Nuestras carreras a menudo exigen mucho de nuestro tiempo y atención, pero nuestro Señor tiene una forma interesante de interrumpir nuestras agendas comerciales. De hecho, Él nos invita a ser un participante activo en Su negocio (Lucas 2:49; cf. Lucas 4:14-22; Lucas 4:31-37; Juan 4:34-38; Hechos 8:4-13).
Del texto de Mateo 4:18-22, notemos la secuencia de Jesús’ declaración a sus discípulos que eran pescadores:
“Venid en pos de mí, y os haré pescadores de hombres ” (Mateo 4:19).
Muchas veces pensamos que debemos hacer algo con nuestras vidas y al mismo tiempo seguir a Jesús, pero ese es un concepto incorrecto. Nuestro Señor nos llama a primero seguirlo, y luego Él hace algo de nuestras vidas. Él quiere que prioricemos nuestras vidas para que veamos las necesidades espirituales de las personas “primero” con la eternidad como meta de todos nuestros esfuerzos (Mateo 6:33; Mateo 28:19-20; Marcos 16:15-16; Colosenses 3:1-2).
Si bien es posible que Dios no requiera que renunciemos a nuestras carreras, seguirlo garantizará que nunca volveremos a ver nuestra carrera de la misma manera. Dónde “pescamos” no es importante, pero si somos verdaderamente seguidores de Cristo, debemos “pescar” por las almas de los hombres dondequiera que estemos.
Entonces, ¿qué estamos esperando? Echemos inmediatamente nuestras redes, sigamos a nuestro Señor y dejemos que Él nos haga “pescadores de hombres” (Mateo 4:19-20).