Cuando uno de mis hijos era pequeño, le leía un cuento antes de dormir sobre Jonás y el gran pez (Jonás 1-4). Cuando terminé de leer, le pregunté qué sabía ella acerca de Dios. Ella dijo . ¡Dios vive dentro de mí, pero no lo encontrarás allí porque es demasiado grande! (Él está allí pero no allí). ¡Guau! ¡Qué profunda idea teológica para un niño pequeño!
Sí, Dios está ahí pero también está en todas partes. Está aquí, allá y en todas partes. Él está en nuestras vidas, pero también está ahí fuera. Dios es siempre más que cualquier cosa que podamos experimentar o decir o incluso pensar.
Dios es esencialmente un misterio. Seguirá siendo un misterio (en nuestro estado carnal).
En este artículo final sobre los nombres de Dios, debemos recordar quién es Dios realmente:</p
1) Dios es más que nuestros nombres para él.
Así como el nombre de una persona no lo describe realmente, los escritores de la Biblia sabían esto, por lo que utilizaron una variedad de nombres para Dios, sabiendo que Dios nunca podría ser captado completamente por un solo nombre.
2) Reverencia por el nombre de Dios.
Uso indebido del nombre de Dios está expresamente prohibido en los Diez Mandamientos (Éxodo 20:7). Debido a esto, existe una reverencia extraordinaria por el nombre de Dios a lo largo de los Testamentos. El hebreo antiguo no tiene vocales, por lo tanto, el nombre sagrado es YHWH. Siendo El Nombre tan sagrado y por temor a usar mal el nombre de Dios, los antiguos judíos sólo lo llamaban el Santo, o Adonai, que significa mi Señor.
3) Dios es más que Imágenes.
Al igual que en nuestras propias vidas, las imágenes o los títulos pueden ayudarnos a identificar a alguien, pero en realidad no nos hablan de su carácter. hermano, hermana, hija, madre, etc. Todo esto implica relaciones pero nada sobre personalidades. Debido a que Dios es un misterio, desafía la reducción y siempre será algo ilusorio.
Los escritores de la Biblia sabían esto y por eso desarrollaron una variedad de imágenes de Dios. Estos eran títulos o imágenes que eran familiares para las personas y podían relacionar a Dios con el personaje que se estaba describiendo.
4) Dios es más que una experiencia humana.
La Biblia proporciona una variedad de formas en que las personas experimentaron a Dios. Moisés se encuentra con Dios en una zarza ardiente (Éxodo 3); Dios se le reveló a Samuel en sus sueños (1 Samuel 3); Ezequiel y Daniel en visiones (Ezequiel 1:1; Ezequiel 8:1-4; Daniel 2); María a través de una visita angelical (Lucas 1); Jesús en forma de voz del cielo; Pablo, en una visión del mismo Señor (Hechos 9).
Lo que emerge es la comprensión de que no hay dos personas, ni siquiera en la Biblia, que experimenten a Dios de la misma manera. Ninguna experiencia única de Dios podría capturar completamente el misterio de Dios.
Dios es siempre más . ¡más de lo que cualquiera de nosotros pueda imaginar!
Barbara Hyland, escritora invitada