—¡Oh, si pudieran pesar mi angustia, y pusiesen igualmente mi ruina en la balanza!
Oh, que pesasen justamente. Job 4:5; Job 23:2.
Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico
Job podría estar usando una expresión proverbial al creer que si su queja y tormento fueran alzados igualmente en la balanza (puestos a cada lado de una gran balanza), su queja pesaría más que la arena del mar. (La última palabra, plural en hebreo, enfatiza el enorme peso.) Cuando hace hincapié en su agobiante queja (Heb. ka’as, «lamento», «queja») usa el mismo término de Pro 27:3 («pesada es la arena, mas la ira del necio es más pesada que ambas»), y por Elifaz en Job 5:2 cuando señala que la ira (Heb. ka’as) mata al necio. Aunque acepta que su queja es opresiva, niega implícitamente que sea un necio ya que sus palabras no han sido precipitadas sin causa (vv. Job 5:4, Job 5:5).
Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe
Lo pesado de su carga fue la causa de la temeridad de sus palabras.
Fuente: Biblia de Estudio MacArthur
REFERENCIAS CRUZADAS
a 137 Sal 31:9
Fuente: Traducción del Nuevo Mundo
si pudiera pesarse mi sufrimiento. Elifaz ha criticado a Job por su enojo y duras palabras. Job admite que sus palabras han sido precipitadas (vers. 3), pero arguye que sus palabras indican cuánto está sufriendo y no que sea un necio. El grado del sufrimiento de Job explica el porqué sus palabras eran precipitadas.