Comentario de Cantares 2:1 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

Yo soy la rosa de Sarón y el lirio de los valles.

Yo soy la rosa de Sarón. Sal 85:11; Isa 35:1, Isa 35:2.

Y el lirio de los valles. Cnt 2:16; Cnt 6:3; Isa 57:15.

Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico

El amor mutuo del esposo y la esposa, Cnt 2:1-7.

La esperanza y llamado de la esposa, Cnt 2:8-9,

El esposo, Cnt 2:14-15.

La esposa, Cnt 2:16-17.

Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico

yo soy la rosa de Sarón: La llanura de Sarón era famosa por sus flores y prados. La doncella está diciendo: soy sólo una flor de la llanura, soy sólo una entre muchas otras.

Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe

YO SOY LA ROSA DE SARÓN, Y EL LIRIO DE LOS VALLES. Aquí está hablando la doncella sulamita. Se compara a sí misma con sencillas flores silvestres de los campos, porque no está acostumbrada a los lujos de Jerusalén. Sarón es la llanura costera al sur del monte Carmelo.

Fuente: Biblia de Estudio Vida Plena

Esposa. 2 1 Yo soy el narciso de Sarón,
un lirio de los valles.
Esposo. 2 Como lirio entre los cardos
es mi amada entre las doncellas.
Esposa. 3a Como manzano entre los árboles silvestres
es mi amado entre los mancebos.
A su sombra anhelo sentarme,
y su fruto es dulce a mi paladar.

A la búsqueda angustiosa e incierta ha sucedido el encuentro placentero. Ambos esposos se declaran mutuamente su admiración en metáforas llenas de lirismo oriental. El esposo, que antes era presentado como pastor, ahora es llamado enfáticamente rey por su amada, exactamente como ésta, antes pastora, era presentada como reina o princesa ataviada con los más ostentosos adornos. La imaginación del poeta juega con todos los símiles y situaciones según convenga a sus efusiones líricas. Ahora el esposo-rey está sentado en su diván de palacio, como antes aparecía en las majadas de los pastores, y la esposa se acerca trémula rezumando perfumes exquisitos 16. Cuando ya lo tiene en sus brazos, le parece sentir el aroma balsámico de la mirra, goma resinosa que exhala un perfume fuerte. En la antigüedad, las doncellas de alcurnia llevaban colgando del cuello, entre sus pechos, una bolsita de plantas aromáticas, que exhalaban su fragancia constantemente. Para la esposa, su amado es esta bolsita de mirra que perfuma su cuerpo de un modo permanente. Es también un racimito de alheña de las viñas de Engadí, localidad famosa en la orilla occidental del mar Muerto; famoso oasis, donde habían de establecerse los esenios en el primer siglo del cristianismo 15. El poeta nombra esta localidad haciéndose eco de la feracidad legendaria de esta región, como antes había mencionado el cortejo del faraón, sin que hayamos de encontrar alusiones especiales históricas. La alheña en forma de racimos olorosos debía de ser famosa en aquella región.
A las metáforas exóticas e insinuantes de la esposa contesta el esposo declarando ingenuamente la belleza de su amada: sus ojos son palomas. La mirada dulce y encantadora de la paloma es el mejor reflejo de la candida y extasiada mirada de la esposa. Esta responde proclamando la desbordante hermosura de su amado y aludiendo a la cámara nupcial, donde se había de consumar el amor marital: nuestro pabellón verdeguea ya. El poeta juega aquí con dos símiles, conforme a las dos situaciones ya descritas. Los esposos habían sido presentados primero como pastores vagando con sus rebaños por la salvaje campiña, y después como personajes regios. Siguiendo el primer símil, la esposa, contentándose con lo más humilde, habla de un pabellón silvestre, hecho de ramas verdes, en el que se disponen a pasar la noche: nuestro pabellón verdeguea ya. Pero el esposo, insensiblemente, jugando con el supuesto de su calidad de personaje de estirpe regia, habla de su palacio, cuyas vigas son de cedro, y los artesonados de ciprés, justamente como era el famoso palacio de Salomón 16.
De nuevo se suceden los requiebros amorosos con metáforas campestres. La esposa se presenta modestamente como un narciso de la llanura de Sarón, en la costa palestina al norte de Jafa, y como un simple lirio de los valles. Pero el esposo, recogiendo esta modesta metáfora, hace resaltar que el lirio es algo grande en medio de los cardos. Es el caso de su amada en comparación con las doncellas que forman su cortejo de honor.
La delicada insinuación del esposo encuentra réplica inmediata en los labios de la esposa: su amado se destaca como un manzano entre los árboles silvestres. La mención del manzano ha de entenderse simplemente como símbolo de los árboles frutales, de un valor incomparablemente superior al de los arbustos silvestres que brotan espontáneamente por doquier. Frente a la esterilidad de éstos está la utilidad del manzano, cuyo valor queda así realzado en medio de aquéllos. El esposo sobresale en valor entre los mancebos que le rodean como el manzano entre los arbustos silvestres. El árbol ofrece rico fruto y generosa sombra al viandante. La esposa, jugando con el mismo símil, declara su felicidad al poder descansar a la sombra de su amado y gustar de su exquisito fruto 17.

La mutua posesión de los esposos (4-7).
Esposa. 4 Me ha introducido en la sala del festín,
y la bandera que contra mí alzó es (bandera de) amor.
5 Confortadme con pasas, reanimadme con manzanas, que desfallezco de amor.
6 Está su izquierda bajo mi cabeza y su diestra me abraza.
Esposo. 7 Os conjuro, hijas de Jerusalén,
por las gacelas y ciervos del campo 18, que no despeitéis ni inquietéis a la amada hasta que ella quiera.

De nuevo el poeta cambia de marco: antes presentaba a la esposa a la sombra del manzano en el campo; ahora, jugando con su calidad de reina, la lleva al palacio real, donde es introducida en la sala del festín, donde se ha de reñir una batalla de amor entre los esposos. Ambos se enfrentan como dos ejércitos en orden de combate, y la bandera o lábaro que preside la lucha es el amor. En estas justas amorosas, la esposa es la primera vencida, como era de esperar. Al encontrarse a solas frente a su amado, se siente desfallecer, y aparatosamente pide auxilio a sus acompañantes para no morir de amor: Confortadme… Los pasteles de pasas y la mermelada de manzanas eran considerados como reconfortante en la medicina casera de la antigüedad. Por eso, la esposa las reclama con urgencia.
Ante la llamada angustiosa de la esposa, que se desploma desfallecida, acude el esposo, que la abraza amorosamente. Aquélla agradece el gesto que anhelaba: su izquierda está bajo mi cabeza y su diestra me abraza. Insensiblemente cae en un éxtasis de amor. Dormida en los brazos de su amado, ha encontrado la felicidad: las inquietudes, los anhelos angustiosos, han encontrado su resultado en la plena posesión amorosa. El esposo no quiere interrumpir esta felicidad de su amada, y así pide a los circunstantes que no inquieten el dulce sueño de su esposa. Sus conjuros están llenos de fresco lirismo primitivista. Las gacelas y los ciervos son el adorno de la estepa, y han servido, por su gracilidad y esbeltez, de símbolo de la belleza y la gracia femenina en la poesía de todos los pueblos de la antigüedad. El hagiógrafo los utiliza, pues, en este sentido insinuante en el momento más solemne de su primer poema, cuando se ha consumado en un abrazo el amor de los dos esposos.

1 Cantar de los Cantares es un semitismo para indicar el Cántico por excelencia de la Biblia. Se atribuye por seudonimia a Salomón, porque era el “sabio” por excelencia y porque había gozado como nadie del amor de las mujeres. – 2 Bib. de Jér.: “El rey me ha introducido en sus apartamentos.” Así también Buzy. VI 298. – 3 D. Buzy, Le Cantique des Cantiques (La Sainte Bible, de Pirot-Ülamer) (París 1951) – 4 Sal 104:15; Eclo 31:35- – 5 Traducimos la palabra hebrea ‘álamoth por doncellas, mujeres en estado nubil, lo que implica su virginidad. – 6 Algunos autores corrigen: Salma o Salem, abrev. poética de Jerusalén. – 7 D. Buzy, o.c., 299-300. – 8 Cf. Gant 1:7; 5:8; 16; 8:4. – 9 D. Buzy, o.c., 300. – 10 Cedar es el hijo segundo de Ismael (Gen 25:13), y dio nombre a una tribu de nómadas del desierto arábigo. – 11 Los alegoristas – Robert, Ricciotti, Joüon, Feuillet – ven en estos detalles literarios alusiones a la historia de Israel. El coro de doncellas representa a las naciones gentílicas, que admiran la suerte histórica de Israel. Las cámaras del rey son los departamentos del templo de Jerusalén. Los hermanos de la esposa, que la han obligado a guardar viñas, son los caldeos (el antepasado Abraham era oriundo de Mesopotamia). Los trabajos de la cautividad la han puesto morena trabajando para los caldeos (guardando sus viñas); en cambio, no ha podido dedicarse a guardar la propia, el territorio de Palestina, que le pertenece. Arrepentida Israel, ha buscado a su Esposo, el pastor de su rebaño; y desea no extraviarse tras de los otros pastores, que son los cultos idolátricos de las naciones extranjeras. – 12 Tiro: lit. “yegua de los carros del faraón.” Así traduce la Bib. de Jér, – 13 Los alegoristas ven en esta mención de los “carros del faraón” una alusión al éxodo de los israelitas, que se salvaron atravesando el mar Rojo, mientras el ejército del faraón quedó anegado. – 14 Nardo: del persa nardin y sánscrito nalada, era un perfume de excepcional precio (Cf. Luc 7:37-38; Jua 12:3) – 15 Engadí significa en hebreo “fuente del cabrito,” y por ello se presta a formar parte de este relato bucólico del Cantar de los Cantares. – 16 Cf. 1Re 5:22-24; 1Re 7:2-8. – 17 Los alegoristas ven en estas expresiones una alusión al tabernáculo del desierto, donde residía Yahvé en medio de su pueblo. – 18 Parece que hay un juego de palabras en hebreo entre los nombres ayyalot (ciervos) y sebaot (gacelas) con la expresión “Dios de los ejércitos” (Elohe Sebaoth).

Poema Segundo (2:8-3:5).
E l tema vuelve a comenzar para desarrollarse de modo paralelo al anterior. Otra vez empieza la búsqueda ansiosa del amado por los campos, para terminar con la posesión amorosa del mismo en la cámara nupcial. El tema, pues, es el mismo, pero con nuevos recursos poéticos bellísimos, en conformidad con la desbordante imaginación oriental.

El encuentro de los dos esposos (8-14).
Esposa.
8¡La voz de mi amado! Vedle que llega saltando por los montes, triscando por los collados.
9 Es mi amado como la gacela o el cervatillo. Vedle que está ya detrás de nuestros muros, atisbando por las ventanas,
espiando por entre las celosías.
10 Mi amado ha tomado la palabra y dice:
Esposo. “¡Levántate ya, amada mía,
hermosa mía, y ven!
11 Que ya se ha pasado el invierno y han cesado las lluvias.
12 Ya se muestran en la tierra los brotes floridos, ya ha llegado el tiempo de la poda
y se deja oír en nuestra tierra el arrullo de la tórtola.
13 Ya ha echado la higuera sus brotes, ya las viñas en flor esparcen su aroma. ¡Levántate, amada mía,
hermosa mía, y ven!
14 Paloma mía, (que anidas) en las hendiduras de las en las grietas de las peñas escarpadas, [rocas, dame a ver tu rostro,
hazme oír tu voz. Que tu voz es dulce y encantador tu rostro.

La esposa siente, nostálgica, la ausencia del amado, y, pensando en él en su lecho, percibe sus pasos lejanos. Viene presuroso hacia ella como un ciervo saltando por los montes y triscando por los collados. De nuevo el símil del venado sirve para describir la gracia y la celeridad del esposo, que desde tierras lejanas avanza hacia la casa de la que llena su corazón ansioso de amor i. En unos instantes ha llegado a los muros de la casa de su prometida y atisba sigiloso por las celosías para sorprenderla y darle a entender su amor. El viaje ha sido largo, pero todo lo ha salvado el corazón enamorado.
La esposa, fingiendo desinterés y queriendo probar el amor del que la viene a visitar, se hace la despreocupada, y no sale a la ventana a recibirle. Es entonces cuando el enamorado joven entona un bellísimo canto de amor y de bienvenida a la primavera, que se muestra en la floración pujante del campo. Ha pasado la dura estación invernal, y las últimas lluvias anuncian el advenimiento de la primavera florida; ha llegado el tiempo de la poda de las vides en flor. La tórtola con sus arrullos anuncia la estación del amor. La naturaleza vegetal despierta y la sangre de los animales se calienta. Los paj arillos preparan sus nidos y los enamorados conciertan sus bodas. Es una insinuación a la prometida para ultimar los desposorios: ¡Levántate, amada mía, hermosa mía, y ven! Nuevamente la compara a una paloma, pero ahora se muestra esquiva e inaccesible, como si anidase en las anfractuosidades de los wadys, lejos de la vista de los hombres. Quizá en estas palabras haya una alusión a la honestidad y virginidad de la prometida, que se reserva cuidadosamente para su amado.

La respuesta de la esposa (15-17).
15 ¡Cazadnos las raposas, las raposillas que destrozan las viñas, nuestras viñas en flor!
Esposa.16
Mi amado es para mí, y yo para él. Pastorea entre azucenas. 17 Antes de que refresque el día y huyan las sombras,
vuelve, amado mío, semejante a la gacela o al cervatillo por los montes de Beter.

El v.15 resulta extraño en el contexto, y quizá sea una glosa del copista, que entona una canción popular alusiva a los destrozos que las raposas o chacales hacen en las viñas en flor. La mención del v.13 de las viñas floridas le pudo sugerir esta copla popular, poniéndola en boca de uno de los amantes, dando quizá un sentido simbólico. El amor es frágil y puede desaparecer con cualquier desgraciada reacción de los amantes, desmoronándose así unas relaciones amorosas antiguas 2. Los amores son, pues, delicados como viñas en flor, que fácilmente se marchitan y desfloran bajo las inclemencias del tiempo o por la incursión de las alimañas. En este sentido, la canción puede relacionarse con la llamada del esposo, que apremia a su amante a concretar los desposorios definitivos.
El v.16 encuentra su lugar más apropiado en 6:2, donde los dos amantes están en el jardín entre balsameras y azucenas. Es el momento de la mutua posesión y de la entrega amorosa: Mi amado es para mí, y yo para el amado. En cambio, en el contexto actual resulta la frase extraña, ya que la futura esposa está en su lecho, y su amante a la puerta de su ventana en plena noche, como se dice a continuación.
El v.1y también resulta sospechoso desde el punto de vista de su autenticidad. La primera parte – antes de que refresque el día y huyan las sombras – vuelve a aparecer en 4:6. La segunda parte – vuelve, amado mío, semejante a la gacela o al cervatillo – parece una repetición Deu 2:9. Los montes de Beter nos resultan desconocidos desde el punto de vista geográfico, y pueden ser una creación imaginaria del poeta en razón de la sonoridad del vocablo.

Fuente: Biblia Comentada

En esta primera de las tres principales secciones del Cantar, treinta y dos de treinta y nueve versículos son manifestaciones de la sulamita, con breves interludios de su amado y de las doncellas de Jerusalén. Esta porción representa probablemente los recuerdos de ella de acontecimientos pasados en combinación con los deseos de su corazón de casarse con el rey, al anticipar la llegada de él para llevarla a Jerusalén para la boda en Cnt 3:6 ss.

Fuente: Biblia de Estudio MacArthur

— Sarón: Llanura costera que se extiende desde el Carmelo hasta Jope (localidad, esta última, contigua a la moderna Tel Aviv).

Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana

Ver Isa 35:1-2.

Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana

joven ahora se ha apartado de su timidez anterior. El amor del rey hacia ella le hace tener una nueva estima propia. Se ve a sí misma como una hermosa flor. Es algo muy hermoso cómo el ser verdaderamente amado puede llevar a cabo una transformación en el concepto que uno tiene de uno mismo. Como creyentes, somos objeto del amor inagotable de Cristo, y somos hermosos a sus ojos. 2 El responde y agrega a los pensamientos de ella. Comparadas con ella, las otras parecen cardos. Esto pareciera ser un poco duro para las otras jóvenes de la corte, pero es su manera de expresar el carácter único de ella.

Fuente: Nuevo Comentario Bíblico Siglo Veintiuno

2.1 La rosa de Sarón y el lirio de los valles eran flores de Israel famosas por su extraordinaria belleza. Salomón utilizó el lenguaje del amor. No hay nada más vital que alentar y apreciar a la persona amada. No olvide decirle cada día a su cónyuge: «Te amo», y mostrarle ese amor a través de sus acciones.2.7 Los sentimientos de amor pueden crear intimidad que dominan la razón. Los jóvenes a menudo tienen prisa para desarrollar una relación íntima basada en sus fuertes sentimientos. Pero los sentimientos no son suficientes para sustentar una relación duradera. Este versículo nos alienta a que no forcemos el romance para que los sentimientos de amor no crezcan más rápido que el compromiso necesario para hacer que el amor perdure. Espere con paciencia para que los sentimientos de amor y compromiso se desarrollen juntos.2.8-3.5 En esta sección, la novia (la amada), reflexiona acerca de su noviazgo con Salomón, recordando el primer día en el que se encontraron y uno de sus sueños donde estaban juntos.2.12, 13 Los enamorados celebraron su gozo en la creación y en su amor. Dios creó el mundo, la belleza que vemos, el gozo del amor y las relaciones sexuales, y nos dio sentidos para que lo disfrutáramos. Nunca permita que problemas, conflictos o la falta de tiempo arruine su habilidad de disfrutar los regalos de Dios. Dedique tiempo para disfrutar el mundo que Dios ha creado.2.15 «Las zorras pequeñas» son un ejemplo de los tipos de problemas que pueden perturbar o destruir una relación. Los enamorados querían quitar cualquier cosa que potencialmente causara problemas entre ellos. A menudo las «pequeñas zorras» son las que causan los mayores problemas en el matrimonio. Estas molestias no deben minimizarse ni pasarse por alto, sino identificarse para que así, juntos, la pareja las enfrente.

Fuente: Comentarios de la Biblia del Diario Vivir

NOTAS

(1) O: “croco; asfódelo”.

(2) “La llanura costanera.” O: “Sarón”. Heb.: hasch·scha·róhn.

REFERENCIAS CRUZADAS

a 32 Isa 35:1

b 33 1Cr 27:29

c 34 Cnt 2:16

Fuente: Traducción del Nuevo Mundo

rosa. Se refiere posiblemente a la flor del azafrán o a la del narciso.

Sarón. Esta llanura costera se extiende desde el monte Carmelo en el norte hasta Jope en el sur (v. 1 Cr 5:16; 27:29).

lirio. Esta flor posiblemente es la de la anémona, planta que tiene flores de vistosos colores y se da abundantemente en Palestina. Al compararse ella con una flor común, revela su modestia.

Fuente: La Biblia de las Américas

rosa. Lit., gladiolo (como en Isa 35:1).

Sarón. En tiempos de Salomón, una región costera fértil.

lirio. Quizás el jacinto o lirio de pascua.

Fuente: Biblia de Estudio Anotada por Ryrie

Posiblemente, azafrán o narciso

Fuente: La Biblia de las Américas

[4] Descripción del enamoramiento como embriaguez.[8] La esposa en sueños imagina el regreso del amado.

Fuente: Notas Torres Amat