Los siguientes son siete aspectos del juicio venidero de Dios que es importante que consideremos:
1) necesidad del juicio Pablo comienza en 2 Corintios 5:10 diciendo: Porque debemos todos… (énfasis mío). Sin el juicio, no puede haber propósito moral en la sociedad. Todos los males deben ser corregidos, porque la justicia de Dios así lo exige.
2) La certidumbre del juicio El plan divino de Dios incluye el juicio y su certeza (Hechos 17:30-31; cf. Romanos 2:1-11; Hebreos 9:27).
3) La universalidad de el juicio Delante del trono de Dios, todas las naciones serán reunidas (Mateo 25:31-32; Apocalipsis 20:11-13).
4) La individualidad del juicio Cada individuo debe dar cuenta de sí mismo ante Dios (Romanos 14:12).
5) La imparcialidad del juicio La posición social, financiera o los logros educativos de un hombre no tendrán valor el día del juicio. Más bien, las obras de un individuo serán el factor determinante (1 Pedro 1:17; cf. Eclesiastés 12:14; Mateo 12:36-37).
6) El exhaustividad del juicio El juicio no solo incluirá las obras del hombre, sino también las cosas secretas o motivos del corazón ( 1 Corintios 4:5; cf. Salmo 90:8; Eclesiastés 12:14; Hebreos 4:12-13).
7) La finalidad del juicio (Mateo 25:46). A la vida le sigue la muerte física; la muerte física es seguida por el juicio (Hebreos 9:27); al juicio le sigue la eternidad y una existencia eterna (1 Corintios 15:50-53; 2 Corintios 5:1-4).
Debido a la certidumbre del juicio de Dios ( Hebreos 9:27; Hechos 17:30-31), “pongamos nuestra casa en orden” (cf. 2 Reyes 18,1; Isaías 38,1), para que estemos siempre preparados para ese día (cf. Mateo 24,36-51; Mateo 25,1-13).
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