¡Me deshago! No he de vivir para siempre. ¡Déjame, pues mis días son vanidad!
Abomino de mi vida. Job 3:20-22; Job 6:9; Job 10:1; Gén 27:46; 1Re 19:4; Jon 4:3, Jon 4:8.
déjame, pues. Job 10:20; Job 14:6; Sal 39:10, Sal 39:13.
mis días son vanidad. Sal 62:9; Sal 78:33; Sal 144:4; Ecl 6:11, Ecl 6:12.
Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico
DÉJAME. Job le habló sinceramente a Dios sobre sus sentimientos de injusticia, rechazo y duda. Incluso deseó que Dios lo dejara (vv. Job 7:16-19), aunque otras veces anheló que Dios hablara con él (Job 14:15; Job 23:3; Job 23:5). Los fieles que están pasando por pruebas y sufrimientos severos deben manifestarle francamente a Dios sus sentimientos en oración. No es incorrecto que el creyente, en una actitud de obediencia, le hable sinceramente a Dios de la angustia y la amargura que hay en su corazón. Ana derramó su alma delante del Señor a causa de gran congoja y aflicción (1Sa 1:13-16). Jesús mismo ofreció «ruegos y súplicas con gran clamor y lágrimas» (Heb 5:7), y en su muerte experimentó las indescriptibles tinieblas de la separación de Dios (Mat 27:46).
Fuente: Biblia de Estudio Vida Plena
Job 7:7+.
Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana
REFERENCIAS CRUZADAS
s 189 Gén 27:46; 1Re 19:4; Job 10:1; Jon 4:3
t 190 Sal 62:9; Sal 144:4; Ecl 6:11
Fuente: Traducción del Nuevo Mundo
O, Aborrezco
Fuente: La Biblia de las Américas
Heb. hébel. Es decir, sin sentido (distinto del v. 3).