma la encarnación de Jesucristo, cosa negada ardientemente por los gnósticos.
La frase “ha venido” también implica la existencia de Cristo anterior a su venida. La preexistencia y la encarnación son dos verdades básicas en esta primera carta de Juan.
— “y nos ha dado entendimiento” El Hijo de Dios nos ha dado sentido espiritual y habilidad para entender. Cristo nos ha dado dianoia (entendimiento). Cristo es la fuente de nuestro entendimiento (“discernimiento,” Versión Hispanoamericana) acerca de Dios y de su voluntad (Mat 11:25-30; Jua 1:18; Heb 1:2). Ya que los gnósticos negaban al Hijo (a Jesucristo), negaban al que da entendimiento respecto al verdadero Dios. Se quedaban, pues, con su dianoia falso e incompleto respecto a Dios. Esto mismo continúa hasta la fecha presente.
— “para conocer al que es verdadero;” Véanse Jua 17:3; 1Ts 1:9.
El resultado del sentido espiritual y la habilidad para entender, que el Hijo de Dios nos ha dado, es que conocemos (guinosko) al verdadero Dios. El verbo guinosko enfatiza la apropiación de conocimiento, y el verbo oida la posesión.
Es verdadero, y no espurio como lo son los ídolos de los hombres (versículo 21), o el dios del gnosticismo (pues los gnósticos no tenían al Padre, 2:22,23, y por eso su reclamación de tener comunión con Dios era una mentira, 1:6).
Nuestro conocimiento de Dios no se basa en teorías filosóficas, sino en la revelación de la voluntad de Dios confirmada milagrosamente (Heb 2:3-4).
— “y estamos en el verdadero, en su Hijo Jesucristo.” Estar en Dios (2:6; 3:24; 4:15,16) equivale a tener comunión (conexión espiritual) con él (1:3,6,7).
Estamos en el Verdadero (en Dios, en él que es Verdadero; véase la frase anterior de este versículo), en su Hijo Jesucristo. No se puede estar en el verdadero Dios aparte de estar en su Hijo. Estamos en Dios solamente cuando estamos en su Hijo (Jua 14:6). Son uno (Jua 10:30; Jua 14:9-10). Por eso no estaban los gnósticos en el verdadero Dios. Este es el punto principal de la epístola.
— “Este es el verdadero Dios, y la vida eterna.” Algunos aplican el pronombre “éste” a Dios el Padre, como también la frase “la vida eterna.” De éstos hay quienes creen en la Trinidad pero no entienden que Juan aquí se refiere al Hijo. Pero todos los antitrinitarios, deístas, y racionalistas, forzosamente tienen que negar que se haga referencia al Hijo.
Otros entienden que “éste” se refiere a Jesucristo, pues el pronombre “éste” sigue inmediatamente después de mencionado Jesucristo. Tal interpretación concuerda con 1:2 (y con Jua 1:1-3, y con otros pasajes respecto a la deidad de Jesucristo). Es la exégesis de los antiguos que empleaban en su controversia con Arrio, el unitario. (Véase alguna enciclopedia, artículo sobre Arrio).
Los unitarios, o antitrinitarios, se obligan a hacer que Juan se refiera a Dios el Padre al decir “éste.” Los deístas y racionalistas hacen lo mismo.
Hay comentaristas no unitarios que creen que el pronombre “éste” se refiere a Dios el Padre, y no emplean este pasaje contra los unitarios, pues hay otros muchos pasajes que enseñan la doctrina de la Trinidad.
El que es llamado “el verdadero Dios” en este versículo, también es llamado “la vida eterna.” Pero la frase “vida eterna”no se aplica en las Escrituras al Padre, (algunos citan Jua 17:3, pero allí no es llamado nadie la vida eterna; se hace referencia a la vida eterna que tenemos nosotros que conocemos al Padre y al Hijo, Jua 3:15-16), sino al Hijo (1:2; 5:11; Jua 1:4; Jua 14:6; Jua 11:25). El es Vida y la fuente de vida para nosotros.
Jua 5:24; Jua 5:26 se cita para probar que Dios es “la vida eterna” de 1Jn 5:20. Pero no es llamado Dios “la vida eterna,” como tampoco el Hijo, en Jua 5:26. El pasaje muestra por qué Cristo en 1Jn 5:20 es llamado “la vida eterna” por Juan: es porque tiene vida en sí que dar al hombre.
En Apo 3:7 Jesucristo se llama el “Verdadero.” Lo que se dice del Padre en este versículo que estamos comentando (“estamos en el verdadero”), y en Jua 17:3, se dice también del Hijo, pues ¿no son uno? (Jua 17:22).
El caso no es decisivo para mí, aunque me parece que se hace referencia al Hijo, o a las dos Personas a la vez, pues son Dios y son uno inseparablemente. De todos modos, la verdad de que hay tres personas en la deidad (Trinidad) no depende de este texto solo.

Fuente: Notas Reeves-Partain

— al Verdadero: Bastantes mss., alguno de valor, dicen: al verdadero Dios. El calificativo verdadero se aplica en este pasaje tanto a Dios Padre como a Jesucristo.

Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana

Jua 11:25; Jua 17:3; Rom 9:5; Efe 1:17-18; Apo 3:7.

Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana

NOTAS

(1) Lit.: “percepción mental”.

REFERENCIAS CRUZADAS

v 278 1Ti 3:16

w 279 Col 1:9; 2Ti 2:7

x 280 1Co 2:12

y 281 Jua 17:21

z 282 1Ts 1:9

a 283 Jua 17:3

Fuente: Traducción del Nuevo Mundo

20 (1) Es decir, El vino mediante la encarnación para traernos a Dios como gracia y realidad ( Jua_1:14) a fin de que recibamos la vida divina, tal como se revela en el Evangelio de Juan, y que participemos de Dios como amor y luz, tal como se revela en esta epístola.

20 (2) La facultad de nuestra mente después de ser iluminada y fortalecida por el Espíritu de realidad ( Jua_16:12-15) para que comprenda la realidad divina en nuestro espíritu regenerado.

20 (3) Esta es la capacidad de la vida divina para conocer al verdadero Dios ( Jua_17:3) en nuestro espíritu regenerado ( Efe_1:17) mediante nuestra mente renovada, que ha sido iluminada por el Espíritu de realidad.

20 (4) El Dios genuino y verdadero.

20 (5) La palabra griega (un adjetivo relacionado con la palabra realidad usada en Jua_1:14 14:6, 17) significa genuino, real, lo contrario de falso y de imitación.

20 (6) No sólo conocemos al verdadero Dios, sino que también estamos en El. No sólo tenemos el conocimiento de El, sino que estamos en una unión orgánica con El. Somos uno con El orgánicamente.

20 (7) Estar en el verdadero Dios es estar en Su Hijo Jesucristo. Puesto que Jesucristo como Hijo de Dios es la misma corporificación de Dios ( Col_2:9), estar en El es estar en el verdadero Dios. Esto indica que Jesucristo, el Hijo de Dios, es el verdadero Dios.

20 (8) Se refiere al Dios que vino por medio de la encarnación y que nos dio la capacidad de conocerle a El como el Dios genuino y de ser uno con El orgánicamente en Su Hijo Jesucristo. Todo esto es el Dios genuino y verdadero y la vida eterna para nosotros. Este, Dios genuino y verdadero en Su totalidad es la vida eterna para nosotros, lo cual nos permite participar de El como Aquel que lo es todo para nuestro ser regenerado.

Fuente: Comentario Del Nuevo Testamento Versión Recobro

Verdadero… Es decir, real, auténtico.

Fuente: Biblia Textual IV Edición

R707 El pronombre οὗτος se refiere al αὐτοῦ que antecede.

R776 Ἀληθινός tiene mayor énfasis que el sustantivo, porque el artículo aparece sólo con el adjetivo: el verdadero Dios.

B198 En la construcción ἵνα γινώσκομεν, el verbo en indicativo probablemente esté lleno de fuerza; significa: para que conozcamos, y por lo cual sabemos.

Fuente: Ayuda gramatical para el Estudio del Nuevo Testamento Griego

Es decir, real, auténtico.

Fuente: La Biblia Textual III Edición

* Puede entenderse de manera que él da la vida eterna pero también que él vive eternamente.

Fuente: Versión Biblia Libre del NuevoTestamento