Cuando Dios hizo Su pacto con Abraham, le dio esta promesa: “Bendeciré a los que te bendigan, y a los que te maldigan, maldeciré… ciertamente te bendiga y haga que tu descendencia sea tan numerosa como las estrellas en el cielo y como la arena a la orilla del mar. Tu descendencia tomará posesión de las ciudades de sus enemigos, y en tu descendencia, todas las naciones de la tierra serán bendecidas, porque tú me han obedecido.” Génesis 12:3 y Génesis 22:17-18 (NVI)  

En los tiempos del Antiguo Testamento, las naciones fueron testigos de cómo Dios bendecía a Israel. Sabían que el Dios de Israel era verdadero y poderoso. 2 Crónicas 20:29 (NVI), “El temor de Dios vino sobre todos los reinos de alrededor cuando oyeron cómo el SEÑOR había peleado contra los enemigos de Israel”. Los judíos sabían que eran favorecidos por encima de todos los demás. Amós 3:2 (NVI), “Solo a vosotros os he escogido de entre todas las familias de la tierra…” Estarelación especial creó tensión entre Israel y otras naciones.

Antes de que Jesús fuera crucificado en el año 33 dC, Él desechó a los judíos. Mateo 23:38, “He aquí, vuestra casa está desamparada y desolada.” El pueblo judío entró en un período de 1845 años de desaprobación. Las llamadas “iglesias cristianas” persiguió brutalmente y mató a los judíos. Dios quitó Su muro de protección especial. Las naciones odiaron y persiguieron a este pueblo.

Pero ahora el período de desaprobación ha terminado. Dios ha restablecido a Israel como nación. Sin embargo, Él está causando que continúe la antigua animosidad entre Israel y las otras naciones. Zacarías 12:2-3, 9 (RVR60), “He aquí, yo voy a hacer de Jerusalén una copa de estremecimiento para todos los pueblos de alrededor…en aquel díaHaré de Jerusalén una piedra pesada para todos los pueblos…”  

¿Por qué? Porque Él está usando el celo de las naciones para juntarlas contra Israel. Entonces el Dios Todopoderoso peleará por Israel tal como lo hizo en los días antiguos.  “Y todas las naciones de la tierra se juntarán contra ella… Y en aquel día yo buscaré destruir a todas las naciones que vienen contra Jerusalén.” “Entonces el SEÑOR saldrá a pelear contra aquellas naciones, como ha peleado en tiempos pasados.” Zacarías 12:3, 9 y Zacarías 14:3.

Durante el reinado de Cristo, Israel aceptará a Jesús como su salvador (Zacarías 12:10), y Jerusalén se convertirá en la capital del mundo (Isaías 2:2-3).  Toda persecución se detendrá. Las naciones se humillarán, serán instruidas por los judíos y les traerán sus riquezas (Isaías 60:10-12).