El tema de la sanidad, o la ausencia de ella, es una de las cuestiones más desafiantes y difíciles en la vida cristiana. La Biblia está llena de historias de milagros y sanidades, y sin embargo, muchos creyentes sinceros enfrentan enfermedades crónicas, dolor y sufrimiento sin experimentar una sanación milagrosa. Entender la soberanía de Dios y sus propósitos en medio de la ausencia de sanidad requiere una reflexión profunda y una fe madura.
- La Soberanía de Dios:
- Dios es soberano, lo que significa que tiene autoridad y control completos sobre todas las cosas. Nada escapa a Su conocimiento o poder. Sin embargo, esto no significa que comprendamos siempre Sus razones o métodos.
- Los Propósitos de Dios son Más Profundos que la Sanidad Física:
- Mientras que la salud física es valiosa, la Biblia coloca un énfasis aún mayor en la salud espiritual y en el carácter. En algunos casos, Dios puede permitir el sufrimiento para producir crecimiento espiritual, dependencia en Él o una perspectiva eterna. «Y no sólo esto, sino que también nos gloriamos en las tribulaciones, sabiendo que la tribulación produce perseverancia; y la perseverancia, carácter probado; y el carácter probado, esperanza.» – Romanos 5:3-4
- El Sufrimiento y la Enfermedad en un Mundo Caído:
- Vivimos en un mundo caído y afectado por el pecado. Las enfermedades y el sufrimiento son manifestaciones de esa caída. Aunque Dios puede y a veces interviene milagrosamente, no siempre lo hace, y eso no disminuye Su amor o poder.
- La Sanidad Eterna:
- Aunque la sanidad física inmediata puede no manifestarse, los cristianos tienen la promesa de una sanidad completa y eterna en la vida venidera. «Y enjugará Dios toda lágrima de sus ojos; y ya no habrá muerte, ni habrá más llanto, ni clamor, ni dolor; porque las primeras cosas pasaron.» – Apocalipsis 21:4
- El Valor del Suficiente:
- En 2 Corintios 12, el apóstol Pablo habla de su «aguijón en la carne» (posiblemente una enfermedad o aflicción) y cómo oró repetidamente para que se lo quitara. Sin embargo, Dios respondió: «Bástate mi gracia; porque mi poder se perfecciona en la debilidad.» A veces, en medio de la enfermedad y el sufrimiento, experimentamos la gracia y el poder de Dios de maneras únicas y profundas.
- La Comunidad Cristiana como Soporte:
- En tiempos de enfermedad y sufrimiento, la comunidad cristiana se convierte en una fuente vital de apoyo, amor y oración. Esta comunión puede ser una manifestación tangible del amor y cuidado de Dios en medio del dolor.
Entender la soberanía de Dios y sus propósitos en medio de la enfermedad y el sufrimiento es un desafío. Puede requerir lidiar con preguntas difíciles, dudas y emociones. Sin embargo, incluso en medio de estas luchas, muchos cristianos encuentran un consuelo profundo en la certeza del amor inmutable de Dios, Su presencia constante y la esperanza de la eternidad.
Cuando la sanidad no llega
I. Introducción
- Aclaración de la problemática: Todos enfrentamos momentos en los que oramos por sanidad, ya sea para nosotros mismos o para seres queridos, y parece que esas oraciones no son respondidas.
- Reconocimiento de que esta experiencia puede generar preguntas difíciles sobre la naturaleza y la soberanía de Dios.
II. La soberanía y el carácter de Dios
- Job: La historia de Job nos muestra a un hombre justo que enfrenta un sufrimiento inexplicable. Aunque Job cuestiona, nunca renuncia a su fe y, al final, Dios le restaure, aunque no necesariamente le ofrece una explicación detallada de su sufrimiento.
- Referencia: Libro de Job
- Pablo y su aguijón en la carne: Pablo pide tres veces que Dios le quite su «aguijón en la carne». La respuesta de Dios fue que Su gracia es suficiente.
- Referencia: 2 Corintios 12:7-10
III. La enfermedad en un mundo caído
- La caída de la humanidad: A raíz del pecado, la enfermedad y la muerte entraron en el mundo.
- Referencia: Génesis 3
- Jesús y la enfermedad: Jesús nunca atribuyó la enfermedad directamente al pecado del individuo enfermo. Por ejemplo, el hombre nacido ciego no fue a causa de su pecado o el de sus padres.
- Referencia: Juan 9:1-3
IV. Propósitos divinos en el sufrimiento
- Refinamiento y crecimiento espiritual: Las pruebas pueden producir perseverancia y madurez.
- Referencia: Santiago 1:2-4
- Para la gloria de Dios: A veces, el sufrimiento y la enfermedad se permiten para que la obra de Dios se manifieste.
- Referencia: Juan 9:3
V. La promesa de sanidad eterna
- Esperanza en la resurrección: Mientras que la sanidad física inmediata puede no manifestarse, hay una promesa de sanidad completa en la resurrección.
- Referencias: 1 Corintios 15, Apocalipsis 21:4
VI. Cómo enfrentar la enfermedad con fe
- Oración persistente: A pesar de las circunstancias, estamos llamados a orar sin cesar.
- Referencia: 1 Tesalonicenses 5:16-18
- Apoyo comunitario: La comunidad cristiana como una fuente de apoyo en medio del sufrimiento.
- Referencia: Gálatas 6:2
- Descansar en las promesas de Dios: Aunque no entendamos todo, podemos descansar en las promesas inmutables de Dios.
- Referencias: Romanos 8:28, Hebreos 13:5
Conclusión:
Reconocer que no todas nuestras preguntas tienen respuestas claras o sencillas. Sin embargo, podemos confiar en el carácter amoroso y soberano de Dios, incluso en medio de la enfermedad y el sufrimiento. Aunque la sanidad física inmediata puede eludirnos, tenemos la esperanza segura de la sanidad eterna y la presencia constante de Dios en cada paso del camino.