Comentario de Juan 3:14 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

Y como Moisés levantó la serpiente en el desierto, así es necesario que el Hijo del Hombre sea levantado,

3:14, 15 Y como Moisés levantó la serpiente en el desierto (Núm 21:4-9) , así es necesario que el Hijo del Hombre sea levantado (12:31, 32) , para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna. — Cuando los israelitas fueron mordidos por las víboras, no podían hacer nada para curarse; por lo tanto, Dios proveyó el remedio. De la misma manera, proveyó el remedio para el mal causado por el pecado. ¿Habrá discutido con Dios algún israelita sobre ese remedio? ¿Habrán tenido diálogo acerca de la eficacia de alzar los ojos para ver la serpiente sobre el asta? ¿Habrá dicho algún israelita moribundo, «Yo sé que Moisés cree que solamente por medio de mirar la serpiente sanaremos, pero no conviene ser extremista, pues hay otros puntos de vista»? ¿Cuántos se habrán quejado diciendo que no podían ver ninguna relación entre la serpiente sobre el asta y las mordidas? Todos saben que si la gente hubiera «razonado» de esa manera, habrían sufrido una consecuencia mortal. ¿No habrá lección en esto, pues, para la gente hoy en día que solamente quiere discutir y «razonar» neciamente con respecto a la necesidad del bautismo para perdón de los pecados? Se puede decir que en el día de Pentecostés los tres mil que obedecieron al evangelio para el perdón de pecados figuradamente alzaron los ojos para ver la serpiente sobre el asta.

Fuente: Comentario al Nuevo Testamento por Partain

como Moisés levantó. Núm 21:7-9; 2Re 18:4.

que el Hijo del hombre sea levantado. Jua 8:28; Jua 12:32-34; Sal 22:16; Mat 26:54; Luc 18:31-33; Luc 24:20, Luc 24:26, Luc 24:27, Luc 24:44-46; Hch 2:23; Hch 4:27, Hch 4:28.

Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico

Cada vez que la palabra levantado aparece en el Evangelio de Juan se hace una referencia a la muerte de Jesús (Jua 8:28; Jua 12:32, Jua 12:34). Cuando Moisés levantó la serpiente en el desierto (Núm 21:9), los que la miraban vivían. Así es también con el Hijo del Hombre (Jua 1:51). ¡Mírelo y viva! ¡Mire al Cordero de Dios!

Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe

así es necesario que el Hijo del Hombre sea levantado. Cp. Jua 8:28; Jua 12:32; Jua 12:34; Jua 18:31-32. Esta es una predicción velada de la muerte de Jesús en la cruz. Jesús se refirió a la historia de Núm 21:5-9 donde los israelitas que fijaron su mirada en la serpiente levantada por Moisés fueron sanados. El punto de esta ilustración o analogía radica en el hecho de ser «levantado». Así como Moisés levantó la serpiente sobre el asta para que todos los que la vieran pudieran preservar su vida física, quienes fijan su mirada en Cristo, quien fue «levantado» en la cruz, vivirán tanto espiritual como eternamente.

Fuente: Biblia de Estudio MacArthur

3:14, 15 Y como Moisés levantó la serpiente en el desierto (Núm 21:4-9) , así es necesario que el Hijo del Hombre sea levantado (12:31, 32) , para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna. — Cuando los israelitas fueron mordidos por las víboras, no podían hacer nada para curarse; por lo tanto, Dios proveyó el remedio. De la misma manera, proveyó el remedio para el mal causado por el pecado. ¿Habrá discutido con Dios algún israelita sobre ese remedio? ¿Habrán tenido diálogo acerca de la eficacia de alzar los ojos para ver la serpiente sobre el asta? ¿Habrá dicho algún israelita moribundo, «Yo sé que Moisés cree que solamente por medio de mirar la serpiente sanaremos, pero no conviene ser extremista, pues hay otros puntos de vista»? ¿Cuántos se habrán quejado diciendo que no podían ver ninguna relación entre la serpiente sobre el asta y las mordidas? Todos saben que si la gente hubiera «razonado» de esa manera, habrían sufrido una consecuencia mortal. ¿No habrá lección en esto, pues, para la gente hoy en día que solamente quiere discutir y «razonar» neciamente con respecto a la necesidad del bautismo para perdón de los pecados? Se puede decir que en el día de Pentecostés los tres mil que obedecieron al evangelio para el perdón de pecados figuradamente alzaron los ojos para ver la serpiente sobre el asta.

Fuente: Notas Reeves-Partain

EL CRISTO ELEVADO

Juan 3:14-15

Y de la misma manera que .Moisés puso en alto la serpiente en el desierto, así es menester que levanten al Hijo del Hombre; para que todos los que crean en Él puedan tener la vida eterna.

Juan recuerda una historia extraña del Antiguo Testamento que se encuentra, en Nm 21:4-9 . En su viaje por el desierto, los israelitas murmuraron y se quejaron y se lamentaron de haber salido de Egipto. Para castigarlos, Dios envió una plaga mortal de serpientes venenosas; el pueblo se arrepintió y pidió misericordia. Dios le dijo a Moisés que hiciera la imagen de una serpiente y la pusiera en alto en medio del campamento, y los que miraran a la serpiente se curarían.

Aquella historia impresionó vivamente a los israelitas. En tiempos posteriores aquella imagen de la serpiente se convirtió en un ídolo, y tuvieron que destruirla en tiempo del rey Ezequías, porque la gente había empezado a darle culto (2R 18:4 ). A los mismos judíos les alucinaba este incidente, porque tenían absolutamente prohibido el hacer imágenes. Los rabinos lo explicaban diciendo: «No era la serpiente de bronce lo que daba la vida. Cuando Moisés la puso en alto, los moribundos pusieron su confianza en el Que le había mandado a Moisés que lo hiciera. Era Dios mismo el Que los sanaba.» El poder sanador no estaba en la serpiente; esta, no era más que un objeto que les hacía volver el pensamiento a Dios; y, cuando lo hacían, se ponían buenos.

Juan tomó aquella vieja historia y la usó como una parábola profética de lo que había de suceder con Jesús. Dijo: «Pusieron en alto la serpiente; los moribundos la miraban; su pensamiento volvía a Dios, y por el poder de aquel Dios en Quien ponían su confianza se curaban. Así es como era necesario que Jesús fuera levantado: para que, cuando los que estamos heridos por el pecado volvamos a El nuestro pensamiento y creamos en El, encontremos la vida eterna.»
Hay aquí un detalle maravillosamente sugestivo. El verbo levantar es hypsún. Lo curioso es que se usa de Jesús en un doble sentido: en el de ser levantado en la Cruz, y en el de ser elevado a la gloria cuando ascendió al Cielo. Se usa de la Cruz en Jn 8:28 ; Jn 12:32 ; y se usa de la Ascensión de Jesús al Cielo en Hch 2:33 ; Hch 5:31 ; Fil 2:9 . Hubo una doble elevación de Jesús cuando acabó Su vida en la Tierra: fue levantado en la Cruz, y fue elevado a la gloria; y las. dos están insepar4blemente relacionadas: ninguna podría haber sucedido sin la otra. Para Jesús la Cruz era el camino a la gloria. Si la hubiera evadido o evitado, como podría haber hecho fácilmente, no habría sido glorificado. Y lo mismo nos sucede a nosotros. Podemos, si queremos, escoger el camino fácil; podemos, si queremos, evitar la cruz que nos corresponde a todos los cristianos; pero si lo hacemos, perdemos la gloria. Es una inquebrantable ley de vida que sin cruz no hay corona.

En este pasaje hay dos expresiones con cuyo sentido nos tenemos que enfrentar. No nos será posible extraerlo en su totalidad, porque es más del que nunca podremos descubrir; pero debemos tratar de captar lo más posible.
(i) Está la frase que se refiere a creer en Jesús. Quiere decir por lo menos tres cosas.

(a) Quiere decir creer con todo nuestro corazón que Dios es como Jesús nos ha revelado que es. Quiere decir que Dios nos ama, se preocupa de nosotros y que lo que quiere hacer con nuestros pecados es perdonárnoslos. No era fácil para los judíos el creer eso. Veían a Dios como Alguien que les imponía Sus leyes y que los castigaba si las quebrantaban. Veían a Dios como el Juez, y a las personas como reos de muerte. Veían a Dios como Uno que exige sacrificios y ofrendas; para llegar a Su presencia había que pagar un precio inasequible. Era difícil pensar en Dios, no como un Juez dispuesto a imponer el castigo, ni como el capataz que exige una tarea irrealizable, sino como -el Padre que nada anhela más que el que Sus hijos rebeldes vuelvan a casa: Costó la vida y la muerte de Jesús el decírnoslo. No podemos empezar a ser cristianos hasta que nuestro -corazón crea esta- Buena Noticia. .
(b). ¿Cómo podemos estar seguros de que Jesús sabía lo que estaba diciendo? ¿Qué garantía se nos ofrece de que es cierta una Noticia tan maravillosa? Aquí llegamos al segundo artículo de nuestra fe. Tenemos que creer que Jesús es el Hijo de Dios, que, en Él está la Mente de Dios, que Él conocía a Dios tan bien y estaba tan cerca de Él y era una sola cosa con Él, que nos puede revelar plenamente la verdad acercó de Dios.
(c) Pero el creer tiene un tercer elemento. .Creernos que Dios es un Padre amante porque creemos que Jesús es el. Hijo de Dios y que por tanto lo que nos dice acerca de Dios es verdad. Entonces aparece el tercer elemento: Tenemos que jugarnos el todo por el todo a que lo que Jesús nos dice es la verdad. Tenemos que hacer todo lo que Él nos dice; tenemos que obedecer todo lo que Él nos manda. Cuando Él nos dice que tenemos que rendirnos incondicionalmente a la misericordia de Dios, lo tenemos que hacer. Tenemos que tomarle la palabra a Jesús. Hasta la cosa más insignificante de la vida se ha de hacer en obediencia incondicional a Él.
Así es que creer en Jesús tiene tres elementos: Creer que Dios es nuestro Padre amante; creer que Jesús es el Hijo .de Dios y por tanto nos dice la verdad acerca de Dios y de la vida, y obedecer incondicionalmente a Jesús.
(ii) La segunda gran expresión es la vida eterna. Ya hemos visto que la vida eterna es la misma vida de Dios mismo. Pero preguntémonos lo siguiente: Si tenemos la vida eterna, ¿qué es lo que tenemos? ¿Qué es eso de entrar en la vida eterna? Tener la vida eterna es algo que envuelve en paz todas las relaciones de la vida.

(a) Nos da la paz con Dios. Ya no estamos arrastrándonos servilmente ante un tirano, o tratando de escondernos de un juez implacable: estamos en casa con nuestro Padre:

(b) Nos da la paz con nuestros semejantes. Si hemos sido perdonados tenemos que ser perdonadores. Esto nos permite ver a las personas como Dios las ve. Nos hace miembros de una gran familia unida en amor: .
(c) Nos da la paz con la vida. Si Dios es Padre, Dios dirige todas las cosas para bien. Lessing solía decir que si se le permitiera hacerle una pregunta a la esfinge que lo sabía todo sería: » ¿Es este un universo amigable?» Cuando creemos en Dios como Padre también creemos que Su mano paternal no causará jamás a Sus hijos lágrimas innecesarias. Puede que no entendamos del todo la vida, pero no viviremos sumidos en el resentimiento nunca más.

(d) Nos da la paz con nosotros mismos: En último análisis nos tenemos más miedo a nosotros mismos que a nada más. Conocemos nuestros puntos flacos; conocemos la fuerza de las tentaciones; conocemos nuestras. obligaciones y las exigencias de nuestra propia vida. Pero ahora sabemos que nos enfrentamos con todo con Dios. No vivimos solos, sino Cristo vive en nosotros. Hay una paz que tiene su cimiento en una fuerza suficiente para vivir: la de Cristo.

(e) Nos da la seguridad de que la paz más profunda de esta vida no es más que una sombra de la paz por venir. Nos da una esperanza y una meta hacia la que nos dirigimos. Nos da una vida gloriosamente maravillosa ya aquí y, sin embargo, al mismo tiempo, una vida en la que lo mejor está por venir.

Fuente: Comentario al Nuevo Testamento

2. Monólogo: el amor del Padre (Jua 3:14-21)

En el texto griego no queda claro quién es el que está hablando en esta sección. Algunos estudiosos asumen que esta sección es continuación del comentario de Jesús a la última pregunta de Nicodemo. Otros creen que por lo menos parte de esta perícopa es comentario de Juan basado en las palabras de Jesús. Aquí también se percibe un eco temático del Prólogo, por ejemplo el uso absoluto de Hijo unigénito, las oposiciones luz-tinieblas y Dios-mundo, así como el practicar la verdad. Tal parece que Nicodemo ha desaparecido de la escena y Jesús (para otros Juan) se queda solo con sus meditaciones de profundo contenido teológico. La mayoría de los verbos están en tercera persona singular de tiempo pasado. De ahora en adelante la forma no es el diálogo sino el monólogo.

Fuente: Comentario para Exégesis y Traducción

Aquí aparece la primera de tres ocasiones que Juan menciona que Jesús es levantado (cf. Jua 8:28; Jua 12:32-34). Jesús recuerda el incidente de Moisés cuando levantó la serpiente de bronce en el desierto, según Núm 21:9. El verbo tiene el sentido de “levantar”, que en Juan recuerda la crucifixión, la glorificación, la exaltación y la ascensión en majestad. La traducción del verbo “levantar” es necesario distinguirla en algunos idiomas entre si la serpiente de bronce fue levantada y puesta luego en un poste o estaca, o si la serpiente fue fijada a un palo, poste o estaca y luego el poste levantado. La diferencia no es mucha después de todo, pero si el traductor quiere seguir la idea análoga de la glorificación o crucifixión la segunda formulación es preferible.

Traducir la serpiente literalmente puede dar una impresión equivocada a los lectores que tengan poco conocimiento del trasfondo bíblico. Es necesario conservar el artículo definido que se refiere a la serpiente conocida en la tradición veterotestamentaria. El punto de comparación es el verbo “levantar”: “Y así como… así también es necesario”. Es necesario como verbo impersonal en presente indica algo inevitable, necesario, indispensable, algo que tiene que hacerse de todas maneras, no es algo arbitrario o caprichoso; señala el destino inescapable de Jesús, es decir, un evento salvífico ordenado por los deseos divinos. Es un vivo contraste con el tiempo pasado del verbo “levantar” en la primera parte de la comparación en la oración adverbial que fue lo que hizo Moisés, y refuerza el infinitivo de la segunda parte de la comparación que es la oración principal. Es posible que en algunos idiomas haya que invertir, para más claridad, el orden de las oraciones como aparecen en el texto: “El Hijo del hombre tiene que ser levantado en alto, así como Moisés levantó la serpiente”. La frase «en alto» (TLA), aunque puede sonar redundante, ayuda a clarificar la idea del verbo “levantar” en el contexto del cap. Jua 3:1-36. En el evangelio de Juan el verbo “levantar” se usa sólo referido al Hijo del hombre y siempre tiene el doble sentido de la crucifixión y la glorificación.

Fuente: Comentario para Exégesis y Traducción

Jua 8:28; Jua 12:34; Núm 21:9.

Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana

REFERENCIAS CRUZADAS

w 133 Núm 21:9

x 134 Jua 8:28; Gál 3:13

Fuente: Traducción del Nuevo Mundo

es necesario. Véase coment. en el vers. 7.

sea levantado. Aquí Jesús se refiere a su crucifixión, como en 12:32. Así como el pueblo de Israel tuvo que mirar a la serpiente para ser librado de la muerte (Nm 21:9), la gente de todos los tiempos necesitan mirar al Jesús crucificado para r ecibir salvación y ser librados de la muerte eterna.

Fuente: La Biblia de las Américas

14 (1) Este capítulo trata de la regeneración. Por un lado, la regeneración introduce en nosotros la vida y la naturaleza divinas. Por otro lado, la regeneración le pone fin a la naturaleza maligna de Satanás, la cual está en nuestra carne. En Gn 3 Satanás, la serpiente, inyectó su naturaleza en la carne del hombre. Cuando los hijos de Israel pecaron contra Dios, fueron mordidos por serpientes ( Núm_21:4-9). Dios le dijo a Moisés que levantara una serpiente de bronce para que el juicio de Dios cayera sobre la serpiente y no sobre ellos; de este modo todo aquel que mirara la serpiente viviría. Eso fue un tipo. En este versículo el Señor Jesús aplicó a Si mismo ése tipo, dando a entender que en tanto que El estuviera en la carne, tenía la «semejanza de la carne de pecado» ( Rom_8:3), la cual equivale a la forma de la serpiente de bronce. La serpiente de bronce tenía la forma de la serpiente, pero no tenía el veneno de ella. Cristo fue hecho en «semejanza de la carne de pecado», pero no participó en ningún aspecto del pecado de la carne ( 2Co_5:21 Heb_4:15). Cuando Cristo, estando en la carne, fue levantado en la cruz, Su muerte destruyó a Satanás, la serpiente antigua (12:31-33; Heb_2:14). Esto significa que se le puso fin a la naturaleza serpentina, la cual se encuentra dentro del hombre caído. Cuando un hombre es regenerado con la vida divina en Cristo, su naturaleza satánica es anulada. Por esto, el Señor específicamente lo mencionó en esta porción de la Palabra al revelar la regeneración a Nicodemo. Es posible que Nicodemo se considerara un hombre moral y bueno. Pero lo dicho por el Señor en este versículo implica que no importa cuan bueno haya sido Nicodemo exteriormente, él tenía interiormente la naturaleza serpentina de Satanás. Como descendiente de Adán, él había sido envenenado por la serpiente antigua, y la naturaleza de la serpiente estaba dentro de él. No solamente necesitaba que el Señor fuese el Cordero de Dios para que quitara su pecado (1:29); también necesitaba que el Señor estuviese en la forma de la serpiente para que su naturaleza serpentina fuese anulada en la cruz, para así tener vida eterna. Según el principio establecido en el cap. 2, esto es cambiar la muerte en vida.

Fuente: Comentario Del Nuevo Testamento Versión Recobro

Moisés. La referencia es a Núm 21:5-9.

Fuente: Biblia de Estudio Anotada por Ryrie

sea levantado…Jua 8:28; Jua 12:32-33; Núm 21:4-9; Rom 8:3; 2Co 5:21; §170 (Número 13).

Fuente: Biblia Textual IV Edición

levantado g 8:28; 12:32-33; Núm_21:4-9; Rom 8:3; 2Co 5:21.

Fuente: La Biblia Textual III Edición

§ Ver Núm 21:9.

Fuente: Versión Biblia Libre del NuevoTestamento