Los líderes que necesitan gustar dañan a los equipos que lideran. En una extensa investigación, Elena Botelho descubrió que los líderes que quieren ser percibidos como agradables en detrimento de ser decisivos perjudican a las organizaciones que lideran.
Jony Ive es el vicepresidente senior de diseño de Apple y es conocido como la gran mente del diseño detrás de los productos de Apple. En una rara entrevista con Vanity Fair, Jony compartió algunas lecciones que aprendió al trabajar con Steve Jobs. Relató una conversación en la que Steve lo reprendió por liderar la aprobación, por querer la aprobación de su equipo más que cualquier otra cosa. Steve lo desafió:
Eres realmente vanidoso… Solo quieres caerle bien a la gente. Y estoy sorprendido contigo porque pensé que realmente considerabas el trabajo como lo más importante, no cómo creías que los demás te percibían.
Jony dijo que estaba aplastado por la retroalimentación porque sabía que era verdad.
El anhelo de aprobación puede colarse en el corazón de un líder y paralizar la eficacia del líder. Pero, ¿cómo podemos reconocer un anhelo de aprobación en nuestro propio liderazgo? Aquí hay cuatro indicaciones:
1. Sus convicciones parecen cambiar en función de quién está en la sala.
Digo «parecen cambiar» porque si cambian, entonces sus convicciones no son tan fuertes como deberían ser. Ajustar la forma en que comunicas tus convicciones es muy diferente a ajustar tus convicciones.
2. Una conversación negativa puede descarrilar todo el día.
Los líderes no caerán bien, tomarán decisiones que los decepcionarán o frustrarán y enfrentarán las inevitables críticas. Si bien a nadie le gustan las críticas, un líder que permite que una conversación negativa descarrile su día de las tareas esenciales de liderazgo está demasiado obsesionado con ser aprobado.
3. Esperas que el conflicto simplemente desaparezca.
El conflicto no desaparece simplemente. El hecho de que el conflicto esté fuera de la vista no significa que el conflicto esté resuelto. Los líderes que ignoran los conflictos a menudo lo hacen porque temen las conversaciones y decisiones difíciles que preceden a la resolución de conflictos.
4. Distribuye los recursos de manera escasa.
Los recursos que se distribuyen de forma demasiado escasa siempre limitan la eficacia. Si está distribuyendo recursos de tiempo y dinero entre una miríada de prioridades, la razón probable es que tiene miedo de herir sentimientos y está financiando cosas en un intento de hacer feliz a la gente.
Buenas noticias para el cristiano: Cuando reconocemos que un anhelo de aprobación nos controla, podemos arrepentirnos y recordar que ya somos aprobados en Cristo. Podemos hacerlo desde una postura de ya haber sido aprobados debido a Su gran amor y sacrificio por nosotros.
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