Umbral (heb. generalmente saf y miftân). La parte inferior de una puerta, constituida por un trozo de madera o de piedra. Puesto que es la primera parte de la casa que pasa o pisa alguien que se dispone a entrar, se lo ha considerado como símbolo de la entrada misma. Probablemente por esta razón se designa en hebreo a los porteros del templo y del palacio real con el título de «guardianes del umbral» (2Ki 22:4; cf Est 2:21; 6:2; etc.). Cuando la imagen de Dagón, que se encontraba en el templo de Asdod, cayó de su pedestal durante la presencia del arca allí, y al día siguiente los filisteos encontraron las manos rotas del ídolo sobre su umbral, como eran supersticiosos de decidieron no pisarlo más, y desde ese momento en adelante pasaban por encima de él cuando entraban en el templo (1Sa 5:4, 5). Es posible que Sofonías haya estado pensando en esta costumbre pagana cuando condenó a la gente que «salta la puerta», literalmente que «salta el umbral» (Sof. 1:9). Unción. Véase Ungir. Ungido. Véase Ungir. Ungir. Palabra que aparece con frecuencia en las Escrituras con el sentido de «derramar sobre algo o alguien aceite o alguna otra sustancia oleosa». Es la traducción de varias palabras hebreas y griegas, con significados afines con ese acto. Para los judíos había por lo menos 3 maneras de ungir: 1. El ungimiento ordinario o común, que servía para higienizar y refrescar y que a menudo se practicaba con los invitados como forma convencional de cortesía. En este sentido generalmente se usa 1182 el heb. sûk o el gr. aléifí‡ (2Sa 12:20; Dan 0:3; Mat 6:17; Luk 7:46). 2. El ungimiento oficial, que los profetas, sacerdotes y reyes recibían en el momento de asumir el cargo (o inmediatamente antes). En este sentido Elías ungió a Eliseo (1Ki 19:16), Aarón y sus hijos recibieron aprobación para ejercer su ministerio sacerdotal (Exo 30:30) y se preparó el tabernáculo para que desempeñara su función en el culto a Dios que le iba a rendir el pueblo de Israel (40:9). De esa misma manera fueron confirmados como reyes Saúl (1Sa 9:16), David (16:12), Salomón (1Ki 1:34) y Hazael, de Siria (19:15). El término hebreo que se refiere al ungimiento oficial es máshaj, el que origina mâshîaj, «ungido» o «mesías». Cristo fue ungido para ejercer su ministerio (gr. jrií‡, el equivalente de mâsha; de allí viene la palabra Jristós, «Cristo», «Ungido»; Luk 4:18; Heb 1:9). 3. La unción como un posible medio de curación, a veces directamente como medicina, y otras en sentido simbólico. Encontramos ejemplos de esto en Mar 6:13, Jam 5:14, 15 (gr. aléifí‡), Joh 9:6 (gr. epijríí‡, «frotar contra») y Rev 3:18 (gr. egjríí‡, «hacer penetrar frotando»). El significado espiritual deriva de la aplicación de aceite para conseguir una curación física. El gr. murízí‡, «ungir con aceite aromático», se usa refiriéndose a María, que, según Cristo, había venido a ungir de antemano su cuerpo (Mar 14:8). Ungüento. Véase Perfume.
Fuente: Diccionario Bíblico Evangélico
Es la parte inferior de una puerta, en el piso. La cabeza y las manos de †¢Dagón, ídolo de los filisteos, aparecieron †œcortadas sobre el u.† de su templo, porque habían traído allí el arca de Jehová (1Sa 5:4). Cuando la mujer de †¢Jeroboam venía de consultar con el profeta †¢Ahías sobre la enfermedad de un hijo del rey, †œentrando ella por el u. de la casa, el niño murió†, conforme a lo predicho por el hombre de Dios (1Re 14:17). En las visiones de †¢Ezequiel se menciona varias veces el u. de la casa de Dios (†œ… y he aquí aguas que salían de debajo del u. de la casa hacia el oriente† [Eze 47:1; Eze 9:3; Eze 10:4, Eze 10:18; Eze 41:16, etcétera]).
Fuente: Diccionario de la Biblia Cristiano