MASADA

hebreo metsada fortaleza. Antigua fortificación en la cumbre de una montaña en el desierto de Judá, a unos 48 kilómetros al sureste de Jerusalén a unos 440 metros por encima de la orilla occidental del mar Muerto. Esta cumbre habí­a sido fortificada en tiempos de los Macabeos en la lucha antiseléucida. Herodes el Grande, siglo I a. C., levantó allí­ dos palacios fortificados. Muerto el rey Herodes, M. fue ocupada por una guarnición romana hasta cuando los zelotes, grupo judí­o antirromano, la tomaron en el año 66. Cuando Jerusalén fue destruida por Tito, en el año 70, los últimos judí­os rebeldes se refugiaron en M., bajo el liderazgo de Eleazar ben Yaí­r, donde resistieron un cerco de la X Legión Romana, por más de dos años, al cabo de los cuales se suicidaron, en el año 73, antes que rendirse.

Diccionario Bí­blico Digital, Grupo C Service & Design Ltda., Colombia, 2003

Fuente: Diccionario Bíblico Digital

Al sur de *En Gadi hay un peñasco rocoso donde los zelotes trataron de desafiar a los ejércitos de Roma y establecer su último bastión después de la destrucción de Jerusalén (70 d. de J.C. ). Jonatán, el gobernador hasmoneo, habí­a levantado previamente allí­ una fortaleza la cual llamó Masada. El rey Herodes vio la importancia estratégica de Masada y mejoró sus fortificaciones, transformándola en un almacenaje secreto para provisiones y un refugio para la familia real en el caso de una revuelta.
La hora de fama de Masada vino durante la revuelta judí­a (66–70 d. de J.C. ) cuando fue capturada por los judí­os rebeldes contra Roma y convertida en una base para ataques sorpresivos contra las tropas romanas. En un audaz golpe, Menahem el zelote, hijo de Judá de Galilea, tomó la fortaleza, distribuyó las armas entre sus hombres y los condujo hasta las puertas de Jerusalén.
Las acciones de heroí­smo, sin embargo, no fueron suficientes para enfrentarse a las legiones romanas. Las victorias iniciales de los zelotes tuvieron la ventaja de la sorpresa. Cuando las legiones romanas empezaron a descender de Cesarea con sus pesadas máquinas de guerra, los zelotes tuvieron que retroceder. Jerusalén cayó en manos de los romanos. La fecha fue el 9 del mes de Av, en el año 70 d. de J.C. En las semanas siguientes la ciudad junto con su templo fue completamente destruida.
Después de la caí­da de Jerusalén, un caudillo heroico de los zelotes, Eleazar Ben Yair, se propuso defender Masada. Todos los otros fuertes habí­an caí­do ante Roma, y cuando fue obvio que los zelotes no podrí­an defender a Masada, escogieron morir por sus propias manos antes que caer en manos del enemigo. Por mutuo acuerdo, las mujeres y los niños fueron muertos a espada y luego los hombres se mataron unos a otros. Cuando los romanos finalmente entraron en la fortaleza se asombraron ante los despojos mortales. Restos de comida habí­an sido dejados como evidencia de que el pueblo de Masada habí­a muerto voluntariamente, escogien do la muerte antes que la esclavitud. Trabajo arqueológico ha revelado signos de cenizas en los escombros de Masada, confirmando el relato de Josefo, quien menciona que los últimos zelotes arrasaron completamente el palacio.
La Sociedad de Exploración de Israel y la Universidad Hebrea han excavado Masada desde la temporada de 1955–56 cuando las Fuerzas de Defensa y el Departamento de Antigüedades de Israel cooperaron en su excavación. Yigael Yadin estuvo a cargo de la expedición la cual ha descubierto los restos de las estructuras levantadas en la montaña junto con otros prosaicos fragmentos de vestimenta, utensilios y porciones de comida. Han sido descubiertos doce rollos conteniendo pasajes desde el Génesis, Leví­tico y otros libros bí­blicos y apócrifos. En la temporada de 1964 se descubrió una gran parte de un rollo que perteneció al original perdido del libro de los Jubileos y un grupo de tiestos inscritos en letras hebreas. Un edificio que parece haber servido como casa de estudio, con una piscina para inmersión ritual fue excavado y 53 siclos y medios siclos fueron encontrados.

Fuente: Diccionario Bíblico Arqueológico

tip, CONS

ver, QUMRíN (Cuevas 7 a 11)

sit, a3, 403, 328

vet, (heb.: «peñas firmes»). Fortaleza construida durante el tiempo de los Macabeos, cerca de la ribera occidental del mar Muerto, a unos 25 Km. a vuelo de pájaro al sur de En-gadí­. Herodes el Grande agrandó y reformó esta fortaleza, que constituyó uno de los puntos militares principales de su dominio. Fue el último reducto de los judí­os en la guerra que acabó con la vida nacional de los judí­os (66-73 d.C.). (Véase QUMRíN [CUEVAS 7 a 11])

Fuente: Nuevo Diccionario Bíblico Ilustrado

[010]
Fortaleza no mencionada en la Biblia, pero sí­ en los autores antiguos, como Flavio Josefo, situada como defensa inexpugnable en las montañas del sur de Judá, en las proximidades del Mar Muerto, junto a Engadi. Parece haber surgido con los Macabeos y fue convertido en centro de defensa por Herodes. Fue la última plaza que los romanos lograron conquistar en su guerra de exterminio contra los judí­os, lo cual supuso cuatro año de sitio.

En la acción, antes de entregarse, se suicidaron los últimos supervivientes, salvo varias mujeres que relataron a los conquistadores los heroí­smos de la defensa. (Según Flavio Josefo)

Pedro Chico González, Diccionario de Catequesis y Pedagogí­a Religiosa, Editorial Bruño, Lima, Perú 2006

Fuente: Diccionario de Catequesis y Pedagogía Religiosa