Recuerdo cuando supe por primera vez que el Día de la Madre puede ser la fecha más dolorosa del calendario para quienes aún esperan ser madres. Una querida amiga que había esperado años para quedar embarazada recibió la devastadora noticia de que su bebé había muerto en el útero. Cuando la visité en el hospital, me horroricé al encontrarla en la sala de maternidad, rodeada de madres y bebés. Mientras otras mujeres acunaban a sus recién nacidos en sus brazos, mi amiga yacía sola.
Semanas después, la vi en la iglesia el Día de la Madre, y nunca olvidaré el dolor y la angustia en su rostro. Me dio una profunda compasión por las mujeres que pierden un hijo o sufren de infertilidad. Por supuesto, no todas las mujeres que esperan un hijo han sufrido una pérdida tan devastadora como mi amiga, pero sentirse atrapada en un ciclo mensual de esperanza seguido de decepción puede ser desgarrador para aquellas que luchan por quedar embarazadas. Para ellas, el Día de la Madre puede servir como un recordatorio de la incertidumbre o incluso del dolor.
Si bien, por supuesto, queremos celebrar a las madres durante el mes de mayo, no olvidemos mostrar sensibilidad hacia quienes puedan estar afligidas. más pruebas de embarazo negativas, un tratamiento médico fallido o un aborto espontáneo.