Si me amáis, guardaréis mis mandamientos.
14:15 Si me amáis, guardad mis mandamientos (8:51, mi palabra, toda mi enseñanza) . — Aunque Cristo estaba a punto de volver al Padre y ya no estaría físicamente entre vosotros, dice que si en verdad le amaban, deberían continuar guardando su enseñanza, como si El todavía estuviera físicamente entre ellos. La obediencia es el fruto del amor. El amor verdadero es el amor activo; si no se puede observar en lo que hace, es porque no existe. Uno de los errores fundamentales del calvinismo (que es la base de casi toda religión llamada cristiana) es que el hombre obtiene la salvación por medio de la fe sola, pero repetidas veces Jesús enfatiza la importancia del amor y de la obediencia a sus mandamientos como demostración del amor. El dice que el primer mandamiento es amar a Dios (Mat 22:37), y la fe sin obediencia es fe sin amor.Fuente: Comentario al Nuevo Testamento por Partain
Jua 14:21-24; Jua 8:42; Jua 15:10-14; Jua 21:15-17; Mat 10:37; Mat 25:34-40; 1Co 16:22; 2Co 5:14, 2Co 5:15; 2Co 8:8, 2Co 8:9; Gál 5:6; Efe 3:16-18; Efe 6:24; Flp 1:20-23; Flp 3:7-11; 1Pe 1:8; 1Jn 2:3-5; 1Jn 4:19, 1Jn 4:20; 1Jn 5:2, 1Jn 5:3.
Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico
El amor no es una emoción sentimental; es obediencia a los mandamientos de Dios.
Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe
Si me amáis, guardad mis mandamientos. Cp. los vv. Jua 14:21-24. El amor y la obediencia a Cristo son inseparables (vea Luc 6:46; 1Jn 5:2-3). «Mis mandamientos» no solo se refiere a los mandatos de carácter ético consignados en el pasaje (vv. Jua 14:23-24), sino a toda la revelación del Padre (vea Jua 3:31-32; Jua 12:47-49; Jua 17:6).
Fuente: Biblia de Estudio MacArthur
En estos versículos Jesús les promete consuelo a los creyentes a partir de cinco bendiciones sobrenaturales que el mundo no puede gozar: 1) un Ayudador sobrenatural (vv. Jua 14:15-17), 2) una vida sobrenatural (vv. Jua 14:18-19), 3) una unión sobrenatural (vv. Jua 14:20-25), 4) un Maestro sobrenatural (v. Jua 14:26), y 5) una paz sobrenatural (vv. Jua 14:27-31). La clave para alcanzar tan prodigiosas promesas está en el v. Jua 14:15, y consiste en amar a Jesús y demostrar ese amor mediante la obediencia.
Fuente: Biblia de Estudio MacArthur
14:15 Si me amáis, guardad mis mandamientos (8:51, mi palabra, toda mi enseñanza) . — Aunque Cristo estaba a punto de volver al Padre y ya no estaría físicamente entre vosotros, dice que si en verdad le amaban, deberían continuar guardando su enseñanza, como si El todavía estuviera físicamente entre ellos. La obediencia es el fruto del amor. El amor verdadero es el amor activo; si no se puede observar en lo que hace, es porque no existe.
Uno de los errores fundamentales del calvinismo (que es la base de casi toda religión llamada cristiana) es que el hombre obtiene la salvación por medio de la fe sola, pero repetidas veces Jesús enfatiza la importancia del amor y de la obediencia a sus mandamientos como demostración del amor. El dice que el primer mandamiento es amar a Dios (Mat 22:37), y la fe sin obediencia es fe sin amor.
Al decir, «Si me amáis, guardad mis mandamientos» (es decir, continuar en comunión conmigo por medio del amor obediente), establece el requisito para recibir la promesa del siguiente versículo.
Fuente: Notas Reeves-Partain
EL AUXILIADOR PROMETIDO
Juan 14:15-17
-Si me amáis, guardad mis mandamientos; y Yo Le pediré al Padre que os dé otro Ayudador Que se quede con vosotros indefinidamente; Me refiero al Espíritu de la Verdad. El mundo no Le puede recibir, porque ni Le ve ni Le conoce; pero vosotros sí Le conocéis, porque está entre vosotros y estará dentro de vosotros.
Para Juan no hay más que una manera de demostrar el amor, y es la obediencia. Fue en Su obediencia como Jesús Le demostró al Padre que Le amaba; y en la nuestra como debemos demostrarle a Jesús nuestro amor. C. K. Barret dice: «Juan no deja nunca que el amor se convierta en un sentimiento de emoción. Su expresión es siempre moral, y se manifiesta en la obediencia.» Conocemos muy bien a los que hacen protestas de amor pero que, al mismo tiempo, producen dolor o angustia a los que pretenden aMarcos Hay jóvenes que dicen que aman a sus padres, y sin embargo les causan preocupaciones y ansiedad. Hay maridos que dicen que aman a sus mujeres, y esposas que dicen que aman a sus maridos, pero que, por su falta de consideración, mal genio o egoísmo, le hacen la vida imposible a su pareja. Para Jesús, el verdadero amor no es nada fácil. Se muestra sólo en la obediencia.
Pero Jesús no nos deja luchar solos en la vida cristiana. Dijo que nos mandaría otro Auxiliador. La palabra griega es paraklétos, que es imposible de traducir. La versión ReinaValera, y la de Scío, la traducen por Consolador, palabra que, aunque hay que reconocer que ha cambiado con el uso, no es una buena traducción. José María Bover, Valedor y Paráclito; y en nota, Abogado o Defensor. La Nueva Biblia Española pone abogado. Estudiando esta palabra podemos captar algo de las riquezas de la doctrina del Espíritu Santo. Literalmente quiere decir alguien que es llamado al lado de uno -como abogado » advocátus. Pero es el porqué es llamado lo que le da a la palabra distintas asociaciones. Los griegos la usaban en muchos contextos. Un paraklétos podía ser una persona llamada como abogada para defender a un acusado, y al que se le va a imponer una pena; podría también tratarse de un experto al que se llama para que aconseje en una situación difícil; o alguien a quien se llama para ayudar, por ejemplo, a una compañía de soldados que se encuentra deprimida y desanimada, infundiéndole nuevo ánimo. Siempre el paraklétos es alguien que se llama para que ayude en tiempos de dificultad o necesidad. Confortador, que es la palabra que se usa en las biblias clásicas inglesas desde Wycliff, sería en tiempos una buena traducción porque conservaba el sentido latino derivado de fortis, que quiere decir valiente; y un confortador, por consiguiente, era alguien que infundía valor a personas derrotadas o acobardadas o desanimadas (confortar = «dar vigor, espíritu y fuerza»; consolar = «aliviar la pena o aflicción de alguien,» D R.A E.). No cabe duda que el Espíritu Santo es Consolador; pero, no limitemos Su actividad lastimosamente. A menudo hablamos de poder con algo, y de no poder más. Esa es precisamente la labor del Espíritu Santo: suprime nuestra incapacidad y nos capacita para poder con la vida. El Espíritu Santo transforma una situación desesperada en una vida victoriosa.
Así es que Jesús está diciendo: «Os encargo una dura tarea y os mando a una misión difícil; pero voy a enviaros a Alguien, el Paraklétos, Que os guiará a lo que debéis hacer y os capacitará para hacerlo.»
Jesús prosiguió diciendo que el mundo no puede reconocer al Espíritu. Por mundo se entiende la parte de la humanidad que vive como si no hubiera Dios. La punta de las palabras de Jesús es que no se puede ver más que lo que se está preparado para ver. Un astrónomo ve mucho más en los cielos que uno que no lo es. Un botánico ve mucho más que otro cualquiera en un seto. Uno que entiende algo de arte ve mucho más en un cuadro que otro que no entienda nada. Uno que sepa algo de música sacará mucho más de un concierto que otro que no sepa nada. Siempre lo que vemos o experimentamos depende de lo que ya aportamos a la experiencia o a la contemplación. Una persona que ha eliminado a Dios de su vida nunca Le puede ver ni oír. No podremos recibir el Espíritu Santo a menos que esperemos Su venida con anhelante expectación y oración.
El Espíritu Santo no entra en ningún corazón rompiendo la puerta; espera a que se Le abra. Cuando pensamos en las maravillas que puede hacer el Espíritu Santo en nuestra vida, no nos cuesta apartar un tiempo en el ajetreo de la vida para aguardar Su venida en silencio.
Fuente: Comentario al Nuevo Testamento
2. La promesa del Espíritu Santo (Jua 14:15-31)
Análisis de discurso
El amor y la obediencia dominan claramente esta sección. El amor del que habla Jesús se expresa por la obediencia a sus palabras. La sección comienza con “si me aman, practicarán mis mandamientos”, que es como un estribillo que se repite en los vv. Jua 14:21, Jua 14:23 y Jua 14:24, y es así también como termina en el v. Jua 14:24 : “La persona que no me ama no practica mis mandamientos”.
El v. Jua 14:22, que contiene la pregunta de Judas (no el Iscariote), sirve de transición, para que Jesús extienda su enseñanza a los discípulos. La respuesta no responde directamente a la pregunta, pero lleva a la afirmación de que Jesús vendrá con su Padre a los que le amen y sean obedientes (vv. Jua 14:23, Jua 14:24). Esta es la tercera promesa que Jesús hace en este capítulo. Las exigencias de amor y obediencia aquí son prerrequisitos para la venida del Padre, como lo han sido para la venida del Espíritu. Para los discípulos que respondieron en amor y obediencia se les da la promesa que Dios el Padre vivirá en ellos, de la misma manera que les prometió que el Espíritu y Jesús vivirán en ellos.
Los vv. Jua 14:25-31 forman parte de la conclusión de este discurso. Aunque Jesús no estará físicamente presente entre sus discípulos, “el Consolador… el Espíritu Santo”, que el Padre enviará en nombre de Jesús, será el Maestro que les enseñará todo lo que deben saber (vv. Jua 14:25-26). A pesar de todo, Jesús les dejará su paz. Dicha paz les evitará preocupaciones, miedos y ansiedades de cara a los conflictos con el mundo. Ellos deben estar felices que él regresa al Padre, ya que este regreso lleva a la exaltación y glorificación de Jesús, y revela que los poderes de este mundo no tienen control sobre su Maestro. Al mismo tiempo este regreso les hace reconocer que el amor de Jesús por su Padre es absoluto (vv. Jua 14:28-31).
TÍTULO: Títulos usados con frecuencia son La promesa del Espíritu (BI, NBE) y La promesa del Espíritu Santo (RV60, RV95), pero puede generar cierta ambigüedad, entendiéndose que el Espíritu es quien promete. Por ello nos sumamos a la propuesta Jesús promete enviar el Espíritu Santo (DHH, TLA).
Análisis textual y morfosintáctico
Fuente: Comentario para Exégesis y Traducción
a. El amor en el Espíritu (vv. Jua 14:15-24)
Fuente: Comentario para Exégesis y Traducción
Este versículo introduce la primera de una serie de referencias al Espíritu Santo. En los versículos anteriores el verbo “creer” tiene un lugar prominente. En esta sección la tendrá el verbo “amar”.
La mayoría de las versiones conservan el tiempo futuro “obedecerán mis mandamientos”. El futuro corresponde al doble futuro “hará” (v. Jua 14:12), “haré” (vv. Jua 14:13 y Jua 14:14) y a los verbos en futuro de los vv. Jua 14:16, Jua 14:18, Jua 14:20, Jua 14:21 y Jua 14:23. Existen otros manuscritos antiguos que apoyan el modo imperativo del verbo: “obedezcan mis mandamientos”. La BP traduce en imperativo: «guardad mis mandamientos». La oración se repite en esta sección otras tres veces (vv. Jua 14:21, Jua 14:23 y Jua 14:24). Es decir, que esta secuencia se encuentra estructurada no sólo por el verbo “amar”, sino por “amar/guardar” que tienen por complemento el binomio “mandamiento/palabra”.
El verbo “guardar” tiene el sentido de “cumplir”, por lo que se traduce mejor por “obedecer” o “practicar”. La misma expresión se usa en Jua 15:10 y 1Jn 2:3, 1Jn 2:4; 1Jn 3:22, 1Jn 3:24; 1Jn 5:3, lo mismo que en Mat 19:17. “Obedecer” puede tener dos énfasis, de acuerdo con la cultura: uno tiene el sentido de acción, o hacer lo que se ha ordenado, otro tiene que ver con la actitud de obediencia a la persona que tiene autoridad, como “obedecerme”.
En los vv. Jua 14:15 y Jua 14:21 la referencia es a obedecer “los mandamientos”, mientras que en los vv. Jua 14:23-24 se refiere a obedecer las enseñanzas de Jesús (como también en Jua 8:51 y Jua 15:20). La frase “enseñanzas de Jesús” es literalmente “palabra” o “palabras de Jesús”. En el v. Jua 14:24 este término aparece tanto en singular como en plural, sin una distinción aparente de significado. Se ve que no existe una distinción profunda entre “mandamiento”, “palabra” y “palabras”. Este sentido viene del Antiguo Testamento, donde los “diez mandamientos” se conocen como “las palabras” de Dios.
En algunos contextos tal vez no quede clara la expresión “mis mandamientos”, por lo que será mejor traducir la frase en forma verbal: “lo que yo les he dicho que hagan” o “todo lo que les he ordenado que hagan”.
Fuente: Comentario para Exégesis y Traducción
Jua 15:10; Sab 6:18; (ver Deu 6:2-6; Deu 11:1); 1Jn 5:3; 2Jn 1:6.
Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana
REFERENCIAS CRUZADAS
w 832 Jua 13:34; Jua 15:10; Stg 1:22; 1Jn 5:3
Fuente: Traducción del Nuevo Mundo
Si me amáis, guardaréis. Una oración efectiva (vers. 14) no es asunto de recompensa por buena conducta, sino que la amorosa obediencia a la voluntad de Jesús es la condición para discernir cómo orar para que el Señor conceda lo que se pide.
Fuente: La Biblia de las Américas
guardaréis… M↓ registran guardad.
Fuente: Biblia Textual IV Edición
M i guardad.