A veces un líder de la iglesia tiene que ser un pastor reaccionario.
Hay una tragedia familiar. Un miembro de la iglesia entra inesperadamente a su oficina con un montón de quejas. Tu esposa se pone de parto.
Está bien, entiendes el punto. No siempre podemos planificar con anticipación. No siempre podemos ser proactivos.
Pero muchos líderes de la iglesia pueden ser más proactivos. Muchos de estos líderes pierden un tiempo valioso porque no estaban preparados adecuadamente.
Permítanme, entonces, compartir desde la perspectiva negativa. Permítanme hablar de los errores más comunes de los pastores reaccionarios. Quizás te veas en una o más de estas características, con la esperanza de oración puedes hacer los cambios necesarios.
- No mira hacia adelante. A veces es así de simple. ¿Puedes ver lo que harás la próxima semana o el próximo mes? ¿Estas preparado? ¿Qué necesitas hacer para prepararte? Un pastor sin preparación se convierte en un pastor caótico.
- No desarrolla bien las relaciones. La mayor parte de la vida y el liderazgo son las relaciones. Si los pastores no están trabajando intencionalmente para desarrollar esas relaciones, a menudo tienen que tomarse el tiempo para explicar casi todo. No tienen la confianza ni la aceptación para liderar el cambio. Pueden percibirse como distantes, por lo que cuando surge un problema, los miembros de la iglesia pueden dudar en ofrecer ayuda.
- No programa en bloques de tiempo. Cuando necesita preparar un sermón o completar un proyecto, bloquee el tiempo requerido en su calendario. Los líderes reaccionarios se encuentran escribiendo «especiales del sábado por la noche» y participando en ataques de pánico de última hora porque no dedicaron tiempo a prepararse.
- Se centra en los críticos. Si las ruedas chirriantes dominan su ministerio, puede estar seguro de que su ministerio siempre será reactivo. Tomas decisiones por miedo en lugar de fe. Tienes pensamientos de callejones sin salida e imposibilidades porque escuchas a los detractores en lugar de escuchar al Dios de todas las posibilidades.
- No encuentra gozo en el trabajo diario del ministerio. Sí, nuestro ministerio es de trabajo. Sí, nuestro ministerio tiene sus momentos difíciles. Pero no seas el líder reactivo que no ve cómo Dios está obrando día a día en tu vida, tu ministerio y tu iglesia.
- Tiene una perspectiva a corto plazo. Un líder reaccionario a menudo no planea quedarse. Los líderes proactivos, por el contrario, son capaces de responder bien en tiempos de desafío, porque saben que todo estará bien. Es solo cuestión de tiempo.
- No ora por su propio liderazgo. No puedo recordar a un líder reaccionario que orara por sabiduría de Dios diariamente. Si verdaderamente buscamos la voluntad, el camino y la sabiduría de Dios, ciertamente seremos líderes proactivos.
¿Cómo responde usted a estas siete características? ¿Te ves a ti mismo en tres o más de ellos de manera consistente? Si es así, es probable que sea un líder reactivo.
Pero la buena noticia es que en el poder de Dios, usted puede cambiar.
Y no hay mejor momento que ahora.
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Este artículo apareció originalmente aquí.