El don de enseñanza es uno de los dones del Espíritu Santo que se menciona en la Biblia, específicamente en 1 Corintios 12:28. Este don se refiere a la capacidad de enseñar la verdad de la Palabra de Dios de una manera clara y comprensible, y de ayudar a los demás a crecer en su fe y conocimiento de Dios.
Aquellos que tienen el don de enseñanza son capaces de transmitir verdades espirituales complejas de manera clara y sencilla, y de hacer que la Biblia sea relevante y aplicable a la vida cotidiana. El objetivo de este don es ayudar a los cristianos a crecer en su fe, y a los no cristianos a entender el evangelio y ser salvados.
Es importante destacar que el don de enseñanza no se limita a los líderes de la iglesia o a los pastores, sino que puede ser dado a cualquier cristiano que tenga la capacidad de comunicar la Palabra de Dios de manera efectiva. Sin embargo, aquellos que tienen este don deben ser cuidadosos de no enseñar enseñanzas falsas o erróneas, y siempre deben basar sus enseñanzas en la verdad de la Palabra de Dios.