Alabanza: Isaías 55 – Busquemos al Señor
Letra & música propiedad de biblia.work
Sermón
Apreciada Iglesia, hoy nos encontramos con un pasaje poderoso que nos muestra el corazón generoso de Dios y Su deseo de ofrecernos una vida plena en comunión con Él. Isaías 55 es una invitación divina que nos llama a dejar nuestras propias formas de vida vacías y aceptar Su provisión de vida abundante. Este capítulo nos muestra tres aspectos esenciales de esta invitación: el llamado a venir a Dios, Su Palabra transformadora y Su promesa de restauración eterna.
1. El Llamado a Venir a Dios (Isaías 55:1-5)
El capítulo comienza con una invitación:
«A todos los sedientos: venid a las aguas; y los que no tienen dinero, venid, comprad y comed. Venid, comprad sin dinero y sin precio, vino y leche.»
Dios nos llama a todos los que estamos sedientos, a aquellos que reconocemos que no podemos satisfacer nuestras necesidades espirituales por nosotros mismos. Él nos invita a recibir gratuitamente Su provisión. La «agua, leche y vino» representan todo lo que necesitamos para una vida plena: agua para refrescarnos, leche para nutrirnos y vino para alegrarnos.
Sin embargo, Dios también nos desafía en el versículo 2:
«¿Por qué gastáis el dinero en lo que no es pan, y vuestro trabajo en lo que no sacia?»
Nos recuerda que, muchas veces, buscamos satisfacción en cosas que no tienen valor eterno, como placeres temporales, logros terrenales o riquezas materiales. Dios nos ofrece algo mucho mejor: Su presencia y Su salvación.
2. La Palabra Transformadora de Dios (Isaías 55:6-11)
Dios no solo nos invita a venir a Él, sino que también nos llama a buscarlo y conocer Su Palabra transformadora. En los versículos 6-7, leemos:
«Buscad a Jehová mientras puede ser hallado, llamadle en tanto que está cercano.»
Aquí se nos recuerda que el tiempo para aceptar esta invitación es limitado. Es un llamado urgente a alejarnos del pecado y volvernos a Dios, quien está dispuesto a perdonar abundantemente.
Luego, en los versículos 8-9, Dios declara:
«Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos, dice Jehová. Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos.»
Esto nos muestra que muchas veces no entendemos el plan de Dios, pero podemos confiar en Su sabiduría perfecta. Su Palabra tiene un poder transformador que nunca vuelve vacía, como dice en los versículos 10-11:
«Porque como desciende de los cielos la lluvia y la nieve, y no vuelve allá, sino que riega la tierra… así será mi palabra que sale de mi boca; no volverá a mí vacía, sino que hará lo que yo quiero.»
3. La Promesa de Restauración y Gozo Eterno (Isaías 55:12-13)
Dios cierra este capítulo con una visión de esperanza:
«Porque con alegría saldréis, y con paz seréis vueltos; los montes y los collados levantarán canción delante de vosotros, y todos los árboles del campo darán palmadas de aplauso.»
Esta es una promesa de restauración, no solo para Su pueblo, sino para toda la creación. Dios promete transformar el desierto en un jardín, cambiar el sufrimiento por gozo y darnos una paz duradera. Esto apunta al cumplimiento final de Su plan redentor en Cristo, donde toda la creación será restaurada y viviremos eternamente en Su presencia.
5. Acepta la Invitación de Dios
Queridos hermanos, Isaías 55 nos llama a reflexionar sobre nuestra vida. ¿Estamos buscando satisfacción en cosas que no llenan, o estamos aceptando la invitación de Dios a una vida plena en comunión con Él?
Dios nos ofrece Su gracia de manera gratuita, a través de la obra redentora de Jesucristo. Nos llama a buscarlo, confiar en Su Palabra y vivir con la esperanza de Su restauración eterna. Hoy, aceptemos esta invitación divina, dejando atrás nuestras propias maneras y abrazando la vida abundante que solo Dios puede ofrecer.
«Venid, comprad sin dinero y sin precio.» Que estas palabras resuenen en nuestro corazón mientras respondemos al llamado del Dios que nos ama y desea transformarnos. Amén.
Pastor Juan Alvarez