Comentario de Juan 14:18 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

No os dejaré huérfanos; volveré a vosotros.

14:18 No os dejaré huérfanos; — Al morir algún rabino sus discípulos se describían como huérfanos (FP). Los discípulos de Cristo no se quedarían en el mundo como huérfanos (o como ovejas sin pastor).

— vendré a vosotros. — Cuando algún ser querido se despide de nosotros, queremos saber cuándo regresará, cuándo volveremos a vernos. Jesús dice, «vendré a vosotros». Algunos piensan que aquí Jesús se refiere a su resurrección, pero al tomar en cuenta los versículos que siguen (14:21, 23, 26-28) parece mas probable que se refiere a su venida en la persona del Espíritu Santo. En el ver. 28, al decir «voy» El explica que quería decir, «voy al Padre». Si se hubiera referido solamente a su breve estancia con ellos después de resucitar, entonces después de eso los habría dejado huérfanos, pero había dicho, «He aquí estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo» (Mat 28:20).

Fuente: Comentario al Nuevo Testamento por Partain

No os dejaré huérfanos. Jua 14:16, Jua 14:27; Jua 16:33; Sal 23:4; Isa 43:1; Isa 51:12; Isa 66:11-13; Lam 5:3; Ose 14:3; 2Co 1:2-6; 2Ts 2:16; Heb 2:18.

vendré a vosotros. Jua 14:3, Jua 14:28; Sal 101:2; Ose 6:3; Mat 18:20; Mat 28:20.

Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico

huérfanos. Anteriormente Jesús había llamado a sus discípulos «Hijitos» (Jua 13:33). Aquí les dice que no los dejará sin un padre; Él vendrá a ellos. Se han indicado tres interpretaciones en cuanto a cuándo se cumpliría esta declaración:

(1) Después de la resurrección,

(2) en Pentecostés, en la persona del Espíritu Santo, y

(3) en la Segunda Venida.

Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe

VENDRÉ A VOSOTROS. Jesús se revela al creyente obediente por medio del Espíritu Santo, quien hace conocer la presencia personal de Jesucristo en y con el que lo ama a Él (v. Jua 14:21). El Espíritu hace que el creyente se dé cuenta de la cercanía de Jesucristo, la realidad de su amor, su bendición y su ayuda. Esa es una de sus tareas primordiales. Es por medio del Espíritu que Cristo vive en el creyente, y eso debe motivar a éste a responder en amor, adoración y devoción.

Fuente: Biblia de Estudio Vida Plena

huérfanos. Mediante esta sutil alusión a su muerte, Él prometió no dejarlos solos (Rom 8:9).

Fuente: Biblia de Estudio MacArthur

vendré a vosotros … vosotros me veréis. En primer lugar, se refería a su resurrección, después de la cual lo verían (Jua 20:19-29). No existe evidencia de que algún incrédulo le haya visto después de su resurrección (vea 1Co 15:1-9). También es una indicación del misterio de la Trinidad. Jesús estaría de nuevo con sus hijos a través de la persona del Espíritu Santo cuando viniera en el Pentecostés para morar en ellos Jua 16:16; cp. Mat 28:20; Rom 8:9; 1Jn 4:13).

Fuente: Biblia de Estudio MacArthur

14:18 No os dejaré huérfanos; — Al morir algún rabino sus discípulos se describían como huérfanos (FP). Los discípulos de Cristo no se quedarían en el mundo como huérfanos (o como ovejas sin pastor).
— vendré a vosotros. — Cuando algún ser querido se despide de nosotros, queremos saber cuándo regresará, cuándo volveremos a vernos. Jesús dice, «vendré a vosotros». Algunos piensan que aquí Jesús se refiere a su resurrección, pero al tomar en cuenta los versículos que siguen (14:21, 23, 26-28) parece mas probable que se refiere a su venida en la persona del Espíritu Santo. En el ver. 28, al decir «voy» El explica que quería decir, «voy al Padre». Si se hubiera referido solamente a su breve estancia con ellos después de resucitar, entonces después de eso los habría dejado huérfanos, pero había dicho, «He aquí estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo» (Mat 28:20).

Fuente: Notas Reeves-Partain

EL CAMINO A LA COMUNIÓN
Y A LA REVELACIÓN

Juan 14:18-24

No os dejaré huérfanos; volveré a vosotros. Dentro de un poquito, el mundo dejará de verme definitivamente; pero vosotros sí Me veréis, porque Yo estaré vivo, y vosotros también. En aquel día sabréis que Yo estoy en el Padre y vosotros en Mí tanto como Yo en vosotros. El que de veras Me ama es el que se entera de Mis mandamientos y los cumple. Mi Padre amará a la persona que Me ame, y Yo también la amaré y Me revelaré a ella.

Entonces Le preguntó Judas, no el Iscariote sino otro:

-¿Por qué es eso de que Te vas a revelar a nosotros, pero no al mundo?
-La persona que Me ame -le contestó Jesús-, hará caso de Mi palabra; y el Padre la amará, y vendremos a ella y moraremos con ella. La persona que no Me ame, tampoco hará caso de Mis palabras. Esto que Me estáis oyendo no es cosa Mía, sino que pertenece al Padre Que Me envió.

Ahora ya los discípulos no podían por menos de sentirse acechados por augurios de tragedia. Pero Jesús les dijo: «No os dejaré desvalidos.» La palabra en griego es órfanos, de la que viene la española con el mismo sentido: literalmente sin padre; pero también se aplicaba a situaciones de desamparo y falta de protección; se usa de los discípulos o estudiantes privados de la presencia y enseñanza de un querido maestro. Platón dice que, cuando murió Sócrates, sus discípulos pensaban que se tendrían que pasar el esto de la vida como niños abandonados o privados de un padre, y no sabían qué hacer. Pero Jesús les dijo a Sus discípulos que ese no sería su caso. «Volveré a vosotros,» les dijo.

Se refería a Su Resurrección y a Su presencia espiritual. Los discípulos Le verían, porque Él estaría vivo y ellos también. Lo que Él quería decirles era que ellos estarían espiritualmente vivos. De momento estaban confundidos y apabullados por el presentimiento de la inminente tragedia; pero llegaría el día en que se les abrirían los ojos -y entonces Le verían de veras. Eso fue exactamente lo que les sucedió cuando Jesús resucitó. Su resurrección cambió la desesperación en esperanza, y fue entonces cuando reconocieron, sin la menor sombra de duda, que Él era el Hijo de Dios.
En este pasaje Juan sigue barajando algunas ideas que nunca están lejos de su pensamiento.
(i) Primero y principalmente, está el amor. Para Juan el amor es la base de todas las cosas. Dios ama a Jesús; Jesús ama a Dios; Dios ama a la humanidad; Jesús ama a la humanidad; la humanidad ama a Dios por medio de Jesús; los seres humanos se aman unos a otros; el Cielo y la Tierra, la humanidad y Dios, las personas entre sí… todo está enlazado con el vínculo del amor.
(ii) Una vez más Juan subraya la necesidad de la obediencia, que es la única prueba del amor. Fue a los que Le amaban a los que Se apareció Jesús cuando resucitó, no a los escribas y fariseos y los demás adversarios.
(iii) Este amor obediente y confiado conduce a dos cosas. La primera, a la seguridad absoluta. El día del triunfo de Jesús, los que hayan estado unidos a Él por el amor obediente estarán a salvo en un mundo que se hunde. La segunda, a una Revelación cada vez más plena. La Revelación de Dios es algo costoso. Siempre tiene una base moral; es a la persona que cumple Sus mandamientos a la que Se revela Cristo. Una persona mala jamás podrá recibir la Revelación de Dios. Puede que Dios la use; pero no puede tener comunión con Él. Dios sólo se revela a los que Le buscan. Y es sólo a la persona que, a pesar de sus fracasos, se eleva hacia Dios, a la que Dios desciende. La comunión con Dios y la Revelación de Dios dependen del amor; y el amor depende de la obediencia. Cuanto más obedecemos a Dios, mejor Le entendemos; y la persona que anda por Sus caminos no puede por menos de caminar con Él.

Fuente: Comentario al Nuevo Testamento

No os dejaré huérfanos como oración literal puede traer confusión en algunas culturas si se deja así, ya que se puede entender que Jesús es un padre de familia que muere dejando a sus hijos huérfanos. En el tiempo de Jesús la expresión también se usaba para un maestro que dejaba a sus discípulos. Es clara la traducción de la CEV: «No los dejaré como huérfanos». La idea es que Jesús no dejará a sus discípulos sin alguien que los apoye y proteja. La TEV desarrolla la idea metafórica con la oración «no quedarán solos». Se puede traducir también “no quedarán sin alguien que los ayude”, “no estarán solos en el mundo” o “no los dejaré totalmente indefensos”, «no los voy a dejar abandonados» (DHH), «desolados» (RSV), “desamparados”. Detrás de estas imágenes se puede percibir la idea de la muerte de Jesús y de que él va a dejar pronto a sus discípulos.

En “Estoy viniendo a ustedes” el tiempo presente del verbo tiene función de futuro como en Jua 14:3, que se reafirma con el adverbio “de nuevo”: “Volveré de nuevo a ustedes”, volveré a vosotros. Aquí el verbo tiene un matiz diferente que no tiene que ver con la segunda venida de Jesús. El punto de referencia pueden ser las apariciones de Jesús después de su resurrección o la venida del Espíritu Santo. Ambas ideas tienen apoyo en este contexto. El lenguaje de Juan es muy general y el traductor no debe dar referencia específica a un tiempo determinado. Sin embargo, si en el idioma receptor hay necesidad de dar una referencia temporal por la selección del tiempo del verbo, lo más probable sería la referencia a la resurrección, como cumplimiento de la promesa de Jesús. La mayoría de las versiones prefieren el sentido futuro: “vendré”, “regresaré”, “volveré”.

Fuente: Comentario para Exégesis y Traducción

Jua 14:28.

Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana

NOTAS

(1) O: “huérfanos”. Gr.: or·fa·nóus; lat.: ór·fa·nos.

REFERENCIAS CRUZADAS

b 837 Mat 28:20

Fuente: Traducción del Nuevo Mundo

vendré. El Señor suaviza el trauma y el temor que los discípulos habían sentido (cp. 13:33). Esto es una reafirmación de las promesas anteriores de Jesús de que El se levantaría de entre los muertos al tercer día (Mt 16:21; 17:9, 23; 20:19; Jn 2:19– 20) y de la llegada del Espíritu Santo (vers. 26).

Fuente: La Biblia de las Américas

18 (1) Véase la nota 17 (2) .

18 (2) Esta venida se cumplió el día de Su resurrección (20:19-22). Después de Su resurrección, el Señor volvió a Sus discípulos para estar siempre con ellos, y así no dejarlos huérfanos.

Fuente: Comentario Del Nuevo Testamento Versión Recobro

En este pasaje se nos enseña que él segundo advenimiento de Cristo es para especial consuelo de los creyentes. «No os dejaré huérfanos: yo vendré á vosotros..
Ahora bien, ¿á qué venida de Jesús se refirió? Justo es confesar que este es un punto sobre el cual los cristianos han tenido muchas disputas. Muchos hay que creen que se refiere á su venida al mundo cuando resucitó. Otros piensan que alude á su venida invisible hacia los corazones de su pueblo por medio de la gracia del Espíritu Santo. Otros á su venida espiritual el día de Pentecostés. Es de dudarse que alguna de estas opiniones pueda apoyarse en el sentido de la palabra «vendré..
Nosotros creemos que la voz citada se refiere al segundo advenimiento del Señor, al fin del mundo. La promesa es amplia, universal, hecha á los creyentes de todos los siglos, y no á los apóstoles solamente. Es semejante al anuncio que los ángeles hicieron á los discípulos después de la ascensión: «Este Jesús que ha sido tomado arriba de vosotros al cielo, así vendrá, como le habéis visto ir.» Es semejante á la promesa con la cual termina el libro de la Revelación: » Ciertamente vengo en breve.» Rev 22:20.
También se nos enseña en el pasaje arriba trascrito que la vida de Jesucristo garantiza la vida de los creyentes.
Entre Jesucristo y el verdadero cristiano existe una unión misteriosa pero indisoluble. El hombre que se adhiere á él por medio de la fe, queda en tan íntima relación con él como un miembro del cuerpo está relacionado con la cabeza. Siempre que Cristo viva él también vivirá. Para que muriera seria necesario que Cristo pudiese ser arrebatado del cielo y entregado á la muerte. Pero siendo Cristo Dios, esto es imposible que suceda. «Cristo habiendo resucitado de los muertos, ya no muere: la muerte no se enseñoreará más de él..
La vida de Cristo garantiza la continuación de la vida espiritual de los creyentes. Estos no caerán del todo, mas perseverarán hasta el fin. La naturaleza divina de que son partícipes, subsistirá para siempre. El germen incorruptible que existe dentro de ellos no será jamás destruido ni por el diablo ni por el mundo.
La vida de Cristo garantiza la resurrección de los creyentes. Así como él se levantó otra vez de entre los muertos, porque la muerte no pudo detenerlo un instante más del tiempo señalado, los cristianos también resucitarán el día que él los llame de sus tumbas. La victoria que ganó Jesús cuando hizo á un lado la piedra que lo cubría y salió del sepulcro, fue una victoria ganada para gloria de él y provecho de su pueblo.
El mundo en su indiferencia no alcanza á estimar en su debido valor los privilegios del cristiano, y no puede comprender por qué mi fortaleza es tan grande y por qué sus esperanzas acerca de la vida de ultratumba son tan risueñas. Y ¿por qué es? Porque está invisiblemente unido á un Salvador invisible que mora en los cielos. Cada hijo de Dios está imperceptiblemente ligado á la Roca de los Siglos. Cuando ese trono sea desquiciado, y solo entonces, debemos desesperar.
En este pasaje se nos enseña, finalmente, que los creyentes no tendrán pleno y perfecto conocimiento de las cosas divinas sino hasta el segundo advenimiento.
Nuestro Señor dijo: «Aquel día» (el de Su venida) » vosotros conoceréis que yo soy en mi Padre, y vosotros en mí, y yo en vosotros..
En esta vida no nos es dado saber sino muy poco. La caída de nuestro padre Adán ha corrompido nuestros entendimientos, nuestras conciencias, nuestros corazones y nuestras voluntades. Aun después de la conversión no percibimos la verdad sino como al través de oscuro prisma; y en ningún punto son nuestras ideas tan confusas como en lo que respecta á nuestra unión con Cristo, y á la de Cristo con el Padre.
Mas es un pensamiento que llena de alegría y de consuelo el de que cuando nuestro Señor venga otra vez los restos de nuestra ignorancia serán disipados.
Resucitados de entre los muertos, sacados de la oscuridad de este mundo, sin ser ya tentados por el demonio ó por la carne, los creyentes se verán á sí mismos como han sido vistos y se conocerán como han sido conocidos.

Fuente: Los Evangelios Explicados