La oscuridad y la luz se contrastan en la presentación bíblica de Jesús:
El profeta Isaías nos dice:
El pueblo que andaba en tinieblas ha visto una gran luz; a los que habitaban en tierra de sombra de muerte, una luz resplandeció sobre ellos (Isaías 9:2-NKJV).
Juan nos proporciona esta ilustración de Jesús vida:
En él [Jesús] estaba la vida, y la vida era la luz de los hombres. Y la luz brilla en las tinieblas, y las tinieblas no la comprendieron (Juan 1:4-5-NKJV).
Como seguidores de Jesús, es nuestro privilegio para ser sus portadores de luz hoy. Pablo instó a los cristianos de Filipos a ser:
irreprensibles y sencillos, hijos de Dios sin mancha en medio de una generación maligna y perversa, en medio de la cual resplandecéis como luminares en el mundo (Filipenses 2:15-NKJV).
Con Dios como nuestro refugio (Salmo 46:1-NKJV), nunca debemos tener miedo u opresión por la oscuridad espiritual a nuestro alrededor (2 Timoteo 1:6-8-NKJV). Por tanto, así alumbre nuestra luz delante de los hombres, para que vean nuestras buenas obras y glorifiquen a nuestro Padre que está en los cielos (Mateo 5:16).
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