A lo largo de la era evangélica, se están desarrollando dos clases que recibirán una resurrección espiritual en cielo. La primera es la clase de la novia, también conocida como “el rebaño pequeño” “los fieles” “las vírgenes prudentes” “el cuerpo de Cristo” “la casa espiritual” y «144.000». (Apocalipsis 21:9; Lucas 12:32; Apocalipsis 17:14; Mateo 25:8-10; Efesios 1:22, 23; I Pedro 2:5; Apocalipsis 7:4) La otra clase, a los cristianos menos fieles se les llama “el compañero de la novia” «las vírgenes insensatas», “los santos de la tribulación” “la gran multitud” (Salmos 45:14; Mateo 25:2; Apocalipsis 7).
La clase de la novia son aquellas que son fieles al Señor en todo aspecto de sus vidas porque siguen al cordero por dondequiera que los lleve (Apocalipsis 14:3,4). Se mantienen castos del mundo, mantienen sus ropas inmaculadas y sin arrugas, gozan en la tribulación (Romanos 5:3) tienen por sumo gozo sufrir con y por el cuerpo de Cristo.. (Colosenses 1:24) Estos son los que toman aceite extra (Espíritu Santo) para sus vasos (Mateo 25:4) para poder soportar las pruebas. La obediencia a través de las pruebas probará si serán de la clase de la novia o no.
La segunda clase son aquellos que no prueban ser fieles, y por lo tanto no calificar para la clase de novia. Para ellos, la vida era una gran tribulación. (Apocalipsis 7:14) Sus ropas se mancharon con los afanes y el engaño de las riquezas de este mundo (Marcos 4:19, Efesios 5:27). Cuando llega el momento de la boda con el novio, se encuentran deficientes. Pero como son vírgenes y compañeras de la novia, sí son invitadas a la cena de bodas (invitados). “La hija del rey es toda gloriosa por dentro; su vestido es de oro labrado Será traída al rey con vestiduras de labor; las vírgenes, sus compañeras que la siguen, serán traídas a ti. (Salmos 45:13,14)