Nos enorgullecemos de mantenernos actualizados sobre eventos actuales, temas importantes en todo el mundo y nuestra comunidad. Sin embargo, una prioridad más importante, es la importancia de las personas que nos rodean. Ya sean familiares, amigos, compañeros de trabajo o un extraño en la calle – todo comienza con el contacto personal (Jesús creía en el contacto personal – cf. Mateo 5:1-2-NKJV; Mateo 8:1-NKJV; Mateo 12:15-NKJV; Mateo 13:1-3-NKJV; Mateo 19:1-2-NVI; Mateo 21:1-11-NVI; Mateo 23:1-NVI).
La iglesia del Señor no está creciendo como debería, simplemente porque hay muy poco contacto uno a uno. Nos hemos aislado con la actitud de yo primero, mi pueblo primero, mi país primero. Amigos, todos somos parte de la raza humana, sin importar la zona geográfica (Hechos 17:24-26-NKJV).
Si somos verdaderos cristianos, las personas deben ser lo primero. (después del reino del Señor, por supuesto – Mateo 6:33-NKJV). Podemos marcar la diferencia en la evangelización del mundo (Mateo 28:18-20-NKJV; Marcos 16:15-16-NKJV), solo cuando nos damos cuenta de que hay mejores cosas para ocupar nuestro tiempo que sentarse con la nariz pegada a la televisión, haciendo un seguimiento de los últimos lanzamientos de videos o descargando la música más reciente en nuestros iPods. Hay personas que necesitan contacto humano fuera de la oficina o el lugar de trabajo.
Todo se reduce a prioridades. Si le damos a nuestra carrera, posesiones personales o entretenimiento una prioridad más alta que contarles a otros sobre el evangelio salvador de Cristo, estamos impidiendo no solo nuestro propio crecimiento espiritual, sino también el crecimiento espiritual de los demás. Quizás esta sea una de las razones por las que la soledad y la depresión son problemas tan graves en nuestra sociedad actual.
Tomemos un momento de nuestra apretada agenda de hoy y pensemos en la última vez que le dijimos a alguien cercano a nosotros cuán importantes son realmente para nosotros y cuán preocupados estamos por su crecimiento y desarrollo espiritual (cf. Colosenses 1:1-13-NKJV). Puede que nos sorprenda la reacción que recibimos. La gente podría incluso estar más en sintonía con escuchar el mensaje del evangelio de salvación y responder a él (Hechos 8:25-40-NKJV).
¡Adelante, sorprende a alguien hoy! Incluso podría ser contagioso (Lucas 5:1-10-NKJV; cf. Mateo 4:19-NKJV; Marcos 1:17-NKJV).
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