Psa 78:46 dio también a la o sus frutos, y sus
Joe 1:4 lo que quedó de la o comió el saltón, y lo
Joe 2:25 os restituiré los años que comió la o, el
†¢Gusano. En el uso bíblico es el gusano que sale de la larva de los lepidópteros y que ataca las plantas, llegando a convertirse muchas veces en verdaderas plagas. La o. de la langosta era muy temida. A ella se refiere el profeta Joel hablando de una plaga que comenzó con éstas (Joe 1:4; Joe 2:25), lo cual se interpretaba como un juicio de Dios (Amo 4:9). Cuando venían o. a una plantación era necesario disponerse para recogerlas a fin de evitar los daños (Isa 33:4). †¢Animales de la Biblia.
Fuente: Diccionario de la Biblia Cristiano
tip, FAUN INSE
ver, LANGOSTA
vet, En algunas versiones se usa esta palabra para traducir varias expresiones hebreas (Jl. 1:4; Am. 4:9), y en el original denota un insecto devorador. (Véase LANGOSTA.)
Fuente: Nuevo Diccionario Bíblico Ilustrado
(heb. ga·zám).
Larva de las mariposas o de las polillas. Se cree que la palabra hebrea ga·zám se deriva de una raíz que significa †œcortar†. Al igual que las langostas, cuando las orugas se encuentran en grandes cantidades, cortan o podan literalmente las hojas de la vegetación pedazo a pedazo, hoja tras hoja, hasta dejar a la planta prácticamente desnuda. (Joe 1:4; 2:25; Am 4:9.) Aunque el punto de vista tradicional es que el término hebreo ga·zám significa †œlangosta†, los traductores de la Septuaginta emplearon la voz griega kám·pe, que significa †œoruga†. Asimismo, el léxico hebreo y arameo de Koehler y Baumgartner se inclina por la traducción †œoruga†. (Lexicon in Veteris Testamenti Libros, Leiden, 1958, pág. 178.) En Joel 1:4 y 2:25 varias versiones (BAS, BJ, BR, LT, NM, Scío, TA, Val) la traducen de este modo, mientras que otras leen †œgrillo† (SA), †œgusano† (Ga) y †œcaballeta† (CB). Otro grupo de versiones optan por transliterarla †œgazam† (CI, EMN, NC y otras).
Las orugas son casi exclusivamente vegetarianas. Tienen un apetito voraz: algunas consumen en un solo día el equivalente al doble de su propio peso. Por ello, cuando se hallan en grandes cantidades, causan mucho daño a la vegetación.
Fuente: Diccionario de la Biblia