SOBRIEDAD

†¢Dominio propio.

Fuente: Diccionario de la Biblia Cristiano

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Virtud de fortaleza en cuanto hace a la voluntad regularse conveniente en todo lo relacionado con la bebida. Por extensión alude también a la fortaleza ante las apetencias sensoriales y se denomina sobrio a quien da muestra de austeridad y tiene capacidad de renuncia.

Cuando esa fortaleza se refiere a la comida se suele denominar abstinencia y cuando se alude al control de la tendencia sexual se alude a continencia.

Pedro Chico González, Diccionario de Catequesis y Pedagogí­a Religiosa, Editorial Bruño, Lima, Perú 2006

Fuente: Diccionario de Catequesis y Pedagogía Religiosa

Las palabras griegas ne·fo (verbo) y ne·fá·li·os (adjetivo) se refieren básicamente al hecho de estar libre del efecto de sustancias embriagantes. Sin embargo, en las Escrituras se utilizan principalmente en sentido figurado. Transmiten la idea de †œser sobrio†, †œser moderado en los hábitos†, †œser vigilante†, †œestar alerta† o †œmantener el juicio†. La Septuaginta utiliza en Génesis 9:24 una palabra relacionada, e·kne·fo, que esencialmente significa †œdesembriagarse†: †œNoé se recobró [despertó] del vino†. La misma versión también utiliza este término griego en Joel 1:5, donde el profeta dice a los †œborrachos† espirituales de Israel que †œdespierten†, y en Habacuc 2:19, donde se predice un ay para los idólatras que dicen a los trozos de madera y a las piedras: †˜Â¡Despierten!†™.
Al enumerar los requisitos para que se nombrase a un varón superintendente de la congregación cristiana, el apóstol Pablo dice que deberí­a ser †œmoderado en los hábitos [gr. ne·fá·li·os]†. Este requisito implica no abusar del vino, ya que también se dice que no tiene que ser un †œborracho pendenciero†. La palabra ne·fá·li·os muestra que el hombre debe tener sentido común y, además de ser habitualmente moderado en el consumo de bebidas alcohólicas, debe ejercer moderación en otras cosas: habla y conducta. (1Ti 3:2, 3.)
Las mujeres de la congregación reciben un consejo similar: han de ser †œserias, no calumniadoras, moderadas en los hábitos, fieles en todas las cosas†. (1Ti 3:11.) A los hombres y las mujeres de edad avanzada se les da un consejo parecido. Las mujeres de edad avanzada deben poner el ejemplo †œpara que hagan recobrar el juicio a las mujeres jóvenes†, para que sean buenas esposas y madres y se mantengan en sujeción a sus respectivos esposos. (Tit 2:2-5.)
Al corregir a la congregación de Corinto, en la que habí­an influido ciertos hombres que propugnaban doctrinas incorrectas, Pablo dijo: †œLas malas compañí­as echan a perder los hábitos útiles. Despierten de manera justa al estado sobrio [forma de e·kne·fo] y no practiquen el pecado, porque algunos no tienen conocimiento de Dios. Hablo para hacer que sientan vergüenza†. (1Co 15:33, 34.) Tení­an que despertarse del estupor de la doctrina errónea, que estaba descarriando a algunos y causando enfermedad y hasta muerte espirituales. (1Co 11:30.) Con anterioridad habí­a escrito de manera semejante a los tesalonicenses, pues estos se habí­an visto afectados por personas que propugnaban cosas que los apóstoles no habí­an enseñado. Dijo que el †œdí­a de Jehovᆝ vendrí­a de repente, pero que no sorprenderí­a a los cristianos verdaderos y fieles como lo harí­a a los ladrones. Por consiguiente, no deberí­an estar soñolientos, sino asegurarse de estar alerta. Por eso, Pablo aconsejó: †œQuedémonos despiertos y mantengamos nuestro juicio [literalmente, †œseamos sobrios†]†. (1Te 5:2-6, 8.)
Pablo también advirtió a Timoteo de la apostasí­a venidera y del peligro que representaba para la integridad de los cristianos que deseaban permanecer fieles. Timoteo, en su calidad de superintendente, tení­a que estar especialmente en guardia para cumplir con el consejo que se le dio: †œMantén tu juicio [literalmente, †œsé sobrio†] en todas las cosas, sufre el mal, haz la obra de evangelizador, efectúa tu ministerio plenamente†. (2Ti 4:3-5.) Al mantener su juicio, Timoteo tení­a que darse cuenta de que Pablo no estarí­a presente mucho más tiempo (2Ti 4:6-8) y de que finalmente él mismo también fallecerí­a, de modo que tení­a que encargar las cosas aprendidas a hombres fieles, quienes, a su vez, estarí­an adecuadamente capacitados para enseñar a otros. (2Ti 2:2.) Así­ la congregación estarí­a edificada como un baluarte contra la venidera apostasí­a, y serí­a †œcolumna y apoyo de la verdad†. (1Ti 3:15.)
De igual manera, como Pedro sabí­a que él y sus coapóstoles no estarí­an vivos durante mucho más tiempo (2Pe 1:14) para poder actuar como restricción del movimiento apóstata instigado por el Diablo, animó a los cristianos a asirse firmemente a su salvación por medio de Cristo, †˜manteniendo completamente su juicio [literalmente, †œsiendo sobrios perfectamente†], poniendo su esperanza en la bondad inmerecida que habí­a de ser llevada a ellos en la revelación de Jesucristo†™. (1Pe 1:13.) En vista de la seriedad de los tiempos, y debido a la creciente persecución por parte del mundo, los cristianos deberí­an ser de juicio sano, estar alerta, ser vigilantes y no descuidar la oración sincera, a fin de obtener las fuerzas necesarias para aguantar. (1Pe 4:7.) El apóstol les advirtió que debido a que el Diablo andaba como un león rugiente que intentaba devorarlos, tení­an que mantener su juicio y adoptar una postura firme contra él. Esto requerirí­a sobriedad, seriedad y autodominio. (1Pe 5:8, 9.)

Fuente: Diccionario de la Biblia