término empleado para designar al mal, Jn 17, 15; a Satanás, al demonio, Mt 5, 37; 13, 19 y 38; Ef 6, 16; 2 Ts 3, 3; 1 Jn 2-13 y 14; 3, 12; 5, 18-19. Malos, ciudad al este de Cilicia en el sureste de Asia Menor, 2 M 4, 30.
Diccionario Bíblico Digital, Grupo C Service & Design Ltda., Colombia, 2003
Fuente: Diccionario Bíblico Digital
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El que busca y hace el mal por principio y encuentra en el dolor ajeno motivo de satisfacción propia. En castellano se reserva por lo general el término de «Maligno», empleado como sustantivo, para el Demonio, artífice por antonomasia de todo mal. A los hombres se les aplica sólo en casos excepcionales de corrupción o malevolencia. Como adjetivo se usa para calificar al objeto que produce el mal de manera significativa.
(Ver Demonio)
Pedro Chico González, Diccionario de Catequesis y Pedagogía Religiosa, Editorial Bruño, Lima, Perú 2006
Fuente: Diccionario de Catequesis y Pedagogía Religiosa
1. kakos (kakov», 2556), malo. Se traduce «maligna» en Rev 16:2, de una úlcera, acompañando al término poneros, «pestilente» (Véase Nº 2). Véase MAL, A, Nº 1, etc. 2. poneros (ponhrov», 4190), véanse MAL, A, Nº 2, B, Nº 6. Se traduce «maligno»: (a) del ojo (Mat 6:23; Luk 11:34); (b) de palabras (3 Joh_10); (c) como nombre propio, de Satanás, el «Maligno» (Eph 6:16; 1 Joh 2:13,14; 3.12; 5.18), véanse también MALO, MALVADO, PEOR, PERVERSO, PESTILENTE. 3. skolios (skoliov», 4646), véase DIFíCIL, Nº 4. Se traduce «una generación maligna» (Phi 2:15). Véase también PERVERSO.
Fuente: Diccionario Vine Nuevo testamento