Comentario de Lucas 15:8 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

¿O qué mujer que tiene diez dracmas, si pierde una dracma, no enciende una lámpara, barre la casa y busca con empeño hasta hallarla?

15:8 — ¿O qué mujer que tiene diez dracmas, si pierde una dracma (aproximadamente el mismo valor que el denario, el salario de un día del jornalero; por eso, era de mucho valor) , no enciende la lámpara, y barre la casa, y busca con diligencia hasta encontrarla? — El pastor no había perdido la oveja, pero esta mujer sí perdió su moneda. Hace lo mismo que el pastor: busca hasta encontrarla. Los dos buscaron con diligencia, no con indiferencia, no a medias, sino con el propósito firme de encontrar lo que se había perdido (Luc 19:10).

Fuente: Comentario al Nuevo Testamento por Partain

diez dracmas. Mat 18:28.

y busca con diligencia. Luc 19:10; Eze 34:12; Jua 10:16; Jua 11:52; Efe 2:17.

Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico

diez dracmas: Una dracma era una moneda de plata equivalente al salario diario de un obrero. La mujer necesitaba de una lámpara porque vivía en un hogar sin ventanas. Su escoba para barrer pudo ser de varitas de palmeras. En la segunda parábola del capítulo Luc 15:1-32, se dan más detalles sobre el esfuerzo de búsqueda que en la primera parábola de los vv. Luc 15:4-7.

Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe

BUSCA CON DILIGENCIA HASTA ENCONTRARLA. El creyente debe pedir que el Espíritu Santo llene su corazón con un deseo intenso de llevar a los pecadores a la salvación.

Fuente: Biblia de Estudio Vida Plena

dracmas. Estas monedas de plata usadas por los griegos tenían un valor casi equivalente al denario romano (vea la nota sobre Mat 22:19). enciende la lámpara. La casa típica con una habitación no tenía ventanas. barre la casa. Esto ilustra que la búsqueda fue minuciosa y exhaustiva.

Fuente: Biblia de Estudio MacArthur

15:8 — ¿O qué mujer que tiene diez dracmas, si pierde una dracma (aproximadamente el mismo valor que el denario, el salario de un día del jornalero; por eso, era de mucho valor) , no enciende la lámpara, y barre la casa, y busca con diligencia hasta encontrarla? – El pastor no había perdido la oveja, pero esta mujer sí perdió su moneda. Hace lo mismo que el pastor: busca hasta encontrarla. Los dos buscaron con diligencia, no con indiferencia, no a medias, sino con el propósito firme de encontrar lo que se había perdido (Luc 19:10).

Fuente: Notas Reeves-Partain

LA MUJER QUE PERDIÓ
Y ENCONTRÓ UNA MONEDA

Lucas 15:8-10

Jesús les contó también otra parábola:

-Si una mujer tiene diez dracmas, y pierde una, ¿verdad que enciende la luz y se pone a barrer la casa y a buscar por todas partes hasta que la encuentra? Y en cuanto la encuentra, junta a todas sus amigas y vecinas, y les dice: «¡Fijaos qué estupendo es lo que me ha pasado! ¡He encontrado la dracma que se me había perdido!» Pues os aseguro que eso es lo que pasa en el Cielo: los ángeles de Dios se ponen jubilosos cuando se arrepiente un pecador.

Que se perdiera una moneda en la casa de unos campesinos de Palestina no seria difícil, pero sí encontrarla. Las casas eran oscuras, sin más ventana que una circular de un par de palmos de diámetro. El suelo era de tierra cubierta de paja o cañas; así es que era como buscar una aguja en un pajar. La mujer se puso a barrer con la esperanza de ver brillar la moneda u oírla tintinar.
Hay dos razones por las que la mujer tendría tanto interés en encontrar la moneda:
(i) Puede que fuera sencillamente por necesidad. Era el jornal de un día en Palestina. Los obreros vivían al día. Tal vez el perder aquella moneda desequilibraba la economía familiar, o ponía en peligro la comida del día.
(ii) Puede que fuera por una razón más romántica. El adorno de una mujer casada era una diadema formada por diez moneditas de plata enlazadas con una cadenita de plata. Era el equivalente del anillo de boda, cuyo valor era aún superior al precio. Se consideraba algo tan personal que no se podía expropiar por deudas. Tal vez se trataba de una de esas monedas, y la mujer la buscaba como buscaría una casada ahora su anillo de boda.
Es fácil imaginar la alegría de la mujer cuando vio relucir la moneda y la pudo apretar cariñosamente entre sus dedos otra vez. Así es Dios, dijo Jesús. El júbilo de Dios y de todos los ángeles cuando vuelve al hogar un pecador es como el de un hogar que recupera el sustento del día, o como el de una mujer que había perdido algo muy personal y valioso, y lo encuentra otra vez.
Ningún fariseo habría soñado que Dios fuera así. Un gran pensador judío ha admitido que esto que Jesús enseñó acerca de Dios es algo completamente nuevo: que Dios busca a los hombres y se alegra cuando vuelven a estar con Él. Los judíos podrían haber llegado a creer que, si uno se humillaba hasta lo último y se postraba ante Dios suplicando misericordia, tal vez se le concediera; pero nunca se les habría ocurrido pensar que Dios buscara amorosa e insistentemente a los pecadores. Nosotros creemos en este amor de Dios, porque lo vemos encarnado en Jesucristo, el Hijo de Dios, que vino a buscar y a salvar lo que se había perdido (Lc 19:10 ).

Fuente: Comentario al Nuevo Testamento

— diez monedas: Lit. diez dracmas. El dracma era la unidad monetaria básica del sistema griego y equivalía más o menos al denario romano. Para el valor de este último, ver nota a Mat 17:24. Ver también TABLA DE PESAS, MEDIDAS Y MONEDAS.

Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana

NOTAS

(1) Un dracma era una moneda gr. de plata que pesaba 3,40 g (0,109 oz. t.).

Fuente: Traducción del Nuevo Mundo

enciende un lámpara y barre la casa. Las casas de los campesinos en Palestina usualmente tenían sólo una puerta y carecían de ventanas, por lo que era necesario iluminarlas con una lámpara. Por lo general el piso era de tierra, que en este caso la mujer tuvo que barrer para poder encontrar la moneda.

Fuente: La Biblia de las Américas

8 (1) Una moneda de plata que equivalía al salario de un día (así también en el v. 9).

8 (2) Representa la palabra de Dios ( Sal_119:105 , Sal_119:130), la cual el Espíritu usa para iluminar y exponer la posición y la condición del pecador para que se arrepienta.

8 (3) Para escudriñar y limpiar el interior del pecador.

8 (4) En el v. 4 el Hijo encuentra al pecador, lo cual ocurre fuera de éste y se completa en la cruz por medio de la muerte redentora; aquí la búsqueda del Espíritu es algo interior y se lleva a cabo por Su obra dentro del pecador arrepentido.

Fuente: Comentario Del Nuevo Testamento Versión Recobro

¿qué mujer? La segunda parábola, referente a una mujer, sugiere que seguían a Cristo muchas mujeres, y escuchaban Sus enseñanzas.

Fuente: Biblia de Estudio Anotada por Ryrie

Gr., dracmas; una dracma equivalía al salario de un día

Fuente: La Biblia de las Américas

* Literalmente, “dracma.”

Fuente: Versión Biblia Libre del NuevoTestamento